La producción industrial de Chile aumentó un 2,9 % en septiembre
El IPI logró un incremento de la mano del positivo aporte de la minería y de la energía, que compensaron los negros resultados obtenidos por el sector manufacturero.
El índice de producción industrial (IPI) de Chile registró un aumento del 2,9 % interanual en septiembre, debido al positivo aporte de la minería (5,4 %) y de la energía (4,2 %), que compensaron la pérdida de dinamismo en el sector manufacturero (-1,0 %), informó hoy el Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
Según el INE, el IPI anotó un retroceso del 5,4 % respecto a agosto y acumuló un incremento del 3,2 % en los tres primeros trimestres del año.
Por componentes, el índice de producción minera mostró una caída del 0,4 % mensual y un alza del 5,4 % en comparación con septiembre de 2012, debido principalmente a la mayor producción de cobre. La producción de metal rojo, principal producto de exportación chileno, sumó en septiembre 489.170 toneladas métricas, lo que supone un 0,8 % menos que en agosto y un aumento del 5,4 % en doce meses.
En tanto, el índice conjunto de electricidad, gas y agua se incrementó un 4,2 % respecto a septiembre del año pasado, impulsado por el incremento en el índice de electricidad (4,6 %) y de agua (3,5 %), que compensaron la caída del 14,7 % en el gas.
La generación eléctrica aumentó también un 4,4 % debido en gran medida al alza en doce meses de la generación hidroeléctrica.
En el Sistema Interconectado Central (SIC), que abastece de energía a la mayor parte del país, la generación termoeléctrica, altamente contaminante, aportó el 50,6 % de la producción, mientras que la participación de la hidroelectricidad creció del 40,3 % en septiembre de 2012 al 47,5 % el mes pasado.
Por su parte, el índice de producción manufacturera disminuyó un 1,0 % interanual, debido a que se registró una menor actividad en algunas ramas industriales.
Las principales divisiones que incidieron en ese retroceso fueron la fabricación de productos de tabaco (-43,3 %); de productos elaborados de metal excepto maquinaria y equipo (-10,7 %) y de metales comunes y productos minerales no metálicos (-8,4 %).
En cambio, las divisiones que tuvieron una mayor incidencia positiva fueron la elaboración de productos derivados del petróleo (14,3 %), actividades de edición e impresión (5,7 %) y la producción de muebles (5,6 %).