“Visión infantil del mundo”: Sebastián Edwards dispara contra el Frente Amplio de cara al plebiscito

El economista Sebastián Edwards cuestionó la postura del Frente Amplio respecto al proceso constituyente y su actuación en la discusión del retiro del 10% de los fondos de pensiones, acusándolos de “buenismo” y tener “una visión infantil del mundo”.

Edwards criticó al conglomerado en una columna en El Mercurio, donde expresó que “los problemas del Frente Amplio van más allá de las declaraciones destempladas de sus dirigentes. Además, muchas de sus propuestas cabalgan entre lo atolondrado y lo pueril, y atentan contra los ciudadanos de bajos recursos”.

Así, recordó la entrega de los fondos de pensiones, asegurando que “al eximir de impuestos el retiro del 10% de las AFP, les regalaron casi un millón y medio de pesos en exenciones tributarias a miles de personas de altísimos ingresos. Eso es mala política social y pésima política redistributiva”.

“Las actitudes infantiles están basadas en sueños y deseos desanclados de la realidad. Los niños no consideran, seriamente, el esfuerzo requerido para lograrlos. Además, los razonamientos de los jóvenes ‘revolucionarios’ a menudo contienen fallas lógicas, son incompletos y contradicen la historia y la verdad”, agregó Sebastián Edwards.

Junto con ello, acusó al Frente Amplio de no ser “precisos” en la discusión por el proceso constituyente, especialmente lo respecto a la experiencia de los países nórdicos y los derechos sociales en sus constituciones. “No estoy criticando la inclusión de derechos sociales en la Constitución. Lo que estoy objetando es el uso de argumentos descuidados en un debate cuyo objetivo es informar a los futuros constituyentes”.

Otro punto abordado por Edwards fue la postura del sector por una matriz productiva más compleja, dejando atrás el extractivismo, dejando en claro que “nuestra creciente mediocridad no tiene nada que ver con la matriz productiva ni con una escasa ‘complejidad’. El desempeño económico depende de la productividad, de la estabilidad política, de la calidad de la educación, de la calidad de las políticas sociales, del Estado de Derecho y de la fortaleza institucional”.

“Pero claro, esas son cuestiones que no encantan a los jóvenes revolucionarios, con su buenismo ingenio y visión infantil del mundo”, sentenció.