Experto analiza daños en Metro: “Hasta 7 meses podría demorar la reconstrucción”
Según explico el académico en Transporte de la UTEM, Ariel López, lo más complicado es refaccionar las estaciones de la L4a, sobre todo aquellas donde hubo quema de trenes.
El hecho esencial enviado por Metro de Santiago a la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) y que informó que recién en marzo del 2020 estaría en condiciones de abrir toda la Línea 1, aumentó la incertidumbre de cuándo podría estar lista la reparación del resto de la red.
El especialista y profesor de Ingeniería de Transporte en la UTEM, Ariel López, contó a EL DÍNAMO que todo depende de qué tramo sea, siendo el caso más complicado el de las estaciones en altura que resultaron quemadas junto a vagones (L4A).
“En las áreas donde se quemaron trenes, el calor al que fue expuesto el hormigón puede haber generado daños superiores, o sea que demoraría entre cinco y siete meses en caso que haya que remplazar piezas de viaducto. También se debe considerar que el viaducto de L5 ya tenía problemas estructurales que también deberían ser reparados”, explicó López.
Durante los saqueos e incendios que estallaron el viernes por la noche, 80 estaciones resultaron dañadas -al menos 20 fueron quemadas- y se calcula en más de US$300 millones el costo total que tendrá la refacción del sistema.
Otros daños en Metro
Además, para el caso de las otras estaciones quemadas -donde se vio afectado el andén y el entresuelo-, detalló que “la obra gruesa tarda al menos cuatro meses, siendo lo más complicado la refacción de las estructuras de hormigón en viaducto (que van por arriba como la L4), porque el fuego daña incluso las propiedades estructurales”.
En tanto, para las estaciones quemadas subterráneas, restablecer la obra gruesa demoraría tres meses meses. A lo que paralelamente se le debe sumar la reposición de torniquetes, de los sistemas de mezzanina (entresuelo) y de las boleterías que tardan un mes.
“En los incendios que llegaron a nivel de andén y lineas es muy posible que los sistemas de comunicación, señalización, control y electricidad estén dañados o derretidos. Reponer los sistemas de señalización y control tarda tiempo, pero especialmente demora calibrarlos”, agregó el profesional.
Finalmente, al ser preguntado por cómo afectaría la actual situación del Metro de Santiago a la nueva Línea 7, López afirmó que “en nada”, pues, “la L7 tiene presupuesto independiente y está en diseño de consultoras de ingeniería externas a Metro, tanto lineas como estaciones”.
“Entonces no debería afectar mucho esto, sólo puede afectar en caso que se recorte el presupuesto de L7, o de que los ingenieros de Metro -encargados de contraparte- sean destinados a labores de restitución de otras lineas, lo que retrasaría las aprobaciones del diseño de L7“, finalizó el docente de la UTEM.