VIDEO | Fernando Paulsen explica con manzanas la polémica por las portadas de la Revista Ya
El semanario causó polémica por la intención demostrada en las portadas con el gabinete de Sebastián Piñera y las líderes del movimiento feminista.
No fueron pocos los comentarios en redes sociales que se le dedicaron a la portada de la Revista Ya de El Mercurio de este martes, protagonizada por las líderes del movimiento feminista universitario. En ella aparecen vestidas de negro, con un fondo del mismo color y con una actitud bastante seria.
Una situación que contrasta con la portada del mismo semanario lanzada durante el mes de marzo en el que las ministras del gabinete de Sebastián Piñera aparecieron vestidas de blanco con una luminosidad que, incluso, le aclaró el pelo a varias.
Esto fue abordado por Fernando Paulsen en la editorial de su programa Combinación Clave de Radio La Clave. En el espacio radial, el periodista explicó que “todas las portadas son un acto de selección, para que determinadas cosas que la pauta que maneja esa portada resalte aquello que le parece más importante, más notorio, más relevante. Y deje en las páginas interiores, o definitivamente no lleve en esa edición, lo que es aquello que considera irrelevante, no trascendente o secundario”.
“Dentro de eso hay espacio para la discriminación intencional, para la discriminación absolutamente sesgada, para postergar en las páginas inferiores de la portada o en las páginas interiores escondidas entre dos avisos, una noticia que muchos considerarían relevante pero que para los dueños del diario o para los que lo administran no debieran destacarse demasiado. Sí, hay de eso y mucho”, agregó.
Tras esto, Paulsen contextualizó que lo anterior era para dar a conocer su postura con respecto a la portada de la revista perteneciente a El Mercurio. “Un reportaje interesantísimo sobre las líderes del movimiento feminista universitario. Lo que impactó es cómo define el medio que tiene que ir en la portada esas mujeres y con qué elementos se acompañan. Y aquí viene el parangón, y yo hacía ayer en Última Mirada una analogía con un escándalo mayúsculo que hubo cuando capturan en Los Ángeles a O. J. Simpson por el asesinato de su mujer y un amigo de ella”.
“Después de perseguirlo, lo capturan y se toma, como corresponde a la legislación estadounidense, una fotografía de frente y perfil con su número de ingreso. Dos revistas, por la importancia de la noticia, escogen la misma foto para su portada“, precisó, señalando que la revista Time y Newsweek se diferenciaron en que la primera decidió oscurecer al detenido, mientras que la segunda publicó la foto natural.
“Time decidió ennegrecer intencionalmente a O. J. Simpson, al hacerlo aún más negro de lo que es. La tragedia estadounidense ya no es el crimen, parece que son los negros. La revista Time pidió disculpas públicas, sacó la revista de circulación y lamentó sus criterios para haber visto un diseño gráfico basado en algo que podría ser malinterpretado”.
Todo esto, continuó el periodista, para dar a entender que “cuando se presenta en portada a las nuevas ministras del presidente Piñera, tienen una situación analógica muy similar. La de marzo con el gabinete de Piñera es con fondo blanco, con columnas medias griegas o romanas, todas vestidas de blanco, todos los pelos enrubiecidos por la tecnología digital. Da la sensación de una suerte de luminosidad para ellas. Gran portada, bonita. Todo puro, limpio”.
Mientras que “la de esta semana, bajo el título ‘La revolución feminista por dentro’, es exactamente lo opuesto, el fondo negro, ellas fueron pedidas que estuvieran con ropa negra, es una foto posada, no es una foto natural. Las cuatro mujeres que ahí aparecen, todas adustas, serias, con un fondo negro. Puede que no haya habido ninguna intención, no quiero decir que hubo intención, pero comparando las dos uno puede ver e interpretar lo que parece luminoso, de aquello que parece oscuro, pesimista, bajoneante“.
“Digo esto porque normalmente los medios no nos sacamos la suerte entre gitanos y yo estoy totalmente en contra de eso, cuando los compañeros de profesión hacen situaciones que debiera comentarse, debieran decirse. Pero, repito, puede no haber sido intencional, pero va a haber mucha gente que vio una línea editorial, un mensaje, una intención sesgada en el caso de las mujeres que están detrás del movimiento feminista, de las mujeres que van a encabezar buena parte del gabinete”, concluyó.