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Actualizado el 13 de Septiembre de 2019

Claudia Pizarro, la alcaldesa de la comuna olvidada

La Pintana, última en el Índice de Calidad de Vida Urbana, debe lidiar con conflictos que otras comunas casi no conocen. Así es un día con la mujer que debe resolver estos problemas.

Por Brenda Martínez
Claudia Pizarro
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Claudia Pizarro, alcaldesa de La Pintana, volvió a la casa de calle Rey Don Felipe de la población San Rafael. El 24 de agosto esa vivienda le había servido de refugio cuando fue atacada por un grupo de allegados de su comuna. Nerviosa, esta vez entró al domicilio acompañada de un carabinero de la unidad de Protección de Personas Importantes de carabineros, que cuida a la alcaldesa desde octubre de 2017.

Ese 24 de agosto se encendieron nuevamente las alarmas en la comuna. Esta vez no eran los narcos ni los delincuentes los que causaron el pánico de Pizarro, sino que un grupo de al menos 400 allegados, dirigidos por José Hidalgo, funcionario de la municipalidad desde 1996.

En medio de la inauguración de una multicancha, la jefa comunal y su equipo fueron agredidos por una turba de personas que exigían soluciones habitacionales.

“Ningún alcalde entrega subsidios, tiene constructoras, ni inmobiliarias y eso algunas personas no lo entienden. La definición del uso de los terrenos se realiza en una instancia donde votan los consejeros regionales y donde los alcaldes tienen poca participación”, explicó a EL DÍNAMO Claudia Pizarro, cuya comuna se ubica en el último puesto del ránking de Índice de Calidad de Vida Urbana, un marca más para el largo historial de conflictos que se viven en La Pintana.

El miedo

Mientras camina desde las dependencias de la municipalidad hasta un sitio eriazo ubicado en plena avenida Santa Rosa, donde la esperaban las integrantes del Taller de Mosaicos, quienes adornarán los maceteros gigantes que se instalaron para evitar que se bote basura en el lugar, la alcaldesa cuenta que -durante la violenta manifestación- la invadió el miedo y temió por su vida.

“Sentí miedo, miraba lo que estaba pasando y sabía que si me quedaba no iba a pasar nada bueno. Temía por mi vida y por la de los funcionarios que estaban conmigo ese día (…) Tuve miedo porque no era gente que estuviera conversando, sino que eran personas que estaban gritando, diciendo garabatos, insultando…”, relata.

Durante el caos, la alcaldesa fue acogida en la casa de una familia que no permitió que los manifestantes ingresaran y la resguardaron hasta que llegó personal de Carabineros. Días después de ese hecho, Pizarro agradeció personalmente a quienes la ayudaron.

El conflicto

El Consejo Regional Metropolitano de Santiago (CORE Santiago) aprobó el 27 de junio de 2018 la modificación al sector de La Platina, que corresponde a un terreno de 300 hectáreas que tenía un uso principalmente agrícola, y donde se construirán viviendas, zonas de servicios y equipamiento, además de la habilitación de áreas verdes en un gran parque intercomunal entre La Pintana y Puente Alto.

“Fuimos partidarios del cambio de uso de suelo. Esto ya venía caminando de mucho antes y había sido desplazado (…) los consejeros lo votan con un 30% para viviendas sociales, lo que yo encontré bien. La política habitacional le corresponde en particular al Ministerio de Vivienda, por lo tanto si el Gobierno dice ‘integración social’, yo estoy de acuerdo y trabajo en apoyar esa mirada”, cuenta Pizarro.

En ese sentido, Claudia Pizarro destaca que en la comuna “no se pueden seguir construyendo poblaciones como El Castillo o la Santo Tomás, donde se hacinó a la gente. Hoy en día los problemas que nosotros tenemos parten por la falta de espacio público, por casas muy pequeñas, por construir para pobres con una mirada discriminadora”.

“Acá hay otros problemas que no se han abordado de la Ley de Urbanismo y Vivienda, la que nos dice que hay un mínimo y un máximo para construir una vivienda social y siempre para las periferias -no sólo en La Pintana- construyen por el mínimo”, critica.

“Hace muchos años, en la comuna vivían un 2% de profesionales y hoy esa cifra alcanza un 8%, pero nunca se ha pensado en construir viviendas para que los profesionales se queden en La Pintana. Eso es lo que queremos hacer, no solo construir para los pobres, si no que también para los que quieren vivir mejorcito, que quieren estar cerca de sus redes familiares. Queremos pensar en ellos también, para que no se vayan”, complementa.

La Pintana tiene carencias graves. Igual se las arreglan para capacitar, como estas mujeres que aprendieron mosaiquismo.

De acuerdo al censo del 2017, en La Pintana existen cerca de 4.000 allegados, de los cuales 1.700 recibirán solución luego de que se construya el Conjunto Habitacional Antumapu.

“El 30% de las 300 hectáreas de La Platina alcanzan para siete mil soluciones habitacionales, por lo tanto nosotros estaríamos cubriendo la necesidad en ese terreno (…) pero lo que están haciendo algunos es invitar gente de otras comunas, porque quieren que todo el terreno sea viviendas sociales”, explica.

En ese contexto, Pizarro argumenta que “lo malo que han hecho los gobiernos, en general, es mirarnos para resolver los problemas de otras comunas, en los terrenos nuestros. Yo me la voy a jugar para que la gente de La Pintana encuentre solución en la comuna”.

“No voy a promulgar y no comulgo con aquellos dirigentes que, a través del populismo, invitan a otra gente a poblar la comuna (…) es por esto que yo me he visto enfrentada a cosas que son bastante violentas”, continúa.

La jefa comunal aseguró que “las políticas de dialogo están instauradas, por medio de los reglamentos que tienen los municipios. Hemos dado audiencias públicas, hemos atendido agrupaciones de allegados sin ningún problema y con absoluto respeto(…) creo que con estas manifestaciones agresivas de funar actividades municipales no nos llama a la conversación”.

La administración difícil

Entre saludos y bendiciones que recibe Claudia Pizarro, mientras almuerza en un restaurante de la comuna, cuenta que sus gestiones al frente de La Pintana se ha visto complicada por distintas razones.

“Ha sido difícil. He notado una especie de resistencia, porque tengo una mirada muy distinta a la que tenía la administración anterior. Por ejemplo, acá se escondían los problemas más críticos como el narcotráfico, no se hablaban de esas cosas. Pero yo creo que esas cosas no se pueden esconder debajo de la alfombra, eso hay que ponerlo en la mesa y buscar entre todos la solución”, comenta.

“Nosotros lo que hemos hecho es abordar el tema, decir que es complejo. Creemos que quienes consumen drogas están enfermos y que tenemos que sanar y revertir”.

Sobre el trato desigual y clasista que el Estado tiene con las comunas más pobres, en comparación a otras del sector oriente de la capital, Pizarro asegura que la mayoría de los chilenos es discriminador y que eso también se ve reflejado en la política.

“Cuando asumí en 2016 teníamos un carabinero cada mil habitantes, después de las últimas gestiones, ahora tenemos un carabinero cada 500 habitantes, igual que en Las Condes. Sin embargo, en Las Condes tienen otros elementos que les brindan más seguridad (…) tienen otro nivel en el presupuesto municipal. Nosotros tenemos 26 mil millones de pesos y ellos cuentan con 260 mil millones”.

“Ellos tienen menos problemas que nosotros, la gente de allá no se está matando. Quizás les roban más, pero tienen asegurados todos sus bienes, en cambio acá duele cuando le roban al pobre porque ellos no tienen seguros”.

En ese contexto, Pizarro concluye que Carabineros y la PDI hacen “la pega”, pero que la Justicia “es demasiado garantista y está ‘al debe'”.

Entre redes sociales y matinales

-¿Cuál es su opinión frente a la presencia de los alcaldes en los matinales?
-Yo voy a los matinales igual, pero a comentar alguna noticia. No me gusta meterme mucho en ese sentido, pero si ellos tienen el espacio para estar ahí es porque tienen su comuna ordenada y no hay problemas. Yo no podría hacerlo una vez a la semana. La verdad es que me falta el tiempo para atender todas las necesidades de La Pintana.

¿Le gustaría ejercer algún otro cargo público, como ministra quizás?
-No. Me gustaría estar dos períodos de alcaldesa en La Pintana, siento que aún hay muchas cosas que hacer aquí y en sólo cuatro años no se puede hacer todo.

¿Cómo es su relación  con el Gobierno?
-Me llevo bien con el Gobierno, no me “fui para la casa” porque ganó la derecha. Yo no voté por ellos, pero me he sentido escuchada.

¿Qué nota le pondría a la gestión del Presidente Sebastián Piñera?
-Cuando te sometes a una votación popular lo más importante es ser decente, no solo parecerlo. En el fondo si tú te metes en esto tienes que ser al revés y al derecho decente. Yo creo que le ha faltado transparencia al Presidente. Lo calificaría con un cuatro.

¿A quién ve como un posible candidato a las presidenciales en la Democracia Cristiana?
-No veo muchos candidatos, no visualizo a ninguno que acapare el apoyo del resto. Creo que estamos perdidos… Hay mucha desunión, una falta de comunidad tremenda y así nos va a ganar la derecha.

“Nos falta proyecto político. Creo que cada vez nos encerramos mucho en las cúpulas políticas y no bajamos a los territorios, escuchamos menos a los ciudadanos, cada vez nos alejamos más de lo que quiere la gente”, concluye Claudia Pizarro.

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