La histórica visita de 1968 a Chile y que perduró en la memoria nacional
Hace 54 años la monarca británica estuvo siete días en un viaje organizado por el embajador Mariano Fontecilla. Durante esa semana vistió el Club Hípico en Santiago, Pucón y Valparaíso.
Por Aldo Lingua
La reina Isabel II, junto al presidente Frei Montalva, pasearon por las calles de Santiago en un descapotable.
Un 11 de noviembre de 1968 la soberana de Inglaterra arribó en el país, siendo trasladada del aeropuerto a la Plaza de la Constitución en el Palacio de La Moneda. Así fue el arribo de Isabel II a Chile, en una gira que contemplaba nuestro país y Brasil. Trece días en total, siete de los cuales pasó en Chile y contemplaron visitas al Club Hípico, por su afición a los caballos, Pucón y Valparaíso.
La visita al país fue gestionada con ocho meses de anticipación por el embajador Mariano Fontecilla luego de que en 1965 el presidente Eduardo Frei Montalva viajara a Gran Bretaña. El descapotable Ford Galaxie 500 XL fue el encargado de trasladarla junto al mandatario nacional, seguidos de miles de personas que se instalaron en las calles para darle la bienvenida.
Originalmente estaba contemplado que la monarca se quedara en el Palacio Cousiño, pero un incendio en el lugar, ocurrido las semanas previas, obligó a la comitiva a cambiar de recinto y se terminó alojando en el histórico Hotel Carrera. El último piso tuvo que ser redecorado de último minuto para acomodar a la reina.
Con un itinerario estricto y definido, la monarca entregó una ofrenda floral al monumento de Bernardo O’Higgins. También, vistió la Escuela Militar, el Congreso Nacional y la Corte Suprema, e incluso participó de una cena en la residencia particular del Presidente Frei Montalva.
Uno de los hechos más recordados fue cuando asistió al Estadio Nacional para ver un clásico universitario entre Universidad de Chile y Universidad Católica, partido que terminó igualado a cero.
Paseo por la costa
El 14 de noviembre visitó Valparaíso y Pucón. En el puerto fue recibida con honores, pasó por el Arco Británico y recibió un desfile de honor por parte de la Armada, en la plaza Sotomayor, celebrando la adquisición de una fragata inglesa por parte de la marina chilena.
Luego, en Pucón, se hospedó en el Hotel Antumalal. En la instancia, el Club Hípico organizó una carrera con su nombre.
