HidroAysén después del fallo de Castilla: ¿una oportunidad o una lápida anticipada?
La decisión de la Corte Suprema de frenar Castilla, obligando a sus impulsores a presentar un proyecto ambiental que abarque el puerto y la termoeléctrica, según los detractores de HidroAysén abre una nueva oportunidad para generar nuevos recursos de protección contra el proyecto.
Uno de los primeros puntos de análisis tras conocerse el dictamen de la Corte Suprema que rechazó este martes el mega proyecto termoeléctrico Central Castilla, fue evaluar cuáles serían los coletazos que este precedente legal marcaría en los otros proyectos energéticos que han despertado el rechazo de la comunidad.
Con la decisión unánime de señalar que la empresa brasileña MPX y la alemana E.ON no pueden realizar el proceso de Evaluación Ambiental de puerto Castilla y la Central Castilla en forma independiente, las miradas apuntaron de inmediato a HidroAysén, el cuestionado proyecto de Endesa y Colbún, que busca emplazarse en la Patagonia con cinco centrales y llegar hasta el centro del país a través de una línea de transmisión de 2000 kms.
Así, desde del sector empresarial hubo quienes vieron en el impasse de Castilla una oportunidad para HidroAysén. ¿Por qué? Porque, según ellos, operaría la lógica de la necesidad. Es decir sin los 2.100 MW que produciría Castilla, la tendencia natural sería favorecer la construcción de otras alternativas de generación de energía -entre ellas- el proyecto emplazado en la Patagonia.
Así lo afirmó el gerente general de la empresa consultora especializada en temas de energía, Valgesta, Ramón Galaz, que señaló a La Tercera que los 2.100 MW que produciría Castilla pueden ser abastecidos de unidades que están “más al sur del SIC”.
A esa teoría de la necesidad contribuye el negro escenarios que otros actores han dibujado en materia energética. Esas voces sostienen que al no contar con los mega watts que generaría Castilla se crea un escenario energético incierto para el norte chico del país en el año 2018. “Se estima cerca de 7.000 a 8.000 MW que se requieren para los próximos años y vemos que esos proyectos no se están construyendo todavía”, dijo el gerente general de la Asociación de Generadores, René Muga.
En la misma línea, el vicepresidente ejecutivo de HidroAysén, Daniel Fernández, dijo ayer a La Segunda que “la situación se vuelve más crítica y hay que ser creativos en buscar otras fuentes adicionales, aparte de HidroAysén, para poder suplir la demanda creciente”.
“HidroAysén representa otro 25% del Sistema Interconectado Central (SIC) futuro. Si terminas no haciendo Castilla ni HidroAysén, tienes la mitad del SIC sin futuro”, dijo Fernández.
EL CONTRATAQUE DE LA PATAGONIA
Para el movimiento ciudadano Patagonia sin Represas, sin embargo, la decisión de la Corte Suprema se presenta como una nueva oportunidad para generar nuevos recursos de protección que frenen definitivamente el mega proyecto hidroeléctrico de la zona austral del país.
Según el abogado de Patagonia sin Represas, Marcelo Castillo, el fallo de la Corte Suprema “genera un precedente importante en el sentido de que los proyectos de ahora en adelante, tal como dice la Ley 20.417 y como lo dice la Corte Suprema, no se pueden fraccionar”. El dictamen “nos abre nuevas puertas, que haremos valer cuando corresponda”, señala.
Esto es refrendado por el vocero de la agrupación, Patricio Rodrigo, quien afirma que “la decisión de la Suprema justamente toma en consideración uno de nuestros argumentos básicos”.
Sobre este debate, el vicepresidente ejecutivo de HidroAysén, Daniel Fernández, dijo a este medio que la situación “es muy diferente. Siempre en Chile se han presentado las líneas por separado; abarcan otro territorio, pueden involucrar a otros proyectos, se presentan a otra autoridad ambiental. En el caso del Puerto Yungay, que es parte de nuestro proyecto de generación, nuestra RCA lo incluye. En todo caso, sobre esto ya falló explícitamente la Corte Suprema, avalando nuestro proceso”.
Esto último, en relación a la decisión del máximo tribunal que el 4 de abril de este año, cuando aprobó HidroAysén rechazando todos los recursos de protección que estaban en juicio, entre ellos el hecho de que la línea de transmisión se evaluara independientemente al proyecto hidroeléctrico.
Según Rodrigo, en esa oportunidad “existió un sesgo en la decisión y este pudo haber estado dado por el voto en contra de un ministro que tenía acciones en Endesa”, dijo refiriéndose al ministro Pedro Pierry, que votó a favor del proyecto y que poseía para entonces 109.840 acciones de Endesa, adquiridas en 1988 y valorizadas en más de 52 millones de pesos.
Finalmente, y respecto a la posible falta de energía en el país, el abogado de Patagonia sin Represas explica que “antes del ingreso de HidroAysén y Castilla ya se había aprobado más de 10 mil MW por lo tanto hay energía suficiente. Además HidroAysén no arreglaría los problemas inmediatamente. Ya que de ejecutarse estaría funcionando recién el 2020. Además el principal problema es el duopolio Endesa Colbún”.
“¡Eso es una propaganda de varios medios de comunicación! Quieren crear una falsa sensación de que falta energía: ¡Es una campaña del terror!”, sostiene Rodrigo.
La carretera eléctrica de Piñera
Casi como una premonición, un día antes de que se conociera el rechazo a Castilla, el presidente Sebastián Piñera se reunió con el ministro Secretario General de la Presidencia, Cristián Larroulet, y con el ministro de Energía, Jorge Bunster, para finiquitar los últimos detalles del proyecto que podría devolverle la vida a las cuestionadas iniciativas energéticas en el país: la carretera eléctrica.
El proyecto que fue anunciado el pasado 21 de mayo y que entrará hoy al Congreso, radica en el compromiso público que adquirió Piñera tras reunirse con los principales actores de la industria eléctrica después de que Colbún decidiera postergar los estudios de la línea de transmisión de HidroAysén. Esto que es visto por el sector medioambientalista como “una respuesta del gobierno para facilitarle a los proyectos eléctricos la vía de transmisión”, explica Patricio Rodrigo.
Según Marcelo Castillo, “la carretera eléctrica es un traje a la medida de HidroAysén que pretende solucionarle el problema del tendido eléctrico, que es tan largo y pasa por tantas comunidades que evidentemente va a ser rechazado, La única opción es que tenga el aval y el apoyo político del Estado”, sostiene.
“Más que una respuesta de un fallo de la Corte Suprema corresponde una perseverancia del Presidente de la República en apoyar este proyecto”, afirma.