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11 de Agosto de 2020

“Es un sicópata”: el perfil de Hugo Bustamante, el imputado por la muerte de Ámbar Cornejo

Un ex PDI que participó en la investigación del doble homicidio por el que fue condenado Bustamante en 2005 analiza las similitudes entre ambos crímenes y describe el perfil sicológico del imputado.

Por Brenda Martínez
Hugo Bustamante Ámbar
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Con más antecedentes, pero aún sin concluir todas las pericias, se realizó ayer la audiencia de formalización de Hugo Bustamante, el único imputado por la violación, muerte e inhumación ilegal de Ámbar Cornejo.

En la audiencia realizada en el Juzgado de Garantía de Villa Alemana, la fiscal Claudia Perivancich reveló una serie de detalles respecto al caso, los que causaron impacto a nivel nacional debido a la brutalidad con la que fue ejecutado el crimen, pudiendo reconstruir lo que ocurrió aquel 29 de julio, cuando Bustamante le quitó la vida a Ámbar.

“Tuvo una discusión con Ámbar, tras lo cual procedió a golpearla repetidas veces con sus manos y con un objeto contundente”, detalló la fiscal. Luego, Hugo Bustamante le introdujo un paño en la boca, obstruyendo su respiración, para proceder a violarla. Perivancich sostuvo que la menor de edad murió por sofocación por obstrucción de orificios respiratorios.

Cometido el delito, Bustamante utilizó dos cuchillos y un serrucho para deshacerse del cuerpo de la joven, el que posteriormente “sepultó bajo el piso del mismo inmueble, en un forado de 52 centímetros que él mismo realizó y cubrió con tablas”, agregó la fiscal.

En las primeras indagaciones de la PDI se logró descubrir que Bustamante habría planeado el crimen, ya que la semana anterior al homicidio de Ámbar compró elementos para su ejecución. Además, hizo búsquedas en internet vinculadas a la realización del delito.

“Realizó las siguientes búsquedas: precios de armas eléctricas; pistola eléctrica paralizante a distancia; uso de cloroformo para dormir; venta de camisa de fuerza; tortura china con bambú; tortura china gota de agua; torturas para doblegar la voluntad…” explicó Perivancich.

En la audiencia, también se destacó que la conducta del imputado respondía al modus operandi que ya había utilizado, por lo que existen ciertas similitudes entre los homicidios perpetrados de su ex pareja y el hijo de 9 años de ella en 2005.

Una persona peligrosa

El subprefecto en retiro, Hugo Carreño, quien estuvo a cargo de la investigación y detención de Hugo Bustamante en 2005, contó a EL DÍNAMO que el imputado por el crimen de Ámbar Cornejo comenzó a temprana edad a delinquir y que su perfil calificaba como el de un sicópata.

“Tiene condenas por hurto, robo en lugar habitado y robo con violencia. Cuando lo detuvimos supimos que era el perfil sicológico de una persona peligrosa. Toda la investigación se redujo a que esta persona era un sicópata“, explica Carreño.

En enero de 2005, Hugo Bustamante estaba junto a su entonces pareja, Verónica Vásquez, en el dormitorio de la casa que compartían, peleando por el dinero obtenido en la venta de ese mismo inmueble. En medio de la discusión, Bustamante estranguló a Verónica, para posteriormente degollarla y golpearla con un bastón de madera en diferentes partes del cuerpo, introduciéndole en la boca un trozo de género.

En ese momento, apareció en la pieza el hijo de Vásquez, quien intentó defender a su madre del agresor, pero la violencia empleada por Bustamante fue más fuerte. Le tapó la boca al niño con una mano para que no gritara, utilizando la otra mano para estrangularlo y proceder a golpearlo con el mismo bastón de madera.

Por este doble homicidio, el hombre se hizo conocido como “El asesino del tambor“, ya que para deshacerse de los cuerpos los metió al interior de un tambor de 200 litros, el que llenó con agua, cal y yeso. Finalmente, enterró el tambor en el patio de una casa que arrendaba en Villa Alemana.

El ex subprefecto Carreño destacó que en el interrogatorio que se le realizó a Hugo Bustamante en aquella oportunidad, él tenía una actitud muy fría y solo se limitaba a responder lo justo, sin entrar en detalles.

Hugo Bustamante en entrevista con el programa Mea Culpa, en 2006.

“Cuando tratábamos de ahondar más en el delito, él decía que ‘lo hecho, hecho está’. Incluso, cuando lo detuvimos y lo llevamos hasta la excavación donde estábamos buscando los cuerpos, él dice claramente que mató a su mujer y al hijo de ella, y que ahí los tenía enterrados“, sostuvo el ex detective respecto a la frialdad de Bustamante.

El ex subprefecto argumentó que “si juntamos las piezas con el caso de Ámbar, en esta oportunidad, efectivamente hizo lo mismo que con Verónica, también le introdujo un paño a Verónica en la cavidad bucal (…) estamos hablando de una persona que está reiterando el mismo patrón, el mismo delito, las mismas conductas”.

Carreño explica que el perfil sicópata de Bustamante no significa que no tenga conciencia de lo que está haciendo al momento de cometer los crímenes.

“Estamos claros en que él logra apartar sus sentimientos o anularlos en pro del objetivo que él tiene, que normalmente se gatilla -esta sicosis larvada- cuando se frustra al no obtener lo que él pretende, y eso lo trasforma en odio y rabia que lo lleva a matar a sus víctimas“, comenta el ex PDI.

Un actuar premeditado

Los antecedentes entregados en la formalización sostienen que Hugo Bustamante estuvo al menos una semana preparándose para cometer el crimen de Ámbar.

Las búsquedas por internet y el hecho de que haya comprado con anticipación las tablas para cubrir el área del piso que arrancó para esconder el cuerpo terminaron por confirmar su premeditación.

Nosotros en el 2005 no logramos comprobar una planificación del delito. En ese tiempo no existía la misma tecnología, los celulares eran básicos y él no tenía computador. Tratamos de comprobar la planificación y recorrimos las ferreterías, ya que nos percatamos que las herramientas que utilizó estaban nuevas“, cuenta el detective retirado que participó en la investigación del crimen de Verónica y su hijo.

En ese sentido, Hugo Carreño indica que existe otra similitud al momento de ocultar los cuerpos, pero que en esta oportunidad no logró ser descubierto en los primeros peritajes realizados por la PDI en la vivienda.

Al igual que en el caso de Verónica, el imputado compró cal para evitar que los cuerpos produzcan olores. Asimismo, Carreño reveló que en 2005, Bustamante dejó los cuerpos en agua por más de dos semanas.

“Yo le dije -en el interrogatorio- que si acaso no sentía el olor y él me dijo: ‘No, es que dormí como dos semanas con los cuerpos, después me acostumbré. Se había acostumbrado al olor de la putrefacción”, comenta Carreño.

Durante la formalización del pasado lunes, se decretó que Hugo Bustamante deberá cumplir en la Cárcel de Alta Seguridad de Santiago la medida cautelar de prisión preventiva durante los 120 días que dure la investigación por el crimen de Ámbar Cornejo.

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