Por qué la Ley de Sala Cuna Universal enfrenta al Gobierno con parvularias
De acuerdo a las presidentas de los gremios, se debería a la poca subvención que entrega el Estado por niño -donde incluso se saca dinero del Seguro de Cesantía- y a la irrupción de empresas privadas.
Un menor subsidio por parte del Estado para cada niño o niña, que se financie con el 0,1% imponible de los trabajadores activos y la utilización del remanente del Seguro de Cesantía, son parte de los ejes del Proyecto de Sala Cuna Universal que mantienen en pie de guerra a las trabajadoras de la educación parvularia en Chile.
Así al menos lo evidenciaron las presidentas de Aprojunji y de la Asociación de Funcionarios de la Subsecretaria de Educación Parvularia, entre otros, quienes aseguraron a EL DÍNAMO que el proyecto del Gobierno “busca financiar a empresas privadas con el dinero de todos los chilenos”.
La Ley de Sala Cuna Universal volvió a reflotar tras la agenda social que estableció el Presidente Sebastián Piñera durante el martes 22 de octubre en el marco de la movilizaciones en Chile. Ahora, bajo “Discusión Inmediata”, enfrentará su segundo trámite legislativo en la Comisión de Educación del Senado durante la próxima semana.
Parvularias reclaman poco aporte del Estado
Para la presidenta de Aprojunji, Susana Cristi, “es un tremendo error”, pues, “no aporta ni un sólo peso a la construcción de salas cuna, sino, al contrario, quiere utilizar las que existen en Junji y Fundación Integra para financiar al empresariado”.
Uno de los argumentos que entregó Cristi para hacer su acusación, es que de acuerdo al boletín Nº 12.026-13 publicado en el sitio web del Senado, existen varias “letras chicas” que el proyecto pasa casi inadvertidas. Una de ellas, por ejemplo, es que “lo cancelado por el Estado se hará utilizando montos del Seguro de Cesantía“.
“No hay un aporte estatal extra que salga de la Ley de Presupuesto para apoyar la iniciativa. Sólo se trasladan recursos de los chilenos para financiarla. Además todos los trabajadores deberán aportar el 0,1% de lo que coticen a un Fondo Común Solidario”, agregó.
Eso sí, el senador oficialista y miembro de la Comisión de Trabajo -por donde ya pasó la iniciativa-, José Miguel Durana (UDI), defendió este aspecto y aseguró que “efectivamente toma fondos del Seguro de Cesantía”, pero que estos, “permanecen sin moverse”.
“Hoy lo que se recauda en el Seguro de Cesantía es superior a la cantidad de personas que han hecho uso de este seguro. En ningún caso se utilizará el monto que cobran los usuarios para la sala cuna, sólo los excedentes“, complementó luego Durana.
Falta controlar la calidad
De acuerdo al Artículo Nº 6 del proyecto que fue despachado a la Comisión de Educación, el monto por niño que entregará el Estado será de hasta 5,14 UTM ($253.037) para el pago de los establecimientos de educación parvularia, públicos o privados.
Lo que a juicio de los gremios es insuficiente, pues según Cristelia Corvalán, presidenta de la Asociación de Funcionarios de la Subsecretaria de Educación Parvularia, “este subsidio está por debajo del cheque promedio por niño actual”.
“Hoy este promedio es de $330.000, eso está consolidado y es con lo que se trabaja a través de toda la educación parvularia pública. Es el costo mensual, lo que gasta el Estado en financiar la sala cuna para cualquier niño o niña”, explicó Corvalán.
Además de reducir el aporte casi $70.000, para la dirigenta lo más preocupante es que “este proyecto quiere financiar jardines privados a través del voucher (aporte por niño). Que estas instituciones presten los servicios no nos asegura su calidad, pues sólo el 1% de ellos cuenta con el sello de estándar mínimo de calidad”.
De hecho, la ex ministra de Educación y actual senadora, Yasna Provoste, indicó a EL DÍNAMO que “el Gobierno de Piñera trata de reinstalar el negocio en la educación, pero ahora con la educación preescolar financiando con recursos públicos a instituciones privadas”.
“Pero además desatendiendo algo fundamental, que es garantizar educación parvularia igualitaria y de calidad”, dijo.
Por su parte, José Miguel Durana afirmó que al hacerlo de esta manera, “el proyecto representa una oportunidad para miles de mujeres que hoy trabajan o que quieren hacerlo el día de mañana, quienes lamentablemente no tienen un lugar donde dejar a sus hijos”.
“Hoy para que una empresa otorgue sala cuna, esta empresa necesita tener 20 trabajadores, a través de este sistema, toda mujer que tenga imposiciones -que trabaje con boleta o con liquidaciones-, va a tener acceso a la sala cuna desde que su guagua tiene un mes de vida hasta los 2 años”, argumentó.