Pablo Wagner rompe el silencio: "Yo siempre he tenido claro que no cometí cohecho y menos lavado de activos"
El ex subsecretario de Minería imputado por cohecho, lavado de activos y delitos tributarios, se refirió por primera vez al proceso que vive hoy respecto al caso Penta asegurando que "el costo familiar ha sido fuerte".
Tras 52 días recluido en el recinto penitenciario Capitán Yáber, tras ser formalizado por delitos tributarios, lavado de activos y cohecho, Pablo Wagner hoy cumple arresto domiciliario total y arraigo nacional. El ex subsecretario de Minería este viernes rompió el silencio en entrevista con revista Qué Pasa donde se refirió en extenso del proceso y la situación que lo afecta actualmente.
Relató que se enteró a través de periodistas de su vinculación con el caso que llevaba adelante el Ministerio Público “probablemente a raíz de la filtración de una declaración de Bravo donde me involucraba” y que en ese minuto porque “no pensé que ese finiquito voluntario comercial que habíamos desarrollado (con Penta) se iba a tomar de mala forma”.
“Pensé en mi señora, en mis hijos, en mi cuñada que se iba a ver afectada”, agregó.
En cuanto a la situación que vivió cuando era funcionario del gobierno de Sebastián Piñera y recibió dinero de parte de Penta, a través de boletas que emitió su cuñada María Carolina Cerda, indicó que esos pagos se debían a un finiquito comercial y que el método de pago fue diseñado “desprolijamente” por Hugo Bravo. “Yo cometí el error de aceptar ese diseño, cosa que no debí haber hecho nunca”, dijo.
“Era un pago porque yo tuve relación comercial con ellos hasta marzo de 2010 y quedaban recursos pendientes. La forma debió haber sido distinta, pero el pago debió existir siempre como término de un finiquito voluntario comercial“, señaló.
Consultado por si se cuestionó que lo normal era recibir el dinero de una sola vez, sostuvo que “es evidente que debió hacerse de una vez. En el momento no pensé mucho en eso, porque cuando esto se empieza a ejecutar, que fue a partir de junio, yo ya estaba en el gobierno e involucrado en la tarea ministerial. No lo pensé mucho. Podría haber sido mucho más precavido, pero fue un diseño que establece Bravo y que, obviamente, como había relaciones de confianza desde hace muchos años, uno no lo duda“.
Además, manifestó que “es absurdo ser cohechado o aceptar un soborno a través de boletas (…) Aunque sean de terceros, de cuartos. Es ridículo pensar ‘yo voy a hacer esto porque quiero tener un cohecho sofisticado’. Nunca se me pasó por la cabeza. Esto era un pago de un finiquito voluntario comercial que fue mal diseñado. Yo no lo debería haber aceptado, pero jamás me puse en el escenario de un cohecho”.
Wagner señala que después de este proceso “no pisaría un ministerio nunca más” y que tampoco volvería al sector público porque “el costo familiar ha sido fuerte. Uno puede ayudar a su país de múltiples maneras”.
“Uno siempre siente vergüenza por el daño que le pueda causar a otros o por cómo pueden sentirse los demás. Pero quiero dejar super claro algo que hoy se ha ido aclarando aún más (…) Yo siempre he tenido claro que no cometí cohecho y menos lavado de activos“, aseguró.
Sin embargo reconoció que “la facilitación de boletas es un error que no se debería haber producido. Lo hemos reconocido siempre. Pero no reconocemos haber tratado de conseguir alguna ventaja desde el punto de vista de devolución de impuestos. O sea, haber aceptado este pago diseñado por Bravo es un error que trae como consecuencia cometer otro error, que es pedir esas boletas y tener que ejecutar ese procedimiento, que era equivocado“.