Finlandia y Suecia solicitarán formalmente su ingreso a la OTAN
Estos eran los únicos países nórdicos que no estaban en la alianza, principalmente por razones históricas y geopolíticas.
A través de un comunicado de prensa, el partido gobernante de Suecia informó que respalda el ingreso a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), mientras que en Finlandia, el presidente Sauli Niinistö afirmó: “Es un día histórico. Está amaneciendo una nueva era”.
El mandatario finés, también argumentó que “todo ha cambiado, no podemos confiar en que el vecino ruso será pacífico si nos quedamos solos”.
Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN, expresó que la incorporación de Finlandia será “calurosamente acogida” a la vez que se comprometió con una adhesión “fluida y rápida”.
Suecia adoptó una postura neutral en términos de asuntos exteriores durante la Guerra Fría, rechazando cooperar con la Unión Soviética y tampoco con los Estados Unidos.
Para Finlandia, tomar tal decisión era insostenible, porque comparte frontera directa con la que para ese entonces era una superpotencia autoritaria, entonces accedieron a ciertas demandas soviéticas.
Ambos países terminaron su imparcialidad cuando se suscribieron a la Unión Europea, después de la caída de la URSS, y alinearon sus políticas de defensa, gradualmente, con Occidente, aunque sin ingresar en la OTAN.
El principal motivo que puede incentivar a los países incorporarse al organismo, es el Artículo 5, donde los países firmantes reconocen que un ataque contra un país miembro, debe considerarse como un “ataque contra todos”.
Amenaza rusa
El apoyo de otros países pertenecientes a la OTAN estuvo presente para Suecia y Finlandia.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, confirmó que “apoya plenamente” la decisión de las autoridades finlandesas. El primer ministro inglés Boris Johnson, por su parte, firmó acuerdos con ambos países, para prestar ayuda en términos militares si es que fuesen atacados.
Desde Rusia, en cambio, calificaron la medida tomada por Finlandia como una amenaza directa a Moscú e informó de posibles represalias “técnico-militares”.
El viceministro de asuntos exteriores ruso, Alexandr Grushkó, alertó del posible despliegue por parte de la OTAN de armas nucleares en Finlandia y Suecia.