“El asesino del tambor” y su conexión con el caso de Ámbar Cornejo
El hombre fue condenado a 27 años de prisión por asesinar cruelmente a su pareja y al hijo de ésta, en enero de 2005.
En enero de 2005, los habitantes de la comuna de Villa Alemana -y el país entero- se impactaron con el violento doble homicidio perpetrado por Hugo Bustamante Pérez, quien desde ese momento fue conocido como “El asesino del tambor”.
Bustamante fue condenado a 27 años de prisión por el doble asesinato de quien era su pareja en ese entonces, Verónica Vásquez, y su hijo de nueve años, Eugenio. Sin embargo, sólo alcanzó a cumplir 11 años tras las rejas y fue dejado en libertad gracias a un beneficio de libertad condicional.
15 años después, el nombre del “asesino del tambor” volvió a los titulares y a acaparar la atención de las cámaras, ya que se está investigando su posible vínculo con la desaparición de Ámbar Cornejo, una adolescente de 16 años cuyo rastro se perdió el 29 de julio recién pasado, luego de dirigirse a la casa donde actualmente reside Bustamante en Villa Alemana.
Agua, cal, yeso y un tambor
En enero de 2005, Hugo Bustamante vivía con Verónica y su hijo en la casa de la mujer, ubicada en la Villa Hipódromo, cuando se inició una violenta discusión.
De acuerdo a los antecedentes del Ministerio Público, Hugo estaba junto a su pareja en la pieza del inmueble, peleando por el dinero obtenido en la venta de esa misma casa, con el que supuestamente comenzarían una nueva vida en el norte del país.
En medio de la discusión, Hugo Bustamante procedió a estrangular a la víctima, degollarla y a golpearla con un bastón de madera en diferentes partes del cuerpo, introduciéndole en el interior de la boca un trapo de género.
En ese momento, el hijo de Verónica llegó hasta la pieza tras escuchar los gritos de su madre. Al entrar a la habitación, el niño intentó defender a su mamá y se abalanzó sobre Bustamante, quien le tapó la boca con una mano para que no gritara, utilizando la otra mano para estrangularlo y proceder a golpearlo con el mismo bastón de madera.
Posteriormente, el hombre amarró los cuerpos de sus víctimas de pies y manos y les envolvió la cabeza con alusa para asegurarse que no siguieran con vida.
Para deshacerse de los cuerpos, Hugo Bustamante los introdujo en un tambor de agua de 200 litros, para luego llenarlo de agua, cal y yeso. Allí los mantuvo durante tres días.
Posteriormente, Bustamante llevó el tambor hasta una vivienda que arrendó en la misma comuna, donde finalmente lo enterró en el patio.
Diez días después del asesinato, el 25 de enero, un vecino llamó a la policía ante un fuerte olor que emanaba desde la casa habitada por Bustamante. En aquella jornada, la Policía de Investigaciones halló los cuerpos de las víctimas tras realizar excavaciones en el patio.
La fiscalía le imputó los dos delitos de homicidio calificado e inhumación ilegal, destacando que obró con alevosía y ensañamiento.
El Ministerio Público sostuvo que el hombre se aprovechó de las “circunstancias materiales y personales, sin correr riesgos en su persona (…) actuó con crueldad al haber usado un bastón de madera, infligiendo lesiones corto-contundentes, atado y estrangulado a sus víctimas”.
Tras sentenciarlo a 27 años de prisión, en 2016 Bustamante quedó libre tras acceder a un beneficio de libertad condicional -junto a otros 787 presos- del Centro Penitenciario de Valparaíso.
Dada la brutalidad del crimen y el impacto que causó en la comunidad de la Región de Valparaíso, su historia se convirtió en un capítulo del popular programa Mea Culpa, donde Bustamante fue bautizado como “El asesino del tambor”.
En la mira
Actualmente, Hugo Bustamante está bajo la mirada de los investigadores y cercanos a Ámbar Cornejo, quienes continúan con la búsqueda de pistas para dar con su paradero en Villa Alemana.
De acuerdo a los antecedentes del reciente caso, el hombre mantiene una relación amorosa con la madre de Cornejo, lo que habría causado diversos problemas entre ellas. Incluso, la mujer decidió irse a vivir con él, dejando a la adolescente al cuidado de familiares.
Según el relato de familiares, Ámbar se enteró del prontuario de Bustamante, por lo que lo increpó y advirtió a su mamá, pero ella le señaló que estaba enterada y que no había comentado nada con nadie para evitar seguir alimentando la mala relación entre ellos.
A medida que avanza la investigación del caso, también se han ido encontrando posibles evidencias, que podrían involucrar a Bustamante en la desaparición de la joven.
El pasado lunes, la PDI halló en la vivienda que Bustamante compartía con la madre de Ámbar prendas de vestir de la joven ensangrentadas. Además, se detectaron restos biológicos en el baño del inmueble.
Maritza García, tía de la joven, relató al programa Contigo en la Mañana que mantuvo una extraña conversación con Hugo Bustamante.
“Me llamó la atención una frase que él dijo: ‘¿usted cree que si yo tuviera un cadáver escondido o enterrado no se sentiría el olor?’ Yo lo miré y quedé realmente impresionada. Le dije ‘sabe qué, yo ando buscando a una niña perdida, yo no ando buscando a un cadáver, y además no tengo idea cuál será ese olor’. Me dio terror estar ahí con él, porque estábamos solos cuando lo dijo. Y lo volvió a repetir después en el patio cuando estábamos con la abuelita de Ámbar. Nos miramos, así como diciendo ‘¿por qué este tipo dice esta frase tan extraña?“, contó la mujer.
Por el momento, no se han encontrado pistas que conduzcan a los investigadores hasta el paradero de la adolescente.