“Murió de dolor”: marido de profesora asesinada en tiroteo en Texas falleció de un infarto al corazón
El matrimonio tenía cuatro hijos de entre 13 y 23 años.
García trabajó por más de 20 años en el colegio Robb Elementary. TWITTER/JOHNMARTINEZ
La masacre que se vivió en una escuela primaria de Texas en Estados Unidos, sigue cobrando víctimas.
Joe García, el marido de Irma García, la profesora asesinada en medio del tiroteo, falleció este jueves tras sufrir un infarto al corazón.
La información fue difundida en redes sociales por sus familiares.
“Esto es extremadamente desgarrador. Vengo con un profundo dolor para decir que el esposo de mi tía Irma, Joe García, falleció debido al dolor. Realmente no tengo palabras para saber cómo nos sentimos todos, por favor oren por nuestra familia, Dios tenga misericordia de nosotros. Esto no es fácil”, escribió en Twitter John Martínez, sobrino de la pareja fallecida.
El joven recordó que sus tíos se enamoraron cuando estaban en el instituto de secundaria y que dejan cuatro hijos de 23, 19, 15 y 13 años.
García llevaba 23 años ejerciendo de docente en el colegio Robb Elementary, donde se produjo la masacre y, según reveló su hijo Christian García, la profesora fue asesinada tras ubicarse como escudo humano para proteger a sus alumnos.
EXTREMELY heartbreaking and come with deep sorrow to say that my Tia Irma’s husband Joe Garcia has passed away due to grief, i truly am at a loss for words for how we are all feeling, PLEASE PRAY FOR OUR FAMILY, God have mercy on us, this isn’t easy
pic.twitter.com/GlUSOutRVV— john martinez ❤️�� (@fuhknjo)
May 26, 2022
Madre de Salvador Ramos: “Mi hijo no era un monstruo”
Adriana Reyes, madre de Salvador Ramos, el sujeto de 18 años que realizó el tiroteo, aseguró que su hijo “no era violento”.
Según conversó con Daily Mail, su hijo Salvador era una persona solitaria, pero no era alguien violento.
“Mi hijo no era una persona violenta. Estoy sorprendida con lo que hizo”, dijo la mujer, revelando además que el asesino “no tenía muchos amigos”.
Poco después de cumplir 18 años, Salvador Ramos compró dos rifles y llevó a cabo el segundo tiroteo escolar más mortífero en la historia de los Estados Unidos.
