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Actualizado el 31 de Julio de 2020

Estudio de COVID-19 en aguas servidas ayudará a generar alertas tempranas preventivas en la Región Metropolitana

Gracias a esta iniciativa, se podrán monitorear eventuales rebrotes e incrementos de nuevos casos, información valiosa que permitirá tomar medidas anticipadas para hacer frente a la pandemia.

Por Romina Douglas
aguas servidas
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Detectar el virus SARS-CoV-2 que causa la enfermedad COVID- 19 en las aguas servidas, cuantificarlo, estimar su carga viral y establecer algoritmos que permitirán predecir de manera temprana el potencial riesgo de exposición en sectores de la ciudad, son los objetivos del proyecto realizado por el Centro Tecnológico del Agua, Cetaqua, con el apoyo de Aguas Andinas.

De la mano de esta iniciativa, que se extenderá por cuatro meses y que busca convertirse en un Observatorio de Vigilancia Epidemiológica Ambiental para controlar la pandemia por coronavirus en la Región Metropolitana, se estudiarán diversas muestras de aguas residuales en alcantarillas y biofactorías (plantas de tratamiento de aguas servidas de la principal compañía sanitaria de país), detectando y analizando trazos genéticos del SARS-CoV-2 y estableciendo modelos que permitirán asociar el movimiento del virus en la ciudad y su relación con la trazabilidad de los contagios.

El estudio contempla tomas de muestras en parte de la cuenca de Santiago y se sumará la recolección de información de casos incidentes de COVID-19 en la misma área. De esta manera, se recogerán muestras durante 10 semanas, las que aportarán los algoritmos necesarios que sustenten un sistema de vigilancia integrado que rastree no sólo el virus, sino también su relación con los nuevos casos que vayan apareciendo.

“Lo interesante de este proyecto es que no sólo se analizan las aguas que llegan hasta las biofactorías, sino también lo que se puede establecer en territorios delimitados al nivel de alcantarillas, permitiendo determinar de mejor manera la territorialidad en la presencia del virus y su carga viral”, destacó Sandra Cortés, líder del proyecto, académica de Escuela de Medicina de la Universidad Católica, Investigadora del Centro de Desarrollo Urbano Sustentable y ex presidenta de la Sociedad Chilena de Epidemiologia.

“Lo que esperamos es que, al final de este proceso, podamos también informar a las autoridades de salud cómo va variando la presencia del SARS-CoV-2 en nuestro entorno y monitorear dónde se producen rebrotes e incremento de nuevos casos”, agregó Cortés.

Cabe mencionar que toda la información recopilada en el estudio del COVID-19 en aguas servidas, se volcará en una plataforma denominada ” Covid19 City Sentinel”, la cual permitirá visualizar cómo está distribuido el virus en la ciudad a través de los trozos que se detectan en las aguas de los alcantarillados.

Proyecto y alianzas

Desde Cetaqua aclaran que el proyecto se basa en la búsqueda y conteo de las trazas o restos del virus y no en la totalidad de éste. Una vez en las biofactorías y durante su fase de tratamiento, se producen procesos físicos y biológicos, generando un efluente con agua clorada. “Luego de este tratamiento, el agua que sale finalmente de las plantas es inocua. Sabemos que este virus es muy sensible al cloro, por lo que la carga viral es en gran parte reducida, que es lo que se vio también en el mismo proyecto que ya se realizó en Barcelona”, agregó Cortés.

Por su parte, Carmen Lacoma, gerenta general de Cetaqua Chile, comentó que el foco del centro de investigación está en contribuir al desarrollo sostenible. En este sentido, el estudio es un claro ejemplo del aporte de la ciencia al servicio de las personas, al permitir contar con herramientas más robustas de cara a la salud pública en el futuro.

“El centro tecnológico cuenta con todas las capacidades y herramientas necesarias para poner al servicio de la ciudadanía la investigación epidemiológica ambiental basada en las aguas residuales. Hemos desarrollado protocolos de detección que identifican al SARS-CoV-2 de una forma efectiva, reduciendo falsos positivos y la confusión con otros virus, y aplicando análisis estadísticos avanzados junto a los datos epidemiológicos. Todo, con el fin de que se puedan tomar decisiones anticipadas frente a la aparición de rebrotes”, explicó Carmen Lacoma.

Este proyecto se desarrolla colaborativamente junto a un equipo de expertos de cuatro universidades chilenas, siendo éstas la Pontificia Universidad Católica de Chile, Pontifica Universidad Católica de Valparaíso, Universidad Andrés Bello y laUniversidad del Desarrollo.

Además, se contará con la experiencia previa del grupo SUEZ en España, que desarrolló la versión europea del Covid19 City Sentinel con las universidades de Barcelona y Santiago de Compostela, las cuales aportaron su conocimiento en materia de virus y en ingeniería química, respectivamente.

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