El día negro de Víctor Pérez que lo llevó a renunciar tras sólo tres meses en el cargo
En la previa de la aprobación del libelo, ya se barajaba la opción de que el secretario de Estado dejara su cargo si prosperaba la acusación constitucional.
Esta jornada será recordada como un día negro y difícil de olvidar para el ahora ex ministro de Interior, Víctor Pérez, no sólo porque en la Cámara Baja la acusación constitucional en su contra fue aprobada con 80 votos a favor y 74 en contra, sino que además, porque tras el proceso presentó su renuncia y se volvió el jefe de esta cartera que alcanzó a durar menos tiempo en el puesto, con sólo tres meses de gestión.
Al llegar al Congreso, no se veía como una posibilidad concreta que hoy sería el último día de Pérez al mando de Interior. Incluso, el mismo ministro de Estado aseguró a los medios de comunicación que estaba “muy tranquilo”. Además, agradeció que durante su corta gestión “siempre he tenido el respaldo del Presidente y una gran coordinación con el resto de los ministros”.
Aquel acompañamiento al que aludió Pérez se manifestó durante la semana cuando ministros como el vocero de Gobierno, Jaime Bellolio, y el propio Presidente Sebastián Piñera le entregaron su respaldo, pero también, en la mañana de este martes cuando a las 7.30 horas se reunió todo comité político de La Moneda.
En la actividad, los representantes de los ministerios de Hacienda, Desarrollo Social, Defensa, Cancillería, Secretaría General de Gobierno de Chile (Segegob) y de la Secretaría General de la Presidencia (Segpres) alegaron que no existían los “argumentos jurídicos” necesarios para que la acusación avanzara en el Congreso.
La caída de Pérez
No obstante el apoyo que prestó el Gobierno, el diputado de la Democracia Cristiana (DC) e impulsor del libelo contra Pérez, Gabriel Ascensio, dejó entrever en la previa que sí estaban los votos necesarios en la oposición para, al menos, suspender de su cargo al ahora ex secretario de Estado hasta la decisión final de la Cámara Alta.
De acuerdo a Ascencio, sólo en la oposición lograrían 80 votos, es decir, dos más que los 78 mínimos necesarios. Incluso, el legislador bromeó con el tema y afirmó que “estoy seguro de que este martes Víctor Pérez será suspendido y no podrá volver a Santiago desde Valparaíso en auto fiscal. Tendrá que hacerlo en bus“.
Ya una vez en la sala de la Cámara Baja, la intervención de Ascencio sacó aplausos entre sus colegas de la oposición. En sus palabras, aseguró que “los hechos y los argumentos jurídicos de esta acusación son potentes, de las más claras que hemos tenido en este Congreso, y la defensa no ha podido desvirtuarlos”.
“Por el contrario, ha intentado desviar esa responsabilidad, y ha caído en versiones contradictorias incluso con otros miembros del Gobierno y de sus propios subordinados, como Carabineros de Chile”, continuó.
La “versión contradictoria” a la que aludió el parlamentario de la DC terminó por dañar la defensa de Pérez durante este domingo, cuando el equipo asesor del ex ministro del Interior decidió reemplazar a los abogados Alejandro Espinoza y Mario Rojas por Gabriel Zaliasnik, quien también defendió al ex ministro Jaime Mañalich en su acusación constitucional.
El cambio se debió a que Espinoza y Rojas, en la defensa que ingresaron a la Cámara de Diputados, sostuvieron que debido al Estado de Emergencia decretado por la pandemia del COVID-19, la responsabilidad de Carabineros recaía en los jefes de la defensa nacional, dirigidos por el Ministerio de Defensa.
Rumores de la renuncia de Víctor Pérez ya circulaban en el Gobierno
“Tomé la decisión de dar un paso al costado para que el Gobierno siga enfrentando la situación actual”, fue la frase con la que el ex ministro Pérez hizo pública su renuncia ante los medios de comunicación desde el Congreso en Valparaíso.
De todas formas, antes de anunciar la decisión, la eventual renuncia fue conversada al interior del Gobierno, principalmente porque ya se daba por hecho que la oposición alcanzaría los 78 votos mínimos que necesitaban.
De acuerdo a fuentes de La Moneda, la idea fue “amortiguar” los eventuales costos políticos que podría traer una destitución de Pérez a través del Congreso. Incluso, algunos personeros de Gobierno se acercaron a parlamentarios de la oposición para ver qué tan factible era detener el proceso con una renuncia del ex ministro del Interior.
Además, la renuncia permite que Pérez se postule a otros cargos de elección popular, no así si la acusación constitucional prospera, que de ser ratificada por el Senado, inhabilitará a la ex autoridad por hasta cinco años.
