10 años del 27F: los personajes que marcaron la oscura noche del terremoto y tsunami en Chile
La ex Presidenta Bachelet y funcionarios de Gobierno y la Armada fueron los protagonistas de una serie de decisiones que marcaron el terremoto y tsunami vivido en Chile hace 10 años.
Este año se cumple una década del violento terremoto y posterior tsunami que sacudió a nuestro país la madrugada del 27F.
A las 3:34 de la madrugada de ese sábado 27 de febrero, se comenzó a percibir el fatídico movimiento telúrico que alcanzó los 8,8 grados en la escala de Richter y que provocó, minutos después y debido a su epicentro en el Océano Pacífico, olas de hasta cinco metros que azotaron, principalmente, las zonas costeras de las regiones del Maule y Biobío, sumando un total de más de 800 mil damnificados.
Según los reportes oficiales, a causa del terremoto y posterior tsunami fallecieron 525 personas y 23 resultaron desaparecidas. Cifras que, según se pudo saber posteriormente, podrían haber sido menores si no hubiesen ocurrido una cadena de descoordinaciones que terminaron decidiendo la cancelación de la alerta de tsunami.
Michelle Bachelet
Ex Presidenta de Chile
Cuando le restaban sólo 12 días para terminar su mandato, Michelle Bachelet debió enfrentar la gestión de los efectos del terremoto que había afectado a gran parte del país, aquella madrugada del 27 de febrero de 2010.
Tras ser notificada de la magnitud del sismo, la entonces Presidenta de la República se dirigió a la Oficina Nacional de Emergencias (Onemi), donde tendría lugar uno de los episodios más polémicos y trágicos de los eventos desencadenados por el terremoto.
A las 05:40 horas de ese día, la mandataria realizó el primer punto de prensa, en el que se refirió al epicentro del terremoto, al monitoreo de la infraestructura y a la cifra de fallecidos, pero sin hacer mención alguna al tsunami que ya había afectado a algunas zonas del país. Mientras Bachelet hablaba frente a los medios -de fondo- se escuchaba un reporte que confirmaba que había ocurrido un maremoto en la Isla de Juan Fernández.
Incluso, después de las 9 de la mañana, cuando el tsunami ya había afectado a muchos residentes y turistas de zonas costeras -la primera ola llegó a las a las 03:52 horas a Talcahuano-, la Presidenta Bachelet aún afirmaba que “uno puede tener tsumani, se espera que pueda haber, pero ya no lo hubo”.
“Lo que ya tuvimos, en Talcahuano, en Juan Fernández, en Valparaíso, en varios lugares, y que es normal luego de un sismo de esta naturaleza, son olas de mayor magnitud que las que existían antes del sismo, eso ya generó una altura mayor, pero no ha producido ningún impacto, no ha sido tsunami”, explicaba la mandataria.
Desafortunadamente, las palabras de la autoridad y la no declaración de la alerta de tsunami, -a las 04:06 horas la Armada declara la alerta, pero ésta fue levantada 33 minutos después-, hicieron que algunas personas no se resguardaran de las olas, o bien, decidieran bajar de los cerros.
Ante tal situación, algunos familiares de las víctimas fatales se querellaron en contra de los presuntos responsables, incluida la ex Presidenta Bachelet.
En mayo de 2013, el abogado Raúl Meza intentó sostener judicialmente que la ex mandataria “infringió la Ley de Bases de Administración del Estado. Como máxima autoridad del Estado, le correspondía actuar en forma adecuada y eficiente”. Sin embargo, la fiscal del caso, Solange Huerta, optó por no perseverar en la investigación sobre la presunta responsabilidad penal de la mandataria.
Posteriormente, en 2016, Meza insistió en tal responsabilidad. No obstante, el Séptimo Juzgado de Garantía de Santiago decidió rechazar el forzamiento de la acusación, y con ello, se cerró definitivamente la investigación en contra de Michelle Bachelet, quien se desempeña actualmente como alta comisionada para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas.
Patricio Rosende
Ex subsecretario del Interior
El ex subsecretario del Interior del primer gobierno de Michelle Bachelet, Patricio Rosende, fue uno de los seis imputados por cuasidelito de homicidio por la fallida alerta de tsunami.
En la madrugada del 27F, Rosende acudió a las oficinas de la Onemi cerca de las 4:00 de la madrugada, donde se reunió con la directora, Carmen Fernández, como máximo representante del Gobierno previo a la llegada de Bachelet a las dependencias del organismo.
La alerta para una evacuación masiva fue descartada por Rosende debido a que desde el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (SHOA) se informó que la posibilidad de un tsunami estaba descartada. No obstante, Rosende reconoció posteriormente que supo días después que organismos internacionales sí habían advertido sobre este hecho.
Asimismo, aseguró que la información entregada por el SHOA fue “confusa” y que faltó una confirmación instrumental que el tsunami ocurriría. Además, apuntaron a que no supieron leer los protocolos de este organismo, lo que derivó en no alertar sobre esta catástrofe.
En consecuencia, la fiscal regional Solange Huerta decidió formalizar a los involucrados en este hecho, entre ellos Patricio Rosende, por la responsabilidad de esta alerta fallida de tsunami. Rosende fue formalizado el 7 de mayo de 2012. Luego, el 16 de mayo de 2013 se rechazó su sobreseimiento del caso.
Posteriormente, el 7 de abril del 2016, el Séptimo Juzgado de Garantía acogió el acuerdo de suspensión condicional del proceso propuesto por el Ministerio Público, consiguiendo que no se prosiguiera con el juicio oral contra el ex subsecretario del Interior. A causa de ello, Rosende junto a los demás imputados debieron pagar una indemnización de 235 millones de pesos en tres cuotas a los familiares de las víctimas del tsunami.
Tras el juicio, los imputados tuvieron espacio para leer sus disculpas públicas. Patricio Rosende afirmó que fue “vocero de la precariedad del Estado y he sufrido las consecuencias”.
Afirmó además que este hecho “no sólo produjo un colapso total en nuestras capacidades de comunicación y reacción, sino que reveló nuestra precariedad como Estado (…) Creo haber hecho lo humanamente posible dadas las condiciones de ese momento para enfrentar la mayor catástrofe que ha conocido Chile en magnitud y población afectada”.
En la audiencia también hizo un mea culpa, alegando que “si mis acciones contribuyeron a que se cometiera un error, lo lamento sinceramente”. En la misma línea, aseguró que su único propósito durante esa madrugada fue “ayudar a las personas que estaban sufriendo” y que no lograrlo le provocó “un profundo dolor y frustración y lamento como el que más las pérdidas de vidas que no pudimos salvar”.
En la actualidad, Patricio Rosende se desempeña como segundo miembro titular del Primer Tribunal Electoral de la Región Metropolitana.
Carmen Fernández
Ex directora de la Oficina Nacional de Emergencias (Onemi)
La periodista Carmen Fernández fue una de las autoridades más visibles del colapso administrativo que se produjo tras el terremoto. La entonces directora de la Oficina Nacional de Emergencias (Onemi) fue sindicada como una de las principales responsables de la fallida alerta de tsunami del 27F.
Su carrera en la Onemi comenzó en 1994, a cargo del Departamento de Coordinación y Difusión. Durante años se transformó en la vocera del organismo, siendo entrevistada ante cualquier inundación, sismo u otra situación de emergencia en la que se debía alertar a la población.
Toda esa experiencia fue suficiente para que en mayo de 2006 asumiera de forma interina la dirección nacional de la Onemi, reemplazando a Alberto Maturana. A los pocos meses fue confirmada en el cargo de manera definitiva.
Luego del terremoto del 27 de febrero de 2010, la periodista recibió los mensajes del SHOA. En una entrevista a revista Paula, concedida dos meses después del maremoto, Fernández descartó que el organismo naval le haya enviado un mensaje de alerta a las 03:51, asegurando que hubo confusión en la entrega de información.
“Ahí estaban el jefe del sistema de alerta temprana con el subsecretario del Interior, Patricio Rosende, y me dicen que el SHOA no tiene claridad sobre ese tema. Y cuando insistí en que había que evacuar escuché, fuerte y claro, que el operador del SHOA descartaba la probabilidad de tsunami. “Ah, qué bien”, dije yo, “un problema menos”. Ahí me cuentan que no era la primera vez en la noche que el SHOA descartaba el tsunami, que ya lo había dicho por radio antes de que yo llegara”, relató.
Pensando en la continuidad de los trabajos de ayuda a los damnificados, el entonces presidente electo Sebastián Piñera había pedido que Carmen Fernández continuara en sus labores. Ella, sin embargo, decidió presentar su renuncia al cargo el día 10 de marzo de 2010, un día antes que Michelle Bachelet dejara el cargo y asumiera un nuevo gobierno.
Una vez pasada la emergencia vino el largo proceso judicial con las querellas de las familias afectadas con la fallida alarma, las que terminaron en un juicio en donde Fernández fue imputada por cuasidelito de homicidio. Tras años de alegatos y exposición de pruebas, el Séptimo Juzgado de Garantía declaró su sobreseimiento, en un fallo que se dio a conocer en octubre de 2017 luego que los imputados lograran evitar llegar a un juicio oral.
El Caso Tsunami terminó con la carrera funcionaria de Fernández, quien no fue considerada para participar en ningún puesto público durante el segundo gobierno de Bachelet.
Almirante Edmundo González
Ex Comandante en Jefe de la Armada
El almirante Edmundo González Robles debió enfrentar las consecuencias del tsunami en las costas de Chile cuando llevaba menos de un año en la comandancia en jefe de la Armada, cargo al que llegó el 18 de junio de 2009.
Uno de los momentos más polémicos que se le atribuyen de aquella madrugada de febrero fue no haber asistido a la reunión de emergencia en la Onemi, en la que participaron los demás comandantes en jefe con la Presidenta Bachelet, y haber permanecido en su domicilio ubicado en el Complejo Caleta Tridente, en la población Naval Fuerte Vergara de Las Salinas, en Viña del Mar, mientras se realizaban las gestiones para recopilar información que permitiera decretar la alerta de tsunami el 27F.
“Yo me mantuve en mi casa, tenía energía, tenía generador propio, tenía ‘comunicaciones’, porque al final no tuve ningún celular, ningún teléfono satelital, hasta que a las 05:10 fue informado que la escuadra no había acertado, que no había tsunami, que la alerta había sido cancelada hacía cinco minutos, y obviamente que me relajé un poco”, declaró a la comisión investigadora de la Cámara de Diputados que investigó su actuar en aquella fatídica noche.
En la misma instancia aseguró que haber levantado la alerta de tsunami fue apresurado.
Posteriormente, la Corte Marcial rechazó los recursos presentados en su contra por la organización Iniciativa Ciudadana, por el delito de incumplimiento de deberes militares.
Edmundo González dejó la comandancia en jefe el 18 de junio de 2013. En la actualidad es director ejecutivo de la Fundación Almirante Carlos Condell, sostenedora de siete establecimientos educacionales: Instituto del Mar Almirante Carlos Condell de Iquique, Instituto del Mar Capitán Williams de Chonchi e Instituto Profesional Escuela de Marina Mercante Piloto Pardo en Valparaíso; los colegios Patricio Lynch y Guardiamarina Riquelme en Valparaíso y Carmela Carvajal de Prat en Talcahuano; además del Organismo Técnico de Capacitación de Valparaíso.
Mariano Rojas
Ex director del Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (SHOA)
El capitán de Navío Mariano Rojas era el director a cargo del SHOA, por lo que debió enfrentar a la justicia en el denominado Caso Tsunami, acusado de ser el autor de cuasidelito de homicidio por la muerte de 156 personas y la desaparición de otras 25.
De hecho, casi una semana después del terremoto y posterior tsunami del 27F, el comandante en jefe de la Armada, Edmundo González, destituyó a Rojas, por los errores y descoordinaciones que emanaron desde el organismo subalterno.
En mayo de 2010, y frente a la comisión investigadora de la Cámara de Diputados, el marino defendió su decisión de levantar la alerta. “Yo tomé la decisión, yo soy el jefe. Sin embargo, con los asesores oceanográficos existía la misma percepción, y no sólo percepción sino que lo que los antecedentes técnicos indicaban que estaba ocurriendo”, dijo en esa oportunidad.
En ese sentido, insistió en que “el SHOA emitió en tiempo mínimo la alerta de tsunami, proporcionando estimaciones precisas” y agregó que dicho aviso “se emitió para todo el país, incluso Juan Fernández e Isla de Pascua”.
Ante las críticas surgidas por levantar la alerta, Rojas explicó que en caso de seguir las recomendaciones del Pacific Tsunami Warning Center (PTWC) de Estados Unidos “habríamos mantenido la alerta hasta las 21:15 horas del día sábado, es decir, 17 horas con alerta. ¿Qué es lo que pasa en el país con esa alerta? ¿Con la gente que no se puede ir a rescatar, con la gente que está en los hospitales?”.
Dos años más tarde, en 2012, Mariano Rojas concedió una entrevista a revista Sábado, donde insistió en defender su decisión. “Cuando se le pregunta a la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi) si está ocurriendo algo, si había información, si habían pasado olas nos dijeron ‘No, negativa’”, dijo.
Explicó que decidió cancelar la alerta de tsunami porque las variaciones de los mareógrafos eran menores a los que registró el terremoto de 1985, por lo que pensó que “no pasaba nada” y como la evacuación ya había comenzado, se tranquilizó. “Eso, junto a los antecedentes con los que contaba en ese minuto me hicieron tomar la decisión que creí era la que iba a producir menos muertes”, añadió.
Aún así, manifestó que “el Estado completo falló. Algunas cosas se habrían evitado si el Estado completo hubiera funcionado bien, si no se hubieran caído las comunicaciones”.
Pese al proceso judicial que enfrentó, Rojas nunca se sintió responsable de las muertes que le imputaban. “Nadie debería pagar con cárcel, aquí no hubo dolo. En todo caso no quiero ser altanero”, indicó en la misma entrevista.
Cinco años después, el Séptimo Juzgado de Garantía de Santiago lo sobreseyó del denominado Caso Tsunami junto a la ex directora de la Onemi, Carmen Fernández.