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22 de Septiembre de 2020

Segunda ola de coronavirus en Punta Arenas desata renuncia y mea culpa en gestión del Gobierno regional

La renuncia del intendente de Magallanes se produjo junto con el fuerte aumento de casos en Punta Arenas y cuando asomaban las críticas en la gestión tras la primera salida de cuarentena.

Por Brenda Martínez
casos coronavirus Punta Arenas Intendente Magallanes
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Sorpresivamente, el Gobierno decidió pedirle la renuncia al intendente de Magallanes, José Fernández, en medio de la crítica situación que vive la región a raíz del fuerte rebrote de casos de coronavirus registrados en la comuna y capital regional, Punta Arenas.

Desde La Moneda, el Presidente Sebastián Piñera designó a Jennifer Rojas como nueva autoridad, quien se desempeñaba hasta hoy como coordinadora regional de Seguridad Pública de Magallanes.

Todo esto se da justo cuando el COVID-19 atacó con fuerza a la comuna de Punta Arenas, la que se convertía en una de las primeras en salir del confinamiento y avanzar hacia un eventual retorno a las actividades y al trabajo por la disminución de casos de coronavirus.

“Decimos con mucho dolor que hay personas que han perdido la vida a consecuencia de esta enfermedad y hay familias que están sufriendo. A estas familias queremos manifestarle nuestra solidaridad y entendemos el dolor que están pasando a causa de la pandemia”, lamentaba el pasado domingo el ahora ex intendente, en el que se consagró como su último reporte diario como autoridad regional.

Dicha zona se mantuvo por cinco semanas en cuarentena, entre abril y mayo, momento en el que se registraban 11 personas fallecidas y cerca de 830 infectados. Luego de tres meses sin el confinamiento obligatorio, las cifras alertaron a la comunidad y autoridades, que ven con preocupación el avance de la enfermedad.

Desde el 24 de agosto al 20 de septiembre se han acumulado 65 muertes por COVID-19 y más 1.150 casos activos, posicionándose como la comuna con mayor cantidad estos casos nivel nacional, según lo expuesto por el 52° Informe Epidemiológico del Ministerio de Salud (Minsal).

El Minsal también informó que Punta Arenas, que cuenta con 141.984 habitantes, registra hasta la fecha un total de 5.770 casos de coronavirus.

El exponencial aumento de casos en la capital regional de Magallanes enciende una alerta en medio de la incertidumbre y polémica que causaron los permisos especiales por Fiestas Patrias y las aglomeraciones en los comercios, además del temor latente de que una segunda ola pueda afectar a otras comunas de la misma zona o de otras regiones.

“Estamos muy preocupados de lo que está pasando en algunas regiones de nuestro país, como Magallanes y el Biobío, donde ya estamos con un segundo brote, el cual, por ejemplo, en la región de Magallanes la cantidad de pacientes infectados ha sido mayor que el número que hubo en el brote inicial”, sostuvo al respecto el vicepresidente del Colegio Médico, Patricio Meza.

En ese contexto, Meza comentó, en conversación con 24 Horas, que “las estadísticas nacionales son fuertemente influenciadas por lo que ocurre en la región Metropolitana, pero a nosotros todo nos hace sospechar que el rebrote que existe en regiones como, por ejemplo, Punta Arenas, Magallanes, podría suceder exactamente lo mismo en unas semanas más, en un mes más, en Santiago”.

Lo que falló

El seremi de Salud (S) de Magallanes, Eduardo Castillo contó a EL DÍNAMO que tras la salida de la cuarentena se registraron una serie de fallas e infracciones, tanto de parte de la comunidad como de las autoridades sanitarias.

Castillo reconoció que ahora desde “la distancia” o ya transcurridos algunos meses, logran ver que les faltó actuar en todos los aspectos. “Lo primero que faltó fue reforzar las medidas preventivas. Es decir, nuestros equipos debieron haber salido a los lugares donde empezamos a ver aglomeraciones de personas, como en centros comerciales”, asegura.

El seremi agregó que debieron hacer una “campaña más directa” para recordarle a las personas que mantuvieran el distanciamiento social, el uso de mascarillas, especialmente en los encuentros familiares y de amigos, ya que los datos indican que un porcentaje menor de los casos de coronavirus en Punta Arenas ocurrió en el ambiente laboral.

En concreto, al momento de consultarle a las personas dónde se pudieron haber contagiado, señalan que en reuniones con cercanos que podían sumar -en ocasiones- 15 o más personas.

Por otra parte, Castillo realizó un mea culpa sobre la estrategia y capacidad con la que disponían para intentar controlar el avance de la enfermedad entre los ciudadanos.

“Nos faltó haber hecho más testeo y un rápido lineamento de los focos, cuando detectamos que empezaron a aparecer”, lamenta el seremi. No obstante, aseguró que la tarde del lunes -en paralelo a la renuncia del intendente- se estaba evaluando junto al Minsal cómo se ha implementado la estrategia y cuáles son los puntos que deben reforzarse a la brevedad.

No teníamos un equipo de trazabilidad reforzado, como si lo tenemos ahora; no teníamos un equipo de fiscalización, porque era el mismo personal que estaba haciendo otras funciones en barreras sanitarias; no tenían bien desarrollada la estrategia de residencia sanitaria como un lugar de aislamiento, porque tenía más bien una visión económica que sanitaria, lo que también hemos corregido”, reveló Castillo.

¿Con o sin cuarentena?

Consultado sobre si consideró un error la salida de la cuarentena en mayo pasado, considerando que no se contaba con la capacidad necesaria para llevar a cabo las fiscalizaciones y procedimientos sanitarios necesarios para controlar la enfermedad, el seremi Eduardo Castillo indicó que el confinamiento obligatorio como tal no sirve para “manejar la pandemia en el tiempo”.

Incluso, la autoridad sanitaria de Magallanes ejemplificó con lo ocurrido en Argentina, argumentado que ellos se sometieron a una larga cuarentena, pero que al momento de levantarlas volvieron a tener un importante brote.

En ese sentido, sostiene que el confinamiento logra mantener un poco menos congestionado el sistema hospitalario, pero a largo plazo las personas necesitan salir pata abastecerse y trabajar, por lo que la campaña debe ir más por el lado de la prevención  y cuidados.

El trabajo para lograr reforzar todos los puntos mencionados se ha intensificado en la región, con el fin de que cuando logren reunir los requisitos para salir del confinamiento, puedan hacerlo de forma segura, consciente, informada y responsable, asegura.

Una comunidad infractora

Desde su regreso a la cuarentena, la comuna de Punta Arenas no se ha destacado precisamente por el cumplimiento de las medidas sanitarias, registrándose diversas formas de eludirlas y burlar el sistema, lo que ha repercutido en el registro de casos de coronavirus.

Según lo expuesto por el seremi, los habitantes de la comuna estarían lejos de resaltar nuevamente por su comportamiento, ya que aún se registran altos índices de movilidad.

“La disminución en la movilidad no ha sido tan efectiva. En la primera cuarentena bajamos a un 40% que es el ideal, pero ahora hemos bajado un 20%. Esta semana vamos a evaluar que tan significativas han sido estas medidas, como la aplicación de restricción vehicular”, explicó.

En estas últimas semanas se han registrado una serie de infracciones cometidas por locales comerciales y por dueños de empresas, por lo que se han efectuado fiscalizaciones y cierres de locales

“Lo que también hemos visto es que muchos locales siguen funcionando, pese a la cuarentena, porque han cambiado el giro o se han adaptado y han agregado un giro que es esencial, pero que en realidad prevalece la venta de lo no esencial”, cuenta la autoridad regional de Salud.

Asimismo, revela que algunas empresas han tramitado permisos colectivos que superan la cantidad de personas que tienen contratadas. “Vamos a ver medidas para poder exigir que quienes tengan estos permisos también porten el contrato de trabajo que verifique que trabajan en esa empresa”.

Todo esto sumado a que la gente continúa aglomerándose en las entradas de los comercios, no respeta las filas ni el distanciamiento.

Consultado sobre la renuncia del intendente de Magallanes, el seremi indicó que si “nosotros creemos que una campaña pasa solamente por una persona, por una autoridad -incluso con la situación que pasó acá con la renuncia de la seremi anterior– y no asumimos que es una responsabilidad colectiva, podemos externalizar la culpa en muchos otros y no llegar a una solución”.

“No sé cuáles fueron las razones, pero sí estoy seguro de que la solución al problema de la pandemia, a lo menos en el tiempo que estamos viviendo, no pasa por una persona o cargo”, concluyó Castillo.

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