Claudio Orrego y votación de pacientes COVID-19: “Es un grupo bien reducido comparado con los 9,5 millones de votantes”

Pese a estar alejado de lo que él define como “la primera línea de la política” el ex intendente de la Región Metropolitana, Claudio Orrego, se las ha arreglado para seguir el acontecer nacional. Además de impartir clases en el Instituto de Estudios Urbanos de la Universidad Católica, todas las semanas sorprende a sus seguidores de Instagram y Facebook con nuevos invitados en sus transmisiones en vivo que hablan sobre el plebiscito constituyente.

Así, el abogado de profesión ha entrevistado a los alcaldes Daniel Jadue y Joaquín Lavín, pero también, a miembros de la sociedad civil, pobladores, dirigentes y políticos de distintos sectores.

Conversaciones que según confesó le han servido de entrenamiento ya que buscará durante los próximos meses reactivar su carrera política. Sin embargo, aún no define si lo hará postulándose para el cargo de gobernador regional, como anunció a principios de año, o a otro de “carácter ejecutivo que son los cargos que me gustan”, explicó a EL DÍNAMO.

Lo que sí tiene claro el ex intendente Claudio Orrego es que de momento su cabeza y esfuerzos están enfocados en el plebiscito, específicamente con el Apruebo y Convención Constituyente que busca promover y explicar por redes sociales. Por lo mismo, cuestionó en duros términos que a 56 días de que llegue el 25 de octubre el Gobierno y el Servicio Electoral (Servel) aún no han definido cómo se votará ese día.

“Todavía hay muchas dudas y a dos meses le corresponde al Gobierno despejarlas. De acuerdo a la experiencia internacional está claro que se pueden realizar actos electorales aún en tiempos de pandemia y ser exitosos si se toman todas las medidas del caso para que así sea”, explicó Orrego.

-¿Le parece que aún el Gobierno puede hacer algo para que voten pacientes con COVID-19?

-En este caso creo que el bien mayor del país es que haya absoluta garantía para que los 9,5 millones de votantes voten de forma segura. Si el Gobierno cree que no tiene las condiciones para garantizar que gente enferma contagiada de COVID lo haga (vote) sin poner en riesgo a las personas, en esta ocasión, no podrán votar.

-Desde el oficialismo han dicho que si no votan los contagiados podría perderse legitimidad. ¿Coincide?

-No lo creo. Es un grupo bien reducido comparado con los 9,5 millones. Si hacer votar a la gente enferma de COVID significa que cientos de miles serán contagiados, hay que optar por el mal menor. En este caso corresponde que los no contagiados voten con toda la tranquilidad. Sería ideal que existiera en Chile el voto por correo para casos calificados como estos, pero el Servel ha dicho que no lo puede implementar en dos meses. Creo que no vale la pena arriesgar la masividad del plebiscito por incluir a personas contagiadas.

-¿Qué otras dudas debe solucionar La Moneda en el corto plazo?

-Lo primordial es establecer medidas claras, como cuántos locales de votación hay, cómo va a funcionar el transporte ese día, cómo vamos a darles protección a los locales de mesa, cuáles son las medidas de seguridad que vamos adoptar dentro de los recintos. El Gobierno tiene que contribuir estableciendo protocolos y medidas de seguridad junto a los municipios, pero también es importante que toda la ciudadanía entienda que nos jugamos el plebiscito todos, no es sólo un tema del Gobierno, es un rol que la ciudadanía debe cumplir.

Claudio Orrego pide no temer a posibles manifestaciones para el plebiscito

Desde que se anunció la existencia de un plebiscito ciudadano para definir si habrá o no una nueva Constitución en Chile algunos personeros de la UDI y de la derecha dura del Partido Republicano de José Antonio Kast, han dicho que el proceso podría verse afectado por la irrupción de manifestaciones violentas durante su realización.

Un escenario poco optimista que Claudio Orrego no dejó pasar por alto y aseguró que “es la misma estrategia que ha usado la derecha en toda la historia de Chile”, es decir, “apelar al miedo de la gente para cambiar sus preferencias”.

“Lo hicieron el 88 con el plebiscito y la campaña del SÍ que era como volver a la guerra civil. Lo hicieron el 89 con la elección de (Patricio) Aylwin y lo han hecho cada vez que se ha planteado una reforma que va contra de sus intereses. Lo hicieron también con el 10% cuando dijeron que Chile se iba a incendiar y resulta que los mismos que vaticinaron el fin de la economía chilena hoy explican por qué se reactivó la economía con el 10%”, contó.

-¿Se han equivocado algunos sectores de la derecha más dura?

-Absolutamente. No me parece que uno pueda construir un país más justo, inclusivo y en paz sólo apelando al miedo y a la desconfianza de las personas. El deber de quienes estamos en la política es apelar a la esperanza y construir las condiciones buenas. Me carga esta suerte de oráculo del desastre en que se ha transformado la derecha.

-¿Qué le gustaría qué ocurriera el día del plebiscito? ¿No deberían existir inconvenientes?

-Que las elecciones se desarrollen en calma es parte de la tradición de la política chilena. Yo voto desde el 88 y no recuerdo ninguna elección en donde no se hayan respetado las normas. Chile tiene un ADN respecto a los procesos democráticos muy sólido y no veo cómo ahora va a ser diferente. Igualmente, el Gobierno tiene que tomar las medidas para que durante los días previos, y en el mismo acto eleccionario, las cosas funcionen como corresponde.

-También hay quienes llaman a suspender la elección de gobernadores regionales de abril del 2021 porque tendría pocas atribuciones reales. ¿Coincide con esas críticas?

-Los que critican la elección de gobernadores son los mismos que se han opuesto a la descentralización del poder de Chile durante mucho tiempo. Es una oposición a la descentralización bastante universal. Ese sector podrá meter ruido, pero no va a alterar el itinerario electoral, elecciones van haber les guste o no.

-¿Se mantiene firme en postularse para gobernador?

-Tengo muchas ganas de volver a la política activa, creo que cuando uno tiene vocación política y ve la crisis profunda de nuestro país dan ganas de volver a aportar. Pero voy paso a paso, primero trabajando por el plebiscito. Siempre me han gustado los cargos más ejecutivos y vinculados al territorio, entonces la Gobernación es una posibilidad, pero la prioridad hoy es el plebiscito y ya llegarán momentos de definiciones. ¿Es una alternativa? Sí, pero ¿es la única? No. Puede ser como alcalde, hay muchas elecciones, pero insisto que me gustan los cargos ejecutivos, así que a buen entendedor pocas palabras.

Orrego califica de “inmoral” el paro camionero

Además de las futuras elecciones el ex intendente comentó el actual paro camionero que iniciaron hace algunos días gremios como la Confederación Nacional del Transporte de Carga de Chile. Una movilización que, según dijo, “al ocurrir en medio de la pandemia es inmoral”.

“Todos podemos manifestarnos, pero uno lo hace a pie, cuando se paraliza una carretera y rompe la cadena de abastecimiento o pone en riesgo la circulación de ambulancias es un acto inmoral”, detalló Orrego.

Según el ex intendente de Michelle Bachelet, el paro camionero también deja entrever que las promesas de campaña del Presidente Sebastián Piñera, en relación a la “mano dura”, serían falsas por cómo se descontroló la situación en La Araucanía y el trato con los camioneros.

-Pero durante el Gobierno de Bachelet también se registraron hechos violentos

-Durante las situaciones violentas que nos tocó vivir el mundo de la derecha era muy duro con nosotros. De hecho, Piñera habló en su campaña de la mano dura, que aquí se iban acabar todas estas cosas. El fracaso del Gobierno actual es evidente porque nunca habíamos tenido en las últimas décadas tanta cantidad de atentados en contra de viviendas particulares, de camioneros, de escuelas y personas con el uso de arsenal de guerra.

–¿Qué opina del tono del Gobierno con los camioneros? ¿Ha sido muy permisivo?

-La reacción del Gobierno no es lo que decía el ministro Víctor Pérez cuando era senador respecto a la ‘Ley el que baila pasa’, donde para él era un delito interrumpir la calle. Todos los chilenos hemos visto la violencia usada por algunos grupos de camioneros para poder paralizar las carreteras y ante a eso hemos visto palabras de buena crianza en el Gobierno. En este país hay mano dura para el ciudadano que se salta el toque de queda, pero blanda para un gremio poderoso que paraliza al país en medio de la pandemia y más encima que se ríe en la cara de los gobernantes haciendo manifestaciones durante el toque de queda.