Muertes de trabajadores en Fruna se registran desde 2014
Tras conocerse el fallecimiento de dos trabajadores, la Dirección del Trabajo elaboró un informe a solicitud del senador Alejandro Navarro.
En mayo de este año se conoció que dos trabajadores de la empresa Fruna fallecieron al interior de la fabrica ubicada en Maipú. Rolando Venegas (45), uno de los empleados, se suicidó en su puesto de trabajo y, horas más tarde, uno de sus amigos murió de un ataque al corazón después de enterarse que su colega se había colgado de una viga de la planta a plena luz del día. Ambos fallecimientos ocurrieron en abril de este año.
Pero no fue la única muerte ocurrida en la fábrica alimentos. Según consigna un informe de la Dirección del Trabajo (DT), en 2014 Fruna debió pagar una multa por la muerte de un trabajador.
La muerte de este año de los dos funcionarios y la seguidilla de irregularidades laborales que se dieron a conocer motivó al senador Alejandro Navarro a solicitar un informe a la Dirección del Trabajo (DT) con las fiscalizaciones desde 2012 a junio de 2017.
Mediante un oficio fechado el 4 de agosto, el director del Trabajo, Christian Melis, responde a dicha solicitud e informa al Senado acerca de los antecedentes laborales de la empresa Fruna, específicamente sobre el número de denuncias recibidas contra la empresa Alimentos Fruna Ltda. por violación a los derechos laborales de sus trabajadores de los últimos cinco años, los informes de fiscalizaciones realizadas a dichas empresas y, además, la opinión de dicho servicio respecto a la situación laboral que han denunciado los trabajadores de la citada empresa.
Respecto a la opinión solicitada por el senador Alejandro Navarro a la entidad fiscalizadora respecto a la empresa, la DT asegura que a pesar de que este informe es motivado por la muerte de 2 trabajadores al interior de las dependencias “a la fecha no existen denuncias ante tan lamentable hecho, sin perjuicio de haberse fiscalizado la situación, que terminó con 2 sanciones administrativas”, una por no haber informado en forma inmediata a la Inspección del Trabajo de la ocurrencia del hecho y la otra por no llevar correctamente el registro de asistencias respecto a uno de los trabajadores fallecidos el 29 de abril de 2017, “por 150 y 60 unidades tributarias mensuales, respectivamente”. Es decir, por la muerte de dos trabajadores al interior de su fábrica, Fruna debería pagar $9.825.270.-
Sin embargo, esta no es la primera multa que dicha empresa debió pagar por no informar inmediatamente a la Inspección del Trabajo un accidente fatal y grave.
En el informe de la DT se consigna el pago de una multa por $3.509.025 a raíz de una fiscalización constatada en julio de 2014. Casi el doble tuvo que pagar, además, por haber reanudado las faenas sin que se verificaran subsanadas las deficiencias que provocó el accidente fatal y grave, por un monto de $7.018.050.
En la misma fiscalización se constató que la empresa no informa a los trabajadores acerca de los riesgos laborales, no cuenta con señalización visible y permanente de las zonas de peligro, las maquinarias y equipos no están debidamente protegidos y el lugar de trabajo no cuenta con condiciones seguras.
Misma situación se repite en una fiscalización del 27 de abril de 2015, en la que la empresa nuevamente no informó inmediatamente a la Inspección del Trabajo respecto a un accidente fatal y grave.
En ese momento, la empresa de la familia Santiesteban pagó sólo un poco más de $3 millones por esa falta. En suma, por otras 4 multas detectadas en la misma fiscalización, canceló además $6.643.754.-
En febrero de 2013 se solicitó otra fiscalización a la empresa, la que fue solicitada por el mismo empleador, también por un accidente del trabajo grave o fatal.
Otras irregularidades detectadas entre 2012 y este año por las cuales la empresa tuvo que pagar multas fueron no pagar remuneraciones, no otorgar descanso a sus trabajadores, exceder el máximo de horas extras por día, no mantener el número suficiente de asientos y sillas, pagar sueldo base inferior al ingreso mínimo mensual, adulterar registro de asistencia de los trabajadores, no tomar las medidas efectivas para evitar la presencia de insectos y roedores, entre otras.
En total, hubo 97 solicitudes de fiscalización formuladas por los trabajadores, organizaciones sindicales y terceros; 7 fiscalizaciones investigativas y 21 fiscalizaciones solicitadas por el empleador.