Las 10 reformas que necesita Carabineros según expertos
Para especialistas lo más importante es establecer un mayor control por parte de la ciudadanía, cambiar la estructura orgánica de la institución, fortalecer el sistema de inteligencia y ser más rigurosos en la selección e ingreso del personal policial.
Cambiar la estructura orgánica de Carabineros, fortalecer el sistema de inteligencia, mayor rigurosidad en la selección e ingreso del personal policial, aumentar la vigilancia de la sociedad civil sobre la institución y mejorar la forma en que rinden cuentas, son parte de los 10 ejes centrales que, según detallaron especialistas a EL DÍNAMO, deberá considerar el Gobierno para reformar a Carabineros.
Ideas que nacen luego de los duros cuestionamientos que recibió la institución por su rol durante el estallido social en Chile -según organizaciones como el INDH y Human Rights Watch violaron los derechos humanos- y luego que el ministro del Interior, Gonzalo Blumel, convocó a un consejo de 15 expertos para salir de la actual crisis enfrenta Carabineros.
1.Control de la sociedad civil
El primero en entregar su receta para reformar la policía fue el ex subsecretario de Carabineros del Gobierno de Ricardo Lagos y actual secretario general de la Universidad Central, Neftalí Carabantes, quien aseguró que “es preciso abordar el grado de Control que la autoridad civil tiene sobre Carabineros, a fin de establecer una dependencia real de Carabineros respecto del Ministerio del Interior”.
“El Ministerio del Interior chileno no tiene -como en cualquier país del mundo- la potestad de aprobar los servicios policiales, despliegues operativos, medios asociados a los servicios, distribución del personal y el control presupuestario de una institución dependiente de la autoridad civil”, explicó Carabantes.
También indicó que una vez ocurridos los cambios legales y reglamentarios, al momento de su aplicación, Carabineros debiese contar con “la asistencia y supervisión del Consejo para la Transparencia, a efectos de alcanzar una óptima implementación de los cambios introducidos”.
Eso sí, el ex subsecretario de Prevención del Delito del segundo gobierno de Michelle Bachelet y ex jefe de Estudios de la División de Seguridad Ciudadana del Ministerio del Interior, Antonio Frey, advirtió que “se debe mantener un área de cierta autonomía”, principalmente, “porque el policía debe aplicar la ley y, cuando lo hacen, su jefe es el Poder Judicial, el carabinero es súbdito de la ley y no del poder político”.
“Se debe hacer así para que se puedan llevar preso -de ser necesario- a un Presidente u otra autoridad. Entonces no deben estar 100% subordinados políticamente a la orden del Ejecutivo”, afirmó.
2.Regulación estricta del uso legítimo de la fuerza
Otro aspecto fundamental para reformar Carabineros, según los expertos, es introducir cambios a la actual Ley Orgánica Constitucional y así limitar el uso legítimo de la fuerza por parte de personal uniformado.
Por ejemplo, para Neftalí Carabantes, se hace necesario que “se regule de forma estricta y obligatoria el uso legítimo y racional de la fuerza, a efectos de prevenir excesos lamentables por el uso ilegítimo y abusivo de la fuerza y particularmente, de las armas”.
Por su parte, Antonio Frey aseguró que hay que hacer más acucioso con la inspección en terreno de los derechos humanos.
“Para ello hay que pensar en nunca más tener gente desnudada en comisarías, porque es un mal entendimiento de la función pública de Carabineros, que es detener a alguien, pero no golpearlo por hacer desorden público o incurrir en otros actos”, argumentó el especialista.
3.Establecer nueva estructura orgánica
Para los expertos también será clave que los encargados de reformar Carabineros contemplen una nueva estructura orgánica para la institución, especialmente, poniendo el foco en las decisiones que tomen el alto mando y las direcciones internas.
Esto, pues según Neftalí Carabantes, “la actual estructura orgánica es anacrónica y co-ayuda a reproducir conductas que se apartan de la génesis formativa de la institución”.
“Se aprecia un aparato lento, mucho papel, excesivamente centralizado y jerárquico, con áreas de opacidad, sin visibilidad ni posibilidad de escrutinio público, y una arquitectura jurídica reglamentaria anacrónica que no supera estándares internacionales y por la cual, el Estado de Chile, cada cierto tiempo, debe responder, ante los requerimientos que se interponen en la Corte Interamericana de Derechos Humanos, por hechos imputables a la institución policial”, continuó.
Así el especialista recomendó revisar la eficiencia de la Dirección de Educación Doctrina e Historia, Dirección de Bienestar, Dirección de Salud y Dirección de Sanidad. Así como también, “la Dirección de Gestión de Personas, cuyas funciones perfectamente pudiesen alojarse en la Dirección Nacional de Personal o por qué no pensar en fusionar la Dirección de Investigación Criminal y la Dirección de Inteligencia Policial”.
4.Depurar ciertas funciones de Carabineros
Otra modificación que sugiere Carabantes es depurar ciertas funciones de Carabineros. Primero, estableciendo claramente qué funciones preventivas quedarán en manos de la institución, y segundo, analizando si se deben mantener sus funciones en materias de tránsito.
“Ahora es cuando, debe quedar nítida esta ardiente frontera que la separará de la PDI. Para lo anterior, sin duda habrá que introducir cambios a nuestro sistema procesal penal y consagrar sin rubores que la Fiscalía, de aquí en adelante, por regla general, trabajará y encomendará a la PDI, llevar adelante las investigaciones que se susciten en el marco de la persecución penal”, argumentó.
Ahora bien, sobre mantener bajo las competencias de Carabineros las materias relativas al tránsito, el abogado dijo que “cuya experiencia (del área Transito) en lo que atinge a tareas investigativas, preventivas, operativas y educativas no admite dudas”, pero que “es probable que, realizada una rigurosa evaluación, se pudiese llegar a la conclusión que es atendible alivianar la carga administrativa institucional”.
5.Flexibilizar carácter militar
Según explicó Antonio Frey, la separación -en el mundo- de los militares y la policía se produjo porque el Ejercito no podía garantizar la protección de los ciudadanos cuidando el cumplimiento de sus derechos humanos, por lo que para el caso chileno, recomendó profundizar aún más en separar ambas fuerzas del orden público.
Misma línea que siguió Carabantes. “Se torna plausible flexibilizar su carácter militar (de Carabineros) y esencialmente jerarquizado”, aconsejó.
“Carabineros de Chile debe caracterizarse por su flexibilidad, y dar lugar a que las responsabilidades se distribuyan adecuadamente en todos y cada uno de los niveles de la organización, en contraste con una estructura basada únicamente en la autoridad jerárquica y la centralización”, complementó Neftalí.
6.Evitar zonas grises en materia de inteligencia
Para Neftalí el actual sistema de inteligencia que se ocupa en Chile tiene ciertos problemas, siendo el principal, “cuando el trabajo de inteligencia policial supera la línea de lo legal y vulnera abiertamente derechos constitucionales, como el derecho al secreto de las comunicaciones y documentos privados, el derecho a la Intimidad, la protección de datos personales y la libertad de prensa, entre otros”.
Por ello, llamó al consejo para reformar a Carabineros -que convocó Blumel y que tendrá 50 días para transformar la institución- a no mantener zonas grises en materia de inteligencia.
“Se deben adoptar decisiones estratégicas que den certeza al país y a las instituciones encargadas de efectuarla, a fin que la inteligencia se transforme en un activo en la lucha contra el delito y el crimen organizado”, dijo.
7.Mayor rigurosidad en el ingreso y mejor formación
Otro aspecto que a juicio de los especialistas es primordial para devolver la confianza de los ciudadanos en Carabineros es que la institución sea aún más rigurosa en el ingreso de nuevo reclutas y en su formación.
Sobre el primer punto sugieren “establecer cambios en el proceso de selección e ingreso”, o como dice Neftalí, “robustecer las exigencias y el grado de dificultad en las pruebas de admisión, tanto a nivel de conocimientos cívicos, estratégicos, y por cierto psicológicos”.
Ahora bien, en el plano formativo, es necesario “alargar el proceso formativo, y agregar una visión estratégica sobre la construcción de los currículos académicos, avalados por pares expertos externos del más alto nivel”.
Además sugirió que ” un mayor rigor en la etapa de selección de los profesionales que imparten los procesos educativos. Por ello considero fundamental, la apertura a nuevas ideas y en lo posible la vinculación de docentes no policiales”.
8.Más tecnología para no herir a manifestantes
Por otra parte, Carabantes también propone incorporar más y mejor tecnología. Pues, “para que se reivindique el uso legítimo de la fuerza en sus despliegues operativos, se debe dotar a Carabineros de tecnología de punta en materia de armas no letales”.
En este sentido, para el especialista el límite máximo tiene que ser incapacitar o inmovilizar al delincuente, evitando “herirle o producirle algún tipo de lesión”.
“No significa que se dejen de emplear medios disuasivos primarios, como advertencias, megáfonos, aguas, gases, contacto físico, bastón de servicio, sino qué en la cadena superior de medios a utilizar, se restrinjan al máximo, (no se eliminen) las armas letales, sustituyéndolas por armas incapacitantes no letales, lo cual además ha sido recomendado por la ONU y la Cruz Roja Internacional”, complementó.
9.Rendición de cuentas
Otros consejos que entregan los expertos es fortalecer los equipos técnicos del Ministerio del Interior e implementar un riguroso sistema de rendición de cuentas o accountability en forma semestral ante la autoridad civil, el Congreso y la sociedad civil.
Por ejemplo, según cuenta Frey, “en algunas legislaciones como Australia o en Ontario, Canadá, se ha llegado a la conclusión de que las policías deben tener una dirección política pública y con rendición de cuentas”.
“O sea que los ciudadanos deben conocer cuáles son las directrices de políticas públicas en materias policiales. Tiene que ser por escrito y el Gobierno de turno debe rendir cuentas, decir en qué etapa vamos y si cumplimos o no la meta”, agregó.
10.Participación de la sociedad civil en el proceso
Pese a que actualmente componen el consejo para reformar a Carabineros del Gobierno personalidades como el director del INDH, Sergio Micco, el abogado constitucionalista Jorge Correa Sutil y el ex ministro Jorge Burgos, entre otros, para los especialistas debe haber aún más variedad.
Para Carabantes se debe contar con la participación de la sociedad civil, tal como lo viene recomendando hace rato la OCDE, ya que “la participación ciudadana constituye un insumo fundamental en la generación y monitoreo de las políticas públicas”.
“No podemos seguir con la misma receta, con una batería de políticas públicas diseñadas sin el aporte de la sociedad civil, de los Municipios, y solo impuestas desde el oráculo o una tribuna de iluminados o expertos. Dicho de otro modo, es el momento de innovar el tradicional modelo de las mesas transversales integradas solo por expertos y la clase política”, continuó.
Por ello, recomendó que participen en el proceso Carabineros y sociedad civil, acompañados por cierto de los expertos y la clase política, para que “goce de la anhelada y debida legitimidad tanto al interior de la institución, como a nivel de la comunidad”.