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22 de Marzo de 2013

Eurozona dispuesta a negociar plan B para Chipre, pero con garantía de troika económica

El Eurogrupo subrayó de nuevo ante Nicosia la necesidad de excluir a los pequeños ahorradores de cualquier gravamen, algo que el Gobierno de Nikos Anastasiadis ya adelantó que hará con el plan alternativo que elabora.

Por EFE
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La eurozona exigió hoy a Chipre que presente cuanto antes su propuesta alternativa del rescate y expresó su disposición a discutirla, pero dejó claro que cualquier decisión debe basarse en un análisis de la Comisión Europea (CE), el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).

La eurozona “está lista para discutir con las autoridades chipriotas un nuevo borrador de propuesta y espera que lo presenten lo más rápido posible”, indicó el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, en un comunicado tras la conferencia telefónica de apenas noventa minutos entre los ministros de Finanzas de los diecisiete países de la moneda única, por segunda vez esta semana.

El portavoz económico de la CE, Simon O’Connor, dijo que parece haber un “mejor espíritu de cooperación” por parte de Chipre y que el Ejecutivo comunitario comenzará a estudiar “cuidadosamente” la propuesta a partir de mañana.

“El Eurogrupo estaría después preparado, en base a un análisis que se necesita por parte de la troika (la CE, el BCE y el FMI), a continuar las negociaciones sobre un programa de ajuste que respete los parámetros definidos anteriormente” por los ministros de Finanzas de la eurozona, señaló Dijsselbloem.

Esos parámetros consisten en la aportación por parte de Chipre de 5.800 millones de euros al rescate de hasta 10.000 millones de euros que la eurozona y el FMI están dispuestos a concederles, así como en un reparto “justo” de la carga y unas perspectivas de deuda sostenible, del 100 % en 2020.

El acuerdo urge porque el BCE ya anunció que solo garantiza la liquidez de emergencia a los bancos chipriotas hasta el lunes (festivo en Chipre), ya que no está asegurada la solvencia de las entidades afectadas sin un programa de ayuda.

Ése es el horizonte temporal que tiene Nicosia para presentar y consensuar un plan alternativo.

“Después de que se finalicen tales negociaciones, las autoridades chipriotas deben comenzar a legislar los elementos de un acuerdo”, puntualizó el también ministro de Finanzas de Holanda, que reiteró la “importancia de que se garanticen plenamente los depósitos inferiores a 100.000 euros en la Unión Europea (UE)”.

De esta manera, el Eurogrupo subrayó de nuevo ante Nicosia la necesidad de excluir a los pequeños ahorradores de cualquier gravamen, algo que el Gobierno de Nikos Anastasiadis ya adelantó que hará con el plan alternativo que elabora.

“Los países miembros de la eurozona siguen estando preparados para asistir a los chipriotas en sus esfuerzos reformistas y para garantizar la estabilidad del área de la moneda común en su conjunto”, afirmó.

Dijsselbloem alertó hoy mismo en la Eurocámara de la gravedad de la situación del pequeño país mediterráneo, que aunque solo supone el 0,2 % del PIB de la eurozona, a su juicio representa un “riesgo sistémico”.

Lo que supone, si no se toman medidas para prevenir el colapso de su sistema bancario y controlar el flujo de capital, que podría contagiar a otros socios.

Para evitarlo, el presidente del Banco Central de Chipre, Panikos Dimitriadis, anunció la reestructuración del Laiki Bank, la segunda mayor entidad financiera de la isla, dentro de un plan de saneamiento del sistema bancario, sin el cual la economía “estaría en peligro”.

En paralelo, este banco redujo a 260 euros diarios el límite de la retirada de dinero en sus cajeros automáticos.

El plan alternativo con el que el Gobierno chipriota pretende reunir los 5.800 millones de euros exigidos por el Eurogrupo como contribución propia al rescate incluye además de un Fondo Solidario de Inversión, la creación de un banco “bueno” y otro “malo”.

En ese fondo se incluirían valores inmobiliarios del Estado y otros organismos (la Iglesia se ha ofrecido a participar) y parte de las reservas de los fondos de pensiones de los empleados públicos y empresas semiestatales.

Según los detalles del plan que se conocen, todos los activos y los depósitos menores de 100.000 euros del Laiki Bank (intervenido por el Estado desde 2012) pasarían al Cyprus Bank, el principal banco del país.

Los préstamos morosos y los depósitos superiores a los 100.000 euros del Cyprus Bank pasarían al Laiki Bank, que se transformaría en banco “malo”, y además se prevé la venta de todos los bienes inmuebles del Laiki para reembolsar a los titulares de los depósitos superiores a los 100.000 euros.

Esta reestructuración permitiría al Estado ahorrar 2.300 millones de euros y garantizaría el 95 % de los depósitos en esa entidad, según el líder del partido gobernante DISY, Averof Neofitu, de modo que el resto tendrá que asumir pérdidas.

Así, Chipre tendría que encontrar el modo de reunir otros 3.500 millones de euros para satisfacer las exigencias de la eurozona.

El portavoz comunitario señaló que la CE “está condicionalmente satisfecha de que la ley sobre liquidación bancaria y las restricciones a los movimientos de capital se estén tramitando en el Legislativo”, ya que son “absolutamente esenciales” en las actuales circunstancias.

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