Comenzó el juicio que remece a Argentina: cómo ocho rugbistas mataron a Fernando Báez en una discoteca
Según testigos, los acusados se alentaban unos a otros, mientras golpeaban la cabeza y el cuerpo de la víctima en el suelo.
Esta semana comenzó en Argentina el juicio oral contra ocho rugbistas acusados de matar a golpes a Fernando Báez Sosa, de 18 años, a la salida de la discoteca Le Brique en el balneario de Villa Gesell, en Buenos Aires, durante el verano de 2020.
Las jornadas judiciales han estado marcadas por los testimonios de amigos de la víctima y testigos, que han relatado con estremecedores detalles el macabro crimen.
Máximo Thomsen (23 años), Enzo Comelli (22), Matías Benicelli (23), Blas Cinalli (21), Ayrton Viollaz (23), los hermanos Luciano (21) y Ciro (22) Pertossi, y su primo Lucas (23), fueron arrestados el mismo día del asesinato, por lo que cumplen prisión preventiva en una cárcel al sur de Buenos Aires, acusados por el delito de homicidio doblemente agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas.
La fatal madrugada
El cruel asesinato de Fernando Báez ocurrió el 18 de enero de 2020, cerca de las cuatro de la madrugada mientras el joven compartía con sus amigos en el local nocturno bonaerense.
Según el relato de testigos, una pelea que comenzó entre la víctima y Luciano Pertossi, terminó con la vida de Báez Sosa agonizando afuera del local.
Luego que ambos protagonistas fueran expulsados del lugar, Fernando Báez fue atacado por la espalda por Enzo Comelli y Ciro Pertossi, para luego ser golpeado entre los ocho rugbistas.
Según indicó Clarín, los individuos se alentaban unos a otros, mientras golpeaban la cabeza y el cuerpo de la víctima en el suelo. Tras ello, Fernando murió de un paro cardíaco debido a un traumatismo craneal.
“Estoy acá cerca donde está el pibe. Están todos ahí a los gritos. Está la policía y llamaron a la ambulancia, caducó…”, dijo Lucas Pertossi quien avisó a sus amigos a través de WhatsApp.
Posterior al deceso, los ocho rugbistas hicieron un pacto de silencio y culparon a Pablo Ventura, un joven al que le hacían bullying y quien se encontraba lejos del lugar. Esto provocó que Ventura fuera detenido por cuatro días.
Testigos del crimen
Óscar Rossi, padre de Julieta, la polola de Fernando Báez Sosa señaló entre lágrimas: “Juro que no le deseo a nadie ver lo que yo vi en el cuerpo de Fernando. Ni un animal en medio del campo, ni un cazador con un animal. No le deseo a nadie como papá ver a Fernando acostado y esperando que lo ingresen en un cajón“.
En tanto, Lucas Filardi, amigo de la víctima fatal, recordó: “Hubo patadas en el pecho y en la cabeza, estoy seguro. Fue un instante que vino gente gritando y le pegaron. (Fernando) Se cae el piso y ahí fueron patadas y piñas. No hubo acto de defensa, fueron piñas y patadas”.
Junto a ello, Alejandro Muñoz, jefe de seguridad de la discoteca Le Brique, indicó: “La saña era con Fernando. Se iban turnando (para pegarle). Todo el grupo pegaba“.
El juicio se extenderá por 22 jornadas, donde se escuchará a más de 170 testigos.