Reforma laboral: Las propuestas que tensionan el comando de Bachelet
Mientras hoy la candidata se reunirá con los empresarios agrupados en la CPC para presentarles su programa, en la comisión laboral vaticinan una batalla campal entre izquierdistas y liberales por las reformas al Código Laboral.
La ex presidenta Michelle Bachelet definió tres puntas de lanza para su campaña: nueva constitución, reforma tributaria y educación gratuita. Desde la izquierda de la Nueva Mayoría plantean una cuarta prioridad programática: la reforma laboral.
La discusión ha tensionado al comando y a los partidos, al punto que el demócrata cristiano Marcelo Albornoz debió abandonar la comisión laboral luego de que dirigentes de su propio partido reclamaran por su presencia, debido a las asesorías que prestó a grandes empresas.
El grupo forma parte de las 35 comisiones mandatadas por Bachelet para elaborar propuestas que den cuerpo al programa que presentará al país en la recta final de la campaña presidencial. Y aunque hasta ahora la discusión por este tema se ha manejado con un bajo perfil, el ingreso de representantes del Partido Comunista y de la Democracia Cristiana anticipan que el debate no será una taza de leche.
Hasta ahora en el comando han planteado públicamente que buscarán reforzar el empleo para jóvenes y mujeres, y que se reforzará la negociación colectiva. Pero desde el PC y los sectores sindicalistas de la Nueva Mayoría apuestan por reformas mucho más profundas, que transformen sustancialmente el actual Código Laboral.
El tema no es fácil, y uno de los integrantes del equipo que analiza una reforma laboral lo plantea en los siguientes términos: “El sistema puede asimilar la educación gratuita, pero la cosa se complica cuando los intereses de las empresas están en juego”.
Esta mañana la aspirante a la presidencia se reunirá con la cúpula de la CPC, que encabeza Andrés Santa Cruz, ocasión en que no estarán ausentes las reformas tributaria y laboral. El empresariado mira con sospecha la elaboración de un programa tildado por algunos como “izquierdizado”, aunque fuentes del comando advierten que en este punto nada está zanjado.
La comisión reforzada
El pasado 10 de julio Bachelet presentó a las figuras que encabezarían las distintas comisiones encargadas de elaborar su programa presidencial. En el ámbito laboral solo se mencionó al ex director de la OIT, Juan Somavía, pero a comienzos de agosto se incorporaron a ese equipo otros ocho expertos.
Representando al Partido Comunista aterrizó el director del ICAL (centro de pensamiento de la tienda) Marcos Barraza, quien a su vez participa en la comisión de educación. La propuesta del PC en este ámbito es clara y se desarrolla en el documento “Propuestas programáticas para una convergencia social y política”, entregada al encargado programático del comando, Alberto Arenas, en junio pasado.
En el texto se plantea una “nueva institucionalidad laboral con sindicalización automática, fortaleza de la negociación colectiva, suspensión de reemplazos en tiempos de huelga, fortalecimiento del fuero sindical, fin de despido por necesidades de la empresa, fin el multirut y reajuste de salario mínimo a 250 mil pesos”.
Si bien algunas de esas propuestas encuentran eco en la propia candidata y en Somavía, desde el interior de la comisión advierten que la discusión será ardua por la presencia de economistas de un perfil más liberal, lo que se suma a los resquemores existentes entre los empresarios.
Si bien Barraza defenderá la propuesta programática del PC, los otros nombres que se sumaron al trabajo debieran equilibrar la balanza. La mayoría proviene del mundo concertacionista que trabajó estas temáticas durante los gobiernos de Lagos y Bachelet.
Por el Partido Socialista ingresó a la comisión la ex directora del Trabajo, Patricia Silva, quien últimamente ha ganado influencia en el PS en los temas relativos al mundo del trabajo. En febrero de este año fue la encargada de la discusión programática laboral al interior del partido, y hace pocas semanas expusó frente a la bancada de diputados en una jornada preparatoria de cara a las elecciones de noviembre.
Otro nombre que se integró a inicios de agosto fue el del sociólogo Mario Alburquerque, quien del 2005 al 2010 estuvo al frente del Centro Nacional de Productividad y Calidad (ChileCalidad), espacio que reúne al gobierno, a la CUT y a la CPC, para discutir los temas relativos a la productividad y el respeto de los derechos laborales. Además, Alburquerque trabajó para el Departamento de Estudios de la Dirección del Trabajo durante el gobierno de Lagos.
La DC es el partido que cuenta con más representantes en el equipo de reforma laboral: Mauricio Jelvez, Cristóbal Huneeus, Joaquín Cabrera, Marcelo Albornoz y, en ocasiones, la comisión ha contado con la presencia de quien fuera jefe de la comisión económica de Claudio Orrego, Alejandro Micco.
Jelvez es ingeniero industrial de la Universidad Austral y fue subsecretario del Trabajo durante el gobierno de Bachelet. Huneeus es ingeniero de la Universidad de Chile y doctor en Economía de la Universidad de Stanford. En Chile ha trabajado junto a dos hombres claves del comando de la candidata: Eduardo Engel y José de Gregorio, ambos del equipo económico. Hijo de los encuestólogos Carlos Huneeus y Marta Lagos, se desempeñó también como jefe de estudios en Mori. El 2011 publicó el libro “Contra la desigualdad el empleo es la clave”, junto al ex candidato presidencial liberal, Andrés Velasco. En el texto se contrasta lo positivo que sería para reducir la desigualdad apuntar a la creación de empleos, versus políticas públicas como el ingreso ético familiar y el aumento del salario mínimo.
Joaquín Cabrera fue jefe del Departamento de Relaciones Laborales de la Dirección del Trabajo durante el mandato de Marcelo Albornoz, en el gobierno de Lagos. Antes operó como asesor de la CUT y del Foro de Desarrollo Productivo.
La abrupta salida de Albornoz
A inicios de agosto, la incorporación del DCgeneró la ira de los cuadros sindicales de la falange. En un artículo publicado por El Mostrador el vice presidente DC de la CUT, Nolberto Díaz, declaró que la presencia de Albornoz era “impresentable”, debido a su vinculación a grandes empresas como París, Minera Collahuasi, Ripley, Cencosud y Wallmart. Las asesorías prestadas a estas empresas le valió a Albornoz el mote de figura “del lado de los empresarios”, por lo que los dirigentes sindicales le solicitaron al presidente de la falange, Ignacio Walker, que retirara al ex director del trabajo de la comisión.
Hoy Albornoz ya no forma parte del equipo, según aseguran fuera de micrófono varios integrantes de la instancia.
El 30 de agosto es el plazo fijado por el comando para que la comisión entregue una propuesta formal a la candidata, la que será analizada punto por punto por ella, quien finalmente decidirá que propuestas se mantienen en el programa presidencial.