El FMI ve con cautela la economía de Brasil y apoya ajuste monetario
La entidad indicó que el mercado laboral y el alza de los precios de las materias primas, están llevando a la economía brasileña a una creciente inflación. La Presidenta Dilma Rouseff lanzó un plan de incentivo para mejorar la competitividad.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) indicó hoy que existen “signos de sobrecalentamiento” en Brasil pese a las “favorables perspectivas económicas”, por lo que respaldó el “ajuste de las condiciones monetarias” por parte de las autoridades.
“La fuerte demanda, las condiciones ajustadas del mercado laboral, combinado con el alza de los precios de las materias primas ha llevado a una creciente inflación”, afirmó el FMI en su informe tras su revisión anual de la economía brasileña.
El organismo internacional pronosticó una inflación del 6,6 % para finales de 2011 y remarcó que en mayo ya se alcanzó el tope de la horquilla del 2,5 %-6,5 % prevista por el Banco Central de Brasil.
En este sentido valoró las medidas tomadas por Brasilia para “reducir gradualmente las políticas de estímulo económico”, entre ellas el recorte del gasto público y la subida de los tipos de interés.
Para 2011, el FMI mantuvo sus previsiones de crecimiento del producto interior bruto (PIB) de Brasil en un 4,1 %, tras el fuerte crecimiento del 7,5 % de 2010.
Asimismo, el Fondo destacó el “uso pragmático” de las herramientas para controlar los flujos de capital, entre ellas los controles de capital, que han permitido que el “tipo de cambio se haya apreciado sustancialmente y que las reservas internacionales hayan aumentado”.
Entre los desafíos que enfrenta la economía brasileña, el organismo dirigido por Christine Lagarde citó “la necesidad de incrementar la vigilancia financiera debido al ritmo de crecimiento del crédito y la continua dependencia del préstamo extranjero”.
A medio plazo, el FMI recomendó a las autoridades “encarar las prolongadas rigideces estructurales” de la economía brasileña, e instó a “desarrollar modificaciones fiscales claves, reformar del IVA estatal y el sistema de seguridad social”.
Hoy, la Mandataria brasileña Dilma Rousseff junto al ministro de Hacienda, Guido Mantega, lanzaron un plan de incentivo a la industria que prevé exenciones fiscales por 25.000 millones de reales (unos 16.025 millones de dólares) en dos años para mejorar la competitividad de las empresas en un “período de crisis internacional” y de apreciación del real frente al dólar.