De Huechuraba a Las Condes: así fue la jornada de alerta de bombas en Santiago
La explosión registrada en la comisaría de Huechuraba y el paquete que llegó a las oficinas de Rodrigo Hinzpeter motivaron un amplio operativo para encontrar a los responsables.
Eran cerca de las 12:45 de este jueves cuando se activaron todas las alarmas. Un paquete dejado a través de encomienda por una trabajadora de Correos en un recinto policial de Huechuraba desató una explosión que luego tuvo una inesperada réplica en las oficinas de un ex ministro del Interior en la comuna de Las Condes, desatando una serie de alertas de bombas en Santiago.
Todo comenzó con la recepción de un elemento dirigido a la 54° Comisaría de la comuna. Allí los funcionarios lo recibieron como cualquier otro envío que llegaba a sus oficinas. Lo que hasta el momento no sabían era que se trataba de una bomba, la que fue detonada en pleno recinto policial.
La fuerza de la explosión rompió puertas y ventanas. Pero lo más preocupante era la situación de ocho uniformados, quienes fueron trasladados en helicóptero hasta el hospital institucional. Luego se confirmó que todos estaban fuera de riesgo vital.
Con el pasar de los minutos la situación era confusa. Se liberaron imágenes que mostraban a la repartidora que llegó con el paquete. El propio Presidente Sebastián Piñera afirmó que, según los antecedentes preliminares, ella sólo se limitó a la entrega y que no tenía conocimiento de lo que llevaba.
La alerta con Hinzpeter
Cuando la situación en el sector norte de Santiago parecía controlada el Grupo de Operaciones Policiales Especiales (GOPE) tuvo que movilizarse hasta otro extremo de la ciudad, en la calle Enrique Foster Sur con Apoquindo, en la comuna de Las Condes, donde se notificó una extraña situación ocurrida en las oficinas del Grupo Quiñenco, de Andrónico Luksic.
En ese lugar trabaja el ex titular de Interior y Defensa, Rodrigo Hinzpeter, quien se desempeña como gerente legal del consorcio. La situación era confusa, ya que se había recibido una encomienda similar a la de Huechuraba sin mayores pistas sobre su composición.
Los protocolos se activaron de inmediato y el sitio fue evacuado. Con el correr de los minutos se supo que la bomba iba al piso 16, justamente donde se encuentran las oficinas del ex secretario de Estado. “Me avisaron que había, al igual que ocurrió en el caso de la Comisaría de Huechuraba, eventualmente un paquete que podría tener un artefacto explosivo”, fue lo que afirmó el abogado.
Los expertos de la policía uniformada finalmente entraron al edificio para revisar y desactivar el artefacto.
De los orígenes de los atentados poco se supo. Varios recordaron los ataques en contra del ex presidente del directorio de Codelco, Óscar Landerretche; del presidente de Metro, Louis de Grange; y el que afectó a un grupo de pasajeros del Transantiago en un paradero. En esos casos apareció un grupo “eco-terrorista” que a los pocos minutos se adjudicó las acciones a través de mensajes por Internet.
El fiscal Héctor Barros afirmó que, según los primeros indicios, al menos la elaboración de una de las bombas en Santiago sería distinta. “El artefacto sería distinto en cuanto a la confección pero para ello tenemos que seguir continuando con las pericias”, expresó.
Uno de los pocos datos existentes sobre la autoría del hecho fueron entregados por el propio Presidente Piñera, quien afirmó que “sabemos el nombre, la dirección y el teléfono del presunto remitente y esto está siendo investigado por la Fiscalía y también por OS7 de Carabineros”.
El Gobierno anunció la presentación de querellas por Ley Antiterrorista y aprovechó la coyuntura para llamar al Congreso a aprobar las modificaciones a la normativa vigente, la que según el Presidente “da mas instrumentos a los fiscales, a los Carabineros y a las policías para poder combatir con mayor eficacia a los terroristas que tanto daño causan en nuestro país”.