INE adelanta resultados preliminares del Censo 2012: Seríamos 16.341.929 de habitantes
La presentación final del informe, prevista para septiembre de este año, nuevamente ha estado marcada por desencuentros al interior del Instituto Nacional de Estadísticas por lo que sus técnicos acusan como falta de participación en el proceso de conciliación de las cifras.
Con algunos días de adelanto de acuerdo con el programa y marcada por nuevos desencuentros entre la dirección y los técnicos del INE, el director del organismo, Juan Enrique Coyemans dio a conocer este mediodía la base de datos del polémico proceso censal realizado el 2012, acompañado de las correspondientes explicaciones técnicas para la correcta interpretación de los datos.
En una conferencia de prensa la autoridad estadística afirmó que los datos entregados hoy “sirven para la elaboración de políticas públicas”, ya que la “población cuanficada” de este censo de derecho, es la que puede compararse con los anteriores censos de derecho.
En este sentido Coyemans explicó que “no se incluye aquí la estimación de las viviendas que no fueron censadas, ni “los moradores ausentes que corresponden a habitantes de vivienas censadas, pero no se encontró informante idóneos“. El director aseguró además que esta estimación de moradores ausentes se realiza en varios países como Mexico y EE.UU y que no implica inconvenientes para el trabajo con sus datos si se realiza “de manera transparente”.
De todas formas, se podrá tener una cifra de la “población total cuantificada” de 16.341.929. De todas formas habrá que esperar hasta el mes de septiembre para conocer la cifra final y oficial, una vez que termine el proceso de conciliación de datos.
Coyemans anuncio en la conferencia la entrega de tres tomos de estas bases de datos a la prensa: el primero con el censo de población, el segundo con el censo de viviendo y el tercero con las explicaciones técnicas de todo el proceso.
Las diferencias
Para el mes de septiembre está prevista la entrega definitiva de los datos de población que debía consignar el polémico Censo realizado en 2012. La cifra oficial de chilenos se conocerá luego de realizar el proceso de conciliación demográfica en el cual las cifras se afinan a partir de los reportes de las estadísticas vitales para el país.
Según consigna el diario El Mercurio, la presentación final del informe nuevamente ha estado marcada por desencuentros al interior del Instituto Nacional de Estadísticas, pues los técnicos del organismo acusan falta de participación en el proceso. El cronograma de presentación de los datos fue elaborado por el INE en base a los informes de los expertos nacionales e internacionales convocados por el gobierno para establecer si sería o no necesario repetir la encuesta nacional dados los vicios que tuvo el proceso encabezado por el renunciado Francisco Javier Labbé, que fue acusado de manipular los datos del último Censo 2012.
Labbé, quien prometió “el mejor Censo de la historia” salió del cargo acusado de forzar cifras para calzar la población estimada con la que efectivamente fue encuestada. Así se presentó una cifra de 16 millones 600 mil habitantes “estimados” en el Censo 2012, no obstante los chilenos efectivamente encuestados solo llegaron a 15 millones 800 mil personas a la que se sumaron los 600 mil moradores ausentes.
Los equipos de expertos convocados por el gobierno tuvieron opiniones disímiles frente a la necesidad de realizar un nuevo Censo. El equipo nacional integrado por David Bravo, director Centro de Microdatos de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile; Osvaldo Larrañaga, oficial del Programa de Reducción de la Pobreza y de la Desigualdad del PNUD; Isabel Millán, jefa de la división Observatorio Social del Ministerio de Desarrollo Social; Magda Ruiz, coordinadora Área Demografía e Información sobre Población, Celade y Felipe Zamorano, del Ministerio de Vivienda y Urbanismo recomendaron por unanimidad repetirlo “abreviadamente” en 2015 y advirtieron que sus resultados no deben ser usados en la elaboración de políticas públicas. Sin embargo, ante dicha respuesta el gobierno convocó a técnicos internacionales que sí validaron el trabajo realizado por Labbé.