Michel Jorratt: "Hubo presiones de Interior para que no nos siguiéramos metiendo en SQM"

El lunes, el Gobierno le pidió la renuncia como director del Servicio de Impuestos Internos a Michel Jorratt por diversas razones: su cuestionado rol en el caso Penta, las críticas por la demora en presentar querellas respecto del caso SQM pero en especial por los cuestionamientos surgidos tras darse a conocer las boletas que emitió a la empresa de Giorgio Martelli mientras fue parte del comando de Michelle Bachelet.

Sobre su salida, comentó a Revista Qué Pasa, que siente “un relajo” pero que le es inevitable pensar en las diligencias pendientes.”Cuando pienso en todo lo que estábamos haciendo en el servicio y que no voy a poder concluir, siento frustración. Y también siento rabia. Rabia porque, en el fondo, es como que a mí me pusieron del lado de los malos cuando en realidad yo estaba del lado de los buenos. Y eso la gente no lo entendió”, dijo.

Jorratt, entre otroas cosas, comentó la información revelada por el diario La Tercera el domingo pasado en el que correos electrónicos con el subdirector jurídico del SII, Cristián Vargas, daban cuenta de un quiebre al interior de la institución ya que este último quería querellarse contra Martelli y Jovino Novoa, mientras el ex director del servicio demoraba las acciones.

Al respecto, sostuvo que “todo eso es mentira”, argumentando que “nosotros conversábamos personalmente” y que “lo que estaba pidiendo es que hiciera bien la pega, porque estábamos presentando dos querellas, una contra Jovino Novoa y otra contra Martelli y la señora (Clara) Besán, la contadora. En el caso de Novoa ellos hicieron todas las diligencias, pero en el segundo sólo interrogaron a la señora Besán y no a Martelli. Y consideré que era fundamental, y lo consulté con otros especialistas, que le tomáramos declaración. Entonces le pedí a Cristián, que para que el caso no se nos cayera después en tribunales, que lo citara a declarar al día siguiente. En ningún caso estaba pidiendo dilatarla“.

Consultado por si tuvo presiones en su accionar respecto a las investigaciones por presuntos delitos tributarios y financiamiento irregular de campañas políticas, fue enfático en señalar que de parte del ex ministro de Hacienda, Alberto Arenas, “nunca me presionó. Lo he dicho en reiteradas veces y lo vuelvo a decir. El ministro Arenas nunca habló de estos temas. Presiones yo tuve de la opinión pública, de los diputados, senadores. También, algunas presiones del gobierno por otras vías, pero lo importante es que siempre hicimos las acciones que había que hacer. Y presentamos todas las querellas que correspondía”.

“Yo percibí mucha inquietud por el hecho de que nosotros llegáramos a fiscalizar a SQM. De hecho, en el minuto en que presentamos la querella en contra de (Pablo) Wagner y se mencionaba ahí una boleta de otra persona a Soquimich (la cuñada), eso generó demasiada inquietud en Interior. Se me transmitieron esas inquietudes y sí, hubo presiones de Interior para que no nos siguiéramos metiendo en SQM“, indicó, pero de inmediato descartó que haya sido de parte de Rodrigo Peñailillo. “Yo nunca hablé con el ministro Peñailillo, pero es injusto que Andrea Palma aparezca como responsable de presiones, porque ella simplemente actuaba como mensajera de Interior. Y esos mensajes apuntaban a que no nos siguiéramos metiendo en Soquimich, porque eso podía desatar situaciones complejas para el país“, agregó.

Sobre esto, afirmó que “a mí me parecía que claramente eso tenía que ver con que había aportes de dinero de Soquimich que, a lo mejor, pudieran vincular a la presidenta, es lo que pensé, o a demasiada gente. Pero nunca supe realmente qué es lo que se quería ocultar. Nunca hubo claridad respecto de qué es lo que querían ellos ocultar“.

Esta situación la comentó con gente al interior del SII, entre ellos Vargas, señaló que “yo dije que no estaba dispuesto a omitir acciones que fueran necesarias y, por supuesto, él estaba de acuerdo conmigo. Por eso actuamos como lo hicimos. Ahora, cuando me preguntan si hubo demoras, siendo bien sincero, frente a esta incertidumbre de que pudiéramos estar haciendo algo que pusiera en riesgo la institucionalidad, que es un poco lo que se decía, evidentemente que uno se toma un tiempo para pensar y reflexionar bien lo que va a hacer. Entonces, probablemente la querella contra SQM demoró dos semanas, tres semanas, pero no creo que ésa sea razón para culparme, porque finalmente se presentó”.