Las monjas Misioneras de la Caridad, fundada por Teresa de Cálcuta, son expulsadas por el gobierno de Nicaragua
El orfanato y la casa de acogida de las monjas son las últimas organizaciones que han sido clausuradas por el gobernante Daniel Ortega, tras denuncias del clero católico de violaciones a los derechos humanos.
Tal como en los años 80 había logrado la guerrilla sandinista persiguiéndolas y violándolas, las monjas de la orden de India Misioneras de la Caridad, fundada por Teresa de Calcuta fueron expulsadas por el gobierno de Nicaragua y debieron instalarse en Costa Rica.
Las 18 monjas fueron escoltadas por la policía nicaragüense hasta la frontera y cruzaron a pie a la vecina Costa Rica después de ser obligadas a disolver la agrupación y cerrar sus obras benéficas por el gobierno de Daniel Ortega.
Su organización es una de las últimas que han sido clausuradas en el marco de la ofensiva del gobernante Daniel Ortega contra sus opositores ya que el clero católico ha denunciado abiertamente las violaciones de los derechos humanos en Nicaragua.
Las Misioneras de la Caridad, creada el 16 de agosto de 1988 durante el primer gobierno sandinista (1979-1990) tras una visita a Nicaragua de la madre Teresa de Calcuta, mantenía una guardería, un hogar para niñas víctimas de abusos o abandonadas y un asilo de ancianos, que comenzaron a cerrar desde el pasado 15 de junio.
Un departamento gubernamental que supervisa a las organizaciones no gubernamentales las acusó de “no cumplir sus obligaciones” de declarar la procedencia de sus fondos.
Más de 200 organizaciones han sido clausuradas en Nicaragua desde 2018 por presunto incumplimiento de las nuevas y estrictas leyes de financiación.
Entre las clausuradas se encuentra la reconocida Academia Nicaragüense de la Lengua, así como una organización médica benéfica que ofrecía cirugías para niños con paladar hendido.
Estas organizaciones ilegalizadas por el Ejecutivo nicaragüense se engloban dentro de las medidas promovidas desde diciembre de 2018, ocho meses después de que estallara una revuelta popular -originada por unas controvertidas reformas a la seguridad social- calificada como intento de golpe de Estado por Ortega.
La tensión entre el gobierno de Daniel Ortega y la Iglesia Católica ha sido elevada desde que el clero refugió a estudiantes que protestaban contra el presidente nicaragüense durante una ola de protestas antigubernamentales en 2018.
Otras tensiones con la Iglesia y el clero de Ortega
En 2019, Silvio Báez, uno de los obispos más críticos con el gobierno de Ortega, abandonó el país tras recibir varias amenazas de muerte.
El obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, Silvio José Báez Ortega, lloró durante una misa de Pascua, su última misa en la iglesia Santo Cristo de Esquipulas, en Managua, el 21 de abril de 2019.
El propio presidente Ortega ha acusado al clero católico de ser “golpista” y lo ha calificado de “diablo con sotana”. El presidente, de 76 años, se encuentra en su cuarto mandato consecutivo tras ganar las elecciones presidenciales de 2021, ampliamente denunciadas.