Estudiar donde sea y cuando sea: La alternativa de los cursos online que toma fuerza en las Ues chilenas
Actualmente casi la totalidad de los planteles en el país ofrecen al menos un curso online y universidades como la PUC, la U. de Chile y la UNAB tienen programas con decenas miles de alumnos inscritos.
Mientras las universidades de todo el país están comenzando un nuevo año académico en las aulas, miles y miles de alumnos están escogiendo una opción de estudio que no los obliga a cumplir con un horario determinado, ni ir a una sala de clases, ni siquiera estar en la misma ciudad en la que se imparte el curso. En algunos casos ni siquiera se necesita tener financiamiento. Sólo basta con una buena conexión a internet y mucha autodisciplina.
Se trata de los cursos online, que desde hace casi dos décadas se imparten en todo el mundo, pero que en los últimos cinco años han tenido un crecimiento importantísimo en las universidades, incluyendo las chilenas. La masificación y las mejoras en la conexión a internet, plataformas como YouTube y la cultura asociada al “Hazlo por ti mismo”, han hecho que en EE.UU., mientras disminuye la matrícula de pregrado a un ritmo de un 2%, los cursos online crezcan a un ritmo de 5%.
En Chile, solo entre 2015 y 2016, la matrícula de chilenos en cursos de pregrado online creció un 21% y llegó a los 24.659 alumnos. Esto sin contar los matriculados en cursos gratuitos, que en algunos casos llegan a los 100 mil inscritos. “Estos cursos funcionan muy bien con la idea del ‘anytime, anywhere’. Dónde quieras y cuando quieras. Por ejemplo, son muy beneficiosos para personas que están trabajando o que van a la universidad por segunda vez y que ahora tienen familia. Otra ventaja es que pueden tomarse cursos en otras partes del mundo. Da la oportunidad de hacer una carrera completa a personas que físicamente no pueden ir a una universidad por alguna razón”, explica Luz Montero, directora de UC Virtual.
Actualmente prácticamente todas las universidades poseen alguna modalidad de curso online. Pero una de las primeras en comenzar fue la PUC, que desde 1999 ofrece cursos vía internet. Sin embargo, tal y como el resto de las Ues, el crecimiento en este tipo de programas se ha manifestado con mayor fuerza en la última década. De hecho, hace casi un año fusionaron el área de Teleduc, que ofrecía cursos online fuera de la comunidad universitaria, y UC Online, que se centraba en complementar los programas de pregrado.
Desde entonces existe UC Virtual, que actualmente está desarrollando cursos pensados exclusivamente para esta plataforma.
“El fuerte de los cursos online en la UC es la Educación Continua, con diplomados y cursos. También hay cursos de capacitación, una línea de cursos de inglés, de excel. En pre grado y posgrado hay cursos optativos, por ejemplo en Letras hay uno que es completamente online. Pero eso aún está comenzando. También han crecido los cursos semipresenciales, donde los alumnos llegan con todo estudiado y llegan solo a ver casos prácticos y a hacer talleres”, cuenta Montero.
En las universidades privadas también hay un fuerte incremente en este tipo de cursos. Una de quienes se destaca en esta materia es UNAB, desde donde en 2012 comenzaron con la modalidad online y ya lograron que uno de sus programas, el Magíster en Gestión en Atención Primaria de Salud, se acreditara por siete años. “Es el primer Magíster de esta área acreditado y que haya alcanzado siete años es algo realmente destacado”, explica Paola Olivares, Jefa de Diseño y Desarrollo de UNAB Online.
“Hemos desarrollado cuidadosamente cada diseño de nuestros programas online con el fin de responder a las necesidades educativas de nuestros estudiantes, ofreciéndoles una experiencia de aprendizaje innovadora, integral y efectiva. Somos una universidad acostumbrada a entregar programas sustentados sobre altos estándares académicos y en la modalidad online seguimos el mismo principio de calidad y es eso lo que los estudiantes han valorado.
“Más de 7 mil estudiantes cursaron -al menos- un curso online durante el 2016 y nos proyectamos a sobrepasar los 8 mil durante este 2017, número que incluye tanto alumnos de pregrado cursando algunos cursos en modalidad blended, como alumnos de postgrado en programas 100% Online, lo que nos ha permitido recibir estudiantes de Chile y del extranjero”, dicen desde la universidad.
Los expertos y académicos de todas las universidades concuerdan en que el E-Learning llegó para quedarse y que seguirá creciendo. ¿Reemplazará alguna vez por completo la enseñanza en las aulas? La Jefa de Diseño de UNAB Online dice: “Más que el reemplazo de la presencialidad por el Online, lo que está sucediendo es la apertura de nuevos programas académicos, vinculados al crecimiento e incorporación de la tecnología en todos los aspectos de la vida social”.
Junto con los pre y posgrados, la modalidad de los cursos online masivos y abiertos, que por sus siglas en inglés se conocen como MOOC (Massive Open Online Course), también han crecido fuertemente desde 2008. La Universidad de Chile, que también fue pionera en la implementación de cursos online a fines de los 90′ y principios de los 2000, ha sido una de las más exitosas en esta clase de cursos en el país.
Su plataforma U Abierta actualmente ofrece 7 cursos, y en 18 meses de existencia se han inscrito 93 mil personas. Su curso más masivo ha sido uno sobre “Vulnerabilidad ante desastres socionaturales”, que podía ser tomado por cualquier persona en todo el mundo. “Nuestros cursos son multidisciplinarios, participan varios académicos de distintos áreas, para dar una mirada crítica a los temas”, explica María José Vilches, directora de U Abierta, que agrega que estas experiencias ayudan a “expandir las fronteras tradicionales de la Universidad, no solo geográficas, sino culturales, sociales y económicas”.
Los expertos califican la llegada de lo online como un viaje sin retorno: “En Educación Superior, ya sea por necesidades de acceso, de tiempo, de estructuras de pensamiento, etc., el Online aparece como un gran aliado para aprender en tiempos de la Tecnología de Información y Comunicación. Desde los canales ‘menos académicos’ como YouTube; hasta las plataformas, metodologías y programas universitarios online, las personas ven una oportunidad en esta modalidad de hacer más eficientes y efectiva su formación académica“, concluye Olivares de UNAB.