Deutsche Bank: por qué la caída del banco alemán hizo temblar a la economía mundial
La caída de las acciones de la entidad germana provocó un desplome en las principales bolsas del planeta.
El banco alemán Deutsche Bank se transformó en el nuevo foco de preocupación de la economía mundial, provocando el derrumbe de las principales bolsas del planeta.
Durante este viernes se reportó que las acciones de la entidad bancaria se desplomaron por sobre el 14% en el mercado de Fráncfort, arrastrando a otras instituciones del país y de Europa.
La caída de los títulos del banco se concretó después de que la entidad anunciara que planea amortizar 1.500 millones de dólares de deuda subordinada el 24 de mayo, antes de su vencimiento en 2028.
Los ecos de las dificultades accionarias del banco alemán llegaron hasta Estados Unidos. Wall Street empezó la jornada en rojo y el Dow Jones de Industriales, su principal indicador, perdía un 0,58 %.
En Chile, el IPSA marcó un retroceso del 0,7%, mientras que el dólar abrió al alza y superó los $810.
Alemania llama a la calma
El canciller alemán Olaf Scholz debió salir a entregar una declaración para entregar calma a los mercados y asegurar que el Deutsche Bank era una institución solvente, a pesar del desplome de sus acciones.
“Deutsche Bank ha modernizado y reorganizado fundamentalmente su modelo de negocios y es un banco muy rentable. No hay necesidad de preocuparse por nada”, afirmó el líder socialdemócrata.
Alemania es una de las principales economías de la Unión Europea (UE) y del mundo. Durante el último año ha debido enfrentar las dificultades por la invasión rusa a Ucrania, especialmente por el aumento de la inflación y los problemas para conseguir recursos energéticos.
Las crisis de los bancos
La razón detrás del “Viernes Negro” en materia financiera se debe a que la caída de los títulos del Deutsche Bank suma un elemento más en una crisis detectada en otras instituciones financieras del planeta.
Hace algunas semanas se reportó que el Silicon Valley Bank, el 16º banco comercial de Estados Unidos y uno de los principales en materia tecnológica, fue intervenido luego que sus clientes retiraran 42 mil millones de dólares en un solo día, provocando una crisis de solvencia.
Posteriormente los ojos se fueron a Suiza, el Credit Suisse, que también sufrió el desplome. En este caso la preocupación fue extrema, ya que la institución está estrechamente ligada al funcionamiento del sistema global. Para subsanar el problema, el banco fue comprado por el UBS.
La preocupación de los mercados internacionales se basa principalmente en el tamaño de estas entidades financieras, cuya insolvencia podría arrastrar a gran parte del sistema a una incertidumbre total.
En este caso, el Deutsche Bank cuenta con más de 100 mil empleados en más de 70 países y tiene una gran presencia en Europa, América, Asia-Pacífico y en los mercados emergentes.