Tratamiento con plasma de pacientes recuperados del COVID-19 será aplicado en población de riesgo
Tras informar sobre el primer chileno en vencer la enfermedad con este método, los médicos nacionales suben la vara y aseguran que evitaría un colapso de las UCI durante su segunda fase de aplicación.
La comunidad médica en Chile recibió durante esta semana una de las pocas noticias positivas en torno al COVID-19, ya que el tratamiento de plasma hiperinmune, que algunos centros médicos y universidades están aplicando desde principios de abril, logró recuperar al primer paciente chileno usando este innovador método.
El tratamiento consiste en aplicar plasma extraído desde la sangre de pacientes recuperados de coronavirus, luego de al menos 30 días tras haber superado la enfermedad, a otros gravemente enfermos. Sin embargo, con los primeros resultados positivos los científicos nacionales comenzaron a ver más allá y ahora buscan demostrar que sirve para evitar la llegada de pacientes de riesgo a las unidades de cuidados intensivos.
La metodología se hizo conocida mundialmente luego que el actor norteamericano, Tom Hanks, publicó en sus redes sociales que donó junto a su esposa los respectivos plasmas. Además, en Argentina el secretario de Calidad en Salud del gobierno local, Arnaldo Medina, puso todas sus fichas al tratamiento y dijo que “los estudios preliminares son muy alentadores”.
El milagro chileno
Quien confirma los buenos resultados del método es, precisamente, el primer paciente chileno en vencer al coronavirus con la transfusión de plasma. Se trata del médico cirujano del Hospital de San Antonio, Andrés Meza (41).
De acuerdo al médico, quien al igual que otros trabajadores del Hospital de San Antonio enfermó por estar combatiendo el COVID-19, la respuesta al tratamiento de plasma fue casi inmediata.
El 23 de abril se le trasladado hasta la Clínica Alemana en Santiago con una fiebre de 38,6 grados, además de “dificultad para respirar”, allí fue cuando recibió la terapia y 24 horas más tarde “me sentí, casi mágicamente, recuperado”, contó a EL DÍNAMO.
El miedo que sintió el facultativo fue tal que comenzó a decirle adiós a su esposa, hijo y amigos. “No tengo tiempo para despedirme, a todos los que alguna vez se enojaron conmigo mil disculpas, sólo era un niño. Por favor ayuden a cuidar a mi hijo”, escribió en su cuenta de Facebook:
Hoy, ya más repuesto del impacto que le significó portar el COVID-19, contó que agradece “tener la oportunidad de poder seguir viviendo. Es maravilloso y estoy agradecido de todo el personal médico que me cuidó”.
Andrés Meza reveló que tras hacerse público su caso lo han llamado por teléfono varios colegas, incluso otros contagiados del Hospital de San Antonio, quienes le plantearon que “si ellos estuvieran graves por el COVID-19 optarían sin dudarlo por el tratamiento que yo recibí”.
Tratamiento con plasma se está probando en población de riesgo
Tal cual como indicó Meza, actualmente la tecnología sólo está siendo usada en algunos de los pacientes COVID-19 positivo que llegan a las unidades de cuidados intensivos y cuyas vidas están en riesgo.
Sin embargo, los médicos nacionales trabajan a toda máquina y ya comenzaron a probar el tratamiento en pacientes que no llegan a instancias críticas, pero que debido a su condición de vulnerables -son adultos mayores o presentan enfermedades de base-, podrían recibir los plasmas y evitar un colapso en las unidades de cuidados intensivos.
Un tema preocupante, ya que de acuerdo a la Sociedad Chilena de Medicina Intensiva (Sochimi), el 91% de las camas críticas de la Región Metropolitana está ocupada.
Sobre esta segunda aplicación del plasma de pacientes que padecieron el COVID-19, la infectóloga de la Red de Salud UC Christus, Cecilia Vizcaya, contó en entrevista con EL DÍNAMO los avances más recientes del tratamiento y aseguró que “permitirían que muchos pacientes no ingresen a las UCI”.
“Nosotros en la U. Católica lo estamos usando en pacientes que tienen un alto riesgo de evolucionar mal. O sea, en pacientes de edad avanzada o con enfermedades crónicas. Los clasificamos por un puntaje de riesgo, que si es alto, luego les ofrecemos participar en un estudio donde se le puede aplicar plasma de inmediato y no esperar a que se agrave su estado”, detalló.
Esta segunda fase ya fue probada en una decena de pacientes y se espera que a lo largo de todo el plan piloto reciban el tratamiento 30 personas. Vizcaya también indicó que la idea la sacaron del hantavirus, donde “tenemos certeza que el plasma de pacientes recuperados se debe aplicar lo más rápido posible. Esos pacientes evolucionan mejor que a quienes se les pone una vez que ya están en la UCI”.
Por último, la infectóloga lamentó que hasta el momento no es posible para todos los pacientes acceder el tratamiento con plasmas de personas recuperadas, el cuál sólo estaría disponible en algunos centros médicos del país. Sin embargo, reiteró que de momento la idea es que “más médicos conozcan esta alternativa y que soliciten el plasma en caso que piensen que podría ayudar a sus pacientes”.
Sobre esta solicitudes de médicos, la especialista contó que están siendo gestionadas en la plataforma www.donantecovid.cl, donde también instituciones como el Instituto Oncológico FELP, U. de Chile. U. Católica, Clínica Alemana, Clínica Dávila, Red Salud UC Christus, Hospital del Trabajador y el Hospital de Carabineros, entre otras, reciben las donaciones de plasmas para seguir investigando y utilizándolas en el combate contra el COVID-19.