Longueira da su primer golpe de timón en Economía
Consecuente con su opinión de que los técnicos no pueden imponerse a los políticos, la salida del presidente del consejo del Sistema de Empresas Públicas, Sergio Guzmán, ratifica el tono que adquirió esa cartera con la presencia del líder gremialista.
“Hay un doble filo. En los gobiernos de la Concertación los gerentes generales de las empresas eran técnicos que hacían bien su pega. Desde el momento que se exige una salida por otros temas, esto se politiza y se corre un riesgo súper grande para el futuro”, afirma el director de una de las 25 compañías que forman parte del Sistema de Empresas Públicas (SEP), que ayer se vieron sorprendidos cuando les llegó un mail firmado por Sergio Guzmán Lagos informando su salida de la presidencia del consejo del SEP.
“Queridos directores hoy dejo el cargo de presidente del consejo del Sistema de Empresas Públicas con el que me honró su Excelencia hace algo más de un año. A cada uno les agradezco su generosidad y entusiasmo por ayudarnos a cumplir el mandato presidencial definido para cada una de las empresas del estado que dependen de este organismo”, afirma el correo que envió Guzmán para despedirse de los integrantes de los directorios con los que se relacionó en los 15 meses en que duró en el cargo.
Las señales que comenzaron a dar cuenta del cambio en el SEP fueron evidentes a partir de un seminario sobre gobiernos corporativos organizado la semana pasada por la entidad. Originalmente, Longueira no tenía confirmada su participación, dada su reciente nominación como ministro, por eso su llegada al lugar causó sorpresa entre los directores de empresas convocados el viernes pasado en el Hotel Ritz Carlton, quienes se dieron cuenta que el discurso del ministro de estar en terreno en la mayor cantidad de actividades posible era cierto.
Guzmán tenía un perfil técnico e independiente en la administración del SEP. Su método de trabajo era muy cercano al que mostraba el anterior titular de Economía, Juan Andrés Fontaine. “Longueira es más dinámico, tiene más pilas y en ese sentido le gusta trabajar con gente así. Es del estilo ‘go get it’ y Guzmán era más tranquilo, muy buena persona, afable, pero con un ritmo distinto. Era más técnico”, resume otro director de empresas públicas.
Según comentan cercanos al ministerio, ese día en la tarde, Guzmán le solicitó a Longueira una reunión que no tuvo respuesta por parte del secretario de Estado y el lunes el ministro decidió pedirle la renuncia por su perfil más técnico. De esta manera se aseguraba el control total de las 25 empresas del Estado que son controladas por el SEP, entre ellas, las empresas portuarias de todo el país, Metro, Zofri, Polla Chilena y EFE, por nombrar algunas.
Con la salida de Guzmán, se confirmó el empoderamiento de Pablo Longueira en un cargo que ha tenido un giro político evidente desde que el ex presidente de la UDI asumió en la cartera de Economía y que viene a contrapesar el poder e influencia -casi incontrarrestable- que tuvo Hacienda en los últimos gobiernos. El mismo Longueira ya lleva dos intervenciones en los salones de La Moneda en el que ha compartido protagonismo con el Presidente Piñera: el lanzamiento del Sernac Financiero y la iniciativa de ayer en que se entregaron recursos por capital semilla a emprendedores. El líder de la UDI también fue el primer miembro del gobierno de Piñera que habló de realizar una reforma tributaria.
Ahora quien ocupe este cargo tendrá a cargo es un holding compuesto por estas empresas públicas del que el Estado es dueño o accionista, y que cubren sectores vitales para el país, como la infraestructura portuaria y sanitarias, transporte terrestre urbano e interurbano, servicios a sectores productivos como la minería y la agricultura, entre otros. Además, la entidad tiene entre sus funciones, amplias facultades para administrar los derechos, acciones y cuotas que tenga o le correspondan a Corfo en sociedades y entes sin fines de lucro
Sin ir más lejos, Corfo con las compañías sanitarias Esbbio y Esval recaudó un monto de 564 millones de dólares por la venta de su participación mayoritaria.
Longueira además cumple con otro objetivo personal que venía criticando casi desde el inicio de la administración de Sebastián Piñera: aplacar el excesivo protagonismo de los técnicos por sobre los políticos en el gobierno. Algo que reafirmó en una de sus primeras declaraciones como nuevo secretario de Estado al señalar que “no existen los ministros técnicos, creo que estamos todos en política y llegó la hora de los políticos”.
Esto no fue bien visto por los aludidos “tecnócratas”. Un director que prefiere mantener el anonimato afirma que “se complica bastante el compromiso con el gobierno en estas condiciones porque uno ve que cambia radicalmente el panorama con que se inició esto. Se hablaba de las oportunidades para hacer otro tipo de gobierno y por eso varios técnicos decidieron entrar a la administración pública, revelar o comprometerse con una cierta militancia política y ahora eso no importa”.