Ministro Figueroa por retorno a clases: “Los apoderados no están obligados a enviar a sus hijos”
De acuerdo a la autoridad, quienes tengan reticencias con la medida podrán continuar con la educación a distancia.
El ministro de Educación, Raúl Figueroa, reveló que a la fecha su cartera ha recibido más de 200 solicitudes de establecimientos de todo el país que piden un retorno a clases, donde al menos 53 ya volvieron a las aulas. Sin embargo, ante la preocupación de algunos apoderados por el COVID-19, la autoridad precisó que no sería obligatorio.
“Esto significa que sólo establecimientos que estén en comunas donde se den condiciones sanitarias que permitan el retorno y que además cumplan los protocolos sanitarios elaborados por el Ministerio de Salud son los que pueden iniciar este proceso gradual de recuperación de la experiencia educacional”, contó la autoridad en entrevista con Meganoticias.
Luego precisó que este sería un proceso “voluntario”, para los establecimientos que primero deben solicitar el regreso a clases y para las familias.
De acuerdo a Figueroa, “los apoderados no están obligados a enviar a sus hijos si por cualquier razón tienen aprehensiones y, respecto de ellos, debe mantenerse un mecanismo de educación a distancia”.
El retorno gradual planteado por Figueroa
De acuerdo al secretario de Estado, el regreso a clases no sólo sería “voluntario”, sino que además se realizará de forma gradual.
Respecto al proceso mismo, Figueroa aclaró que “no es que los establecimientos vuelvan con todos sus alumnos al mismo tiempo”, ya que “en general, las orientaciones apuntan a que sean los alumnos de cursos superiores los que partan, de tercero y cuarto medio por ejemplo”.
También insistió en que el regreso a clases sería de vital importancia desde el aspecto socioemocional. Según dijo, “es importante para el aprendizaje, para socializar y recuperar la experiencia escolar que es fundamental”.
Por último, en relación a los profesores aclaró que quedan al margen del retorno a clases aquellos docentes que formen parte de los grupos de riesgo.
“Por supuesto que si un colegio abre necesita de los profesores o asistentes de la educación para que pueda funcionar, pero son las respectivas comunidades las que van resolviendo esos casos específicos”, detalló.