Ivermectina: el antiparasitario que se está probando para combatir el coronavirus
El medicamento está siendo analizado como una alternativa de tratamiento, aunque su uso aún no ha sido aprobado o verificado clínicamente en personas.
La ivermectina, un antiparasitario usado tanto en humanos como en la medicina veterinaria, se transformó en una nueva alternativa en la búsqueda de un tratamiento para combatir la pandemia de coronavirus.
El compuesto, que es usado para pacientes con escabiosis y pediculosis, está siendo probado en Bolivia y también en Chile. De hecho el médico Sebastián Ugarte, jefe de la Unidad de Pacientes Críticos de la Clínica Indisa, mencionó que se estaban haciendo pruebas para ver sus resultados con el COVID-19.
“Esto se vio en estudios celulares y se veía que con una dosis, se disminuía en 24 horas al 93% las partículas virales y a las 48 horas, más del 97%”, expresó el profesional al canal 24 horas.
Ugarte, eso sí, llamó a la cautela y advirtió que se trata de un análisis que aún está en desarrollo, explicando que “llevamos más de 55 pacientes tratados y los resultados hasta ahora son promisorios, pero no hay que, todavía, cantar victoria”.
La ivermectina había aparecido en algunas publicaciones en redes sociales, que la publicaban como una solución que “mata el coronavirus en 48 horas”. Estas versiones surgieron luego de una publicación de la revista Science Direct, que dio a conocer algunos avances en la materia.
Pero lo cierto es que la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) señaló que “si bien existen usos aprobados para la ivermectina en personas y animales, no está aprobada para la prevención o el tratamiento de COVID-19. No debe tomar ningún medicamento para tratar o prevenir COVID-19 a menos que se lo haya recetado un médico y lo haya adquirido de una fuente legítima”.
Además, se informó que el estudio en laboratorio que observó una reacción positiva del medicamento frente al virus se hizo in vitro, por lo que aún no ha sido probado totalmente en otros organismos vivos o clínicamente en humanos.