Tres claves para entender el estallido social en Perú

El gobierno peruano decretó toque de queda para la provincia de Lima y su vecina Callao durante este martes y la razón es el paro de los conductores de camión, que empezó hace una semana. Cuatro personas ya murieron y otras 20 fueron detenidas. 

El presidente Pedro Castillo  -quien enfrenta desde que llegó al poder en julio de 2021- enfatizó en un mensaje para los peruanos la importancia de la protesta social y que ella es un derecho constitucional, pero llamó a la calma y a la serenidad. 

Muchos fueron sorprendidos con la medida, pues ella fue anunciada casi en la madrugada y mucha gente ya estaba durmiendo. El personal de salud y de otros servicios esenciales como agua, telecomunicaciones, limpieza, servicios funerarios, transporte de cargas están exentos de respetar el toque de queda.

Alza de precios

La situación en Perú se agravó el día 28 de marzo, cuando empezaron las protestas y bloqueos de ruta en respuesta al alza de los combustibles. De inicio, la movilización partió de los conductores de camiones, pero luego trabajadores de otros sectores, como los de la agricultura, adhirieron a las manifestaciones.

Sumado a eso, la pandemia, las disrupciones en las cadenas de suministro y la guerra en Ucrania generaron aumento en el costo de vida de la población. Según el Instituto Nacional de Estadística e Informática, el índice de precios del consumidor creció un 1,48%. Eso generó un encarecimiento de los alimentos, de la educación y del transporte.

La respuesta del gobierno

En un intento de disminuir las protestas, el gobierno eliminó durante el fin de semana el impuesto a los combustibles. Castillo también decretó un aumento del 10% del sueldo mínimo a partir del 1º de mayo. Pero eso no tuvo resultado, ya que conductores de camión y de micros volvieron a las calles el lunes pasado.

Diversos hechos de violencia sucedieron por todo el país, como quema de peajes en las rutas, saqueo de tiendas y enfrentamientos entre policías y manifestantes.  

Popularidad

En julio de 2021, Pedro Castillo fue electo con un largo apoyo de los sectores rurales, pero en poco tiempo su popularidad descendió drásticamente, incluso en estas regiones. En su primer mes de gobierno, el presidente tenía cerca de 40% de aprobación. Actualmente, según el Instituto de Estudios Peruanos (IEP), cerca de 25% lo aprueba y 68% desaprueba.  

Las principales críticas que Castillo sufre están relacionadas a sus malas decisiones tomadas y su “incapacidad” para elegir un equipo de gobierno “idóneo”. En ocho meses, el mandatario cambió su gabinete cuatro veces.

Castillo también ha sido investigado por presunta corrupción, que también incluyen a dos sobrinos y a Bruno Pacheco, ex secretario del presidente hasta noviembre, cuando renunció al cargo. Una moción de vacancia para el presidente fue solicitada por el Congreso, pero fracasó en la última semana porque no hubo apoyo suficiente.