Factura Electrónica Obligatoria: Comienza la cuenta regresiva
La cuenta regresiva para las empresas ya comenzó, pero ahora, además de los beneficios asociados a la implementación en ahorro de tiempo, tinta y papel, la factura electrónica tendrá otra ventaja para los contribuyentes; el factoring electrónico, tema que abordaremos en una próxima ocasión y que merece un análisis a fondo por todas las aristas tributarias que implica para todo el sistema.
Aliosha Bertini es Ingeniero en Ciencias de la Informática y Gerente Comercial de Paperless Chile.
Desde que se promulgó la Ley de Factura Electrónica a principios de este año, son muchas las empresas que han implementado el servicio, fomentando la innovación, modernizando sus métodos y agilizando procesos de documentación. Entre sus virtudes, la factura electrónica permite a las empresas realizar intercambios de documentos, sin necesidad del transporte físico, impresión, uso de papel y almacenaje.
Para comprender las ventajas de esta herramienta, una observación importante es explicar la diferencia entre boleta y factura electrónica. Muchas personas, sobre todo en el sector Pymes, creerán que son similares, incluso, lo mismo. Sin embargo, en el caso de la boleta electrónica y desde el punto de vista tributario, la paga el contribuyente que emite el documento. En cambio la factura, es un documento que por sí mismo es transable, tiene valor, y por lo tanto hay un crédito fiscal que se traspasa entre los que participan en la comercialización de bienes y servicios.
Los plazos para la implementación obligatoria de la factura electrónica avanzan a pasos agigantados día a día. La cuenta regresiva fija el primer plazo para las grandes compañías, que facturan por sobre los $230 millones, para el 1 de noviembre del año en curso. Son muchas las empresas que están cumpliendo con esta medida impulsada por el Gobierno, y lógico, deben elegir el mejore prestador de servicio en esta materia para no poner en riesgo su inversión, considerando, además, la solución que entregue mayor seguridad.
A más de una década de estar presente en el país, la implementación de la factura electrónica se vuelve cada vez más necesaria y se ha transformado en un eje de crecimiento para todas las empresas, sin importar su tamaño ya que, además, entrega mayor seguridad a las organizaciones y brinda oportunidades en materia de beneficios tributarios, comerciales y financieros.
Con la implementación definitiva de la factura electrónica, las Pymes accederán a múltiples beneficios. Este grupo de empresas deberán comenzar a implementar “obligatoriamente” el documento a partir de agosto del 2015 y finalizarán el proceso a principios de 2016. Uno de los beneficios más importantes, será la posibilidad de enviar las facturas hacia sus clientes por medios electrónicos, facilitando el cumplimiento de la ley del mérito ejecutivo y acelerando los procesos de pago.
Lo último refuerza el alto apoyo que ha puesto el Servicio de Impuestos Internos y el Ministerio de Hacienda de Chile para avanzar en este proyecto y que promueve que los grandes compradores confirmen las compras – de todo tipo de servicios – electrónicamente a sus proveedores, para poder hacer uso del IVA crédito. Esta pequeña modificación, pretende eliminar la posibilidad de que los grandes compradores hagan uso del IVA crédito inmediatamente, mientras el pago de las facturas correspondientes, lo realicen varios meses después.
La cuenta regresiva para las empresas ya comenzó, pero ahora, además de los beneficios asociados a la implementación en ahorro de tiempo, tinta y papel, la factura electrónica tendrá otra ventaja para los contribuyentes; el factoring electrónico, tema que abordaremos en una próxima ocasión y que merece un análisis a fondo por todas las aristas tributarias que implica para todo el sistema.