Peruanos prefieren los colchones a los bancos para guardar su dinero
"Ocho de cada diez peruanos ahorran de alguna forma, pero la mayor parte no es ahorro financiero. La mayoría de la gente que ahorra lo hace bajo el colchón", afirmó Diego Cisneros, Superintendente Adjunto de Banca y Microfinanzas de la estatal Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS).
Solo el 29,5 % de los peruanos confía sus ahorros al sistema financiero, mientras que la mayoría prefiere guardarlos en su casa o directamente no ahorra, según un estudio publicado hoy.
“Ocho de cada diez peruanos ahorran de alguna forma, pero la mayor parte no es ahorro financiero. La mayoría de la gente que ahorra lo hace bajo el colchón”, afirmó Diego Cisneros, Superintendente Adjunto de Banca y Microfinanzas de la estatal Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS).
Según el estudio, elaborado por la SBS y la Universidad del Pacífico (privada) y publicado en la página electrónica del diario limeño Gestión, el 35,4 % de los peruanos prefiere su hogar para guardar sus ahorros, mientras que el 23,3 % no puede ahorrar y el 6,9 % lo hace en “juntas”, un sistema en el que un grupo de personas se une para ahorrar de manera comunitaria.
Para Cisneros, la medida que se toma al momento de ahorrar tiene que ver con los distintos niveles de ingresos de la población, ya que cuando estos son mayores recurren al sistema financiero.
Un informe de la Corporación Andina de Fomento (CAF), citado por Gestión, señala que el 21,6 % de la población de Lima no posee una cuenta bancaria porque desconfía de los bancos, mientras que en otras ciudades de la región este porcentaje es menor: un 15,2 % en Buenos Aires, 16,8 % en Río de Janeiro y un 16,7 % en Bogotá.
Al respecto, Cisneros citó un caso ocurrido en la ciudad peruana de Pisco tras el terremoto de agosto de 2007, que mostró la preferencia peruana por guardar los ahorros en el hogar.
Según contó, tras el terremoto las entidades financieras enviaron grandes cantidades de efectivo ya que se esperaba una “hecatombe financiera”.
“Pero, más bien, la gente corrió a las entidades financieras a depositar su dinero, que tenía bajo el colchón, pues al no haber paredes en sus casas, ya no era seguro”, afirmó el funcionario.