Manifiesto Deportista

El deporte nos deporta hacia otro espacio, otro estado de desarrollo humano físico, mental, social y espacial. Si nos preguntamos ¿qué sociedad queremos?, la correcta formulación es, ¿qué tipo de deporte queremos?, ¿cómo será nuestra sociedad futura? Veamos entonces cómo es el deporte del presente, ¿qué valores estamos inculcando hoy?, ¿qué actividad física realizamos hoy?, ¿cómo combatimos el sedentarismo y cómo nos alimentamos?

No hay grandes secretos para que una sociedad pase del progreso económico a un desarrollo a escala humana; es el deporte el motor de ese desarrollo y la herramienta de esta modernidad líquida que permeará todas las estructuras políticas, económicas, sociales y gubernamentales.

Si cada ministerio continúa con su fundamento propio aislado de un relato común, de una historia que nos valore como pueblo, que rescate lo que fuimos, somos y queremos ser, ese alimento narrativo que nutra nuestra identidad nacional, cada política pública edificio gubernamental será un gueto burocrático, impenetrable e indiferente con el edificio del frente, indolente frente a niños obesos, actuando en omisión a los rostros tristes de chilenos y chilenas cansados o enfermos.

Es momento de considerar al deporte como el medio y el fin, la causa y la solución, el reencuentro con los compatriotas y el esperado cambio de mentalidad. Que se reúnan los Ayala, Ríos, Ahrens, Larraguibel, Cristi, Loayza, Rodríguez, Massú, Zamorano, Barrientos, Lucas, Tapia, de Iruarrizaga y los González, o las “marcianitas” y muchos otros nombres que han aportado al deporte nacional. Porque 118 años de historia olímpica ya es un tiempo considerable para hacer las cosas bien y convertirse en potencia deportiva.

1. Transversalidad del deporte:

El nuevo Ministerio del Deporte tiene una tarea titánica en su fundación, pero su construcción no puede pasar por equipararse verticalmente a los otros ministerios. Debe, desde sus inicios, ser un ministerio flexible y horizontal, funcional a los otros ministerios, instalando su “embajada deportiva” en cada repartición del Estado.

a)      Comisión o mesa interministerial del deporte, que permita que todos los actores relevantes (Deporte, Salud, Educación, Economía, Obras Públicas, Medioambiente y Turismo) potencien una sólida política deportiva integral aplicable en cada ministerio (A esta mesa se pueden sumar otros ministerios si la ocasión lo requiriese, por ejemplo, Relaciones Exteriores).

b)      PMG del deporte, los programas de mejoramiento de gestión son instancias medibles que tienden a medir aspectos internos del Estado, entonces por qué no instalar ahí cultura deportiva y medir qué está haciendo cada ministerio para el deporte.

 

2. Educación física en colegios:

Seis horas pedagógicas semanales que permitan distribuir 3 horas continúas sólo para deporte y no actividad física. Es parte de la educación, presentar y enseñar las distintas ramas deportivas a los estudiantes, permitiéndoles a ellos/as conocer y optar por el de su preferencia, cediendo autonomía del hegemónico dominio del fútbol como deporte principal, ya que en términos prácticos, el podio de los 23 jugadores de fútbol de una selección olímpica cuenta como una medalla.

 

3. Medios y difusión:

El deporte nacional pese a su perseverancia e insistencia no logra mayor espacio en los medios de comunicación masivo, por argumentos de audiencia y venta de ediciones impresas. Pero estos números comerciales se basan en una hipótesis errónea que se refuta con las asistencias a los juegos ODESUR realizados en marzo del presente año, porque la familia chilena si quiere ver deporte, y si es un atractivo espectáculo ver a nuestros deportistas competir.

a)      Utilizar blogs y redes sociales, pues son gratuitos, dinámicos e infinitos. El saber utilizar estas tecnologías, sumado a la buena voluntad de usuarios que difundan, compartan en sus muros o “retuiteen” información, permitirá viralizar información en donde los medios tradicionales no informaron.

b)      Canales, revistas y programas radiales propios. En esto ya se ha avanzado con el canal CDO y otras publicaciones que esperamos se mantengan en el tiempo, así como programas radiales vía internet.

c)       Beca MINEDUC-MINDEP. Es para estudiantes de último año de periodismo o ciencias sociales, para que puedan realizar su práctica profesional y tesis de grado en alguna de las federaciones o instituciones asociadas al deporte, ayudando a difundir y colaborando en una cultura deportiva que se instale en las capas intelectuales del país.

d)      Gestos de futbolistas hacia colegas atletas. Para generar impacto en la comunicación se requieren gestos de quienes obtienen mayor cobertura en los medios hacia los olvidados. Como ejemplo, la relación en España, en donde futbolistas celebran los triunfos de otros deportistas y felicitan ya sea en redes sociales o a través de la prensa a sus colegas. Que positivo sería un mensaje de la selección de fútbol eliminados en su segundo mundial consecutivo para los seleccionados de balonmano que al siguiente día clasificaron a su tercer mundial consecutivo.

4. Geolocalización deportiva:

No puede ser que un deportista considere las ofertas de otros países para nacionalizarse y competir por otros colores. Es una vergüenza que los nuestros tengan que irse del país para poder desarrollar una carrera, y aun así, su sentimiento de arraigo lo lleve a defender la estrella solitaria, pese a que poco y nada se le ha dado. Sabemos dónde están las “mejores cosechas de deportistas”, de donde salen nuestros boxeadores, y si nos damos una vuelta por San Miguel, por ejemplo, el patín y el hockey florecen en jóvenes talentos, porque no apoyarlos entonces.

5. Más allá de la política y la economía:

Esto no se trata de Lenin-Stalin o Friedman-Hayek, es más, dictadores de derecha e izquierda han querido aprovecharse del deporte como propaganda. No sólo es el Estado el que debe aportar al deporte; bienvenida la empresa privada para apoyar a los deportistas con financiamiento o implementación, incluso los filántropos, ya que si no fuera por Leonardo Farkas, nos habríamos perdido a un Tomas González por ejemplo.

a)      El programa Elige Vivir Sano. No era un mal programa, por esto ojo con pasar “la retroexcavadora” y destruir un buen aporte del gobierno anterior, espantando de paso a la siempre sensible empresa privada.

b)      RSE o franquicia tributaria. Se debe incorporar el concepto de Responsabilidad Social Deportiva (RSD) e invitar a las empresas a colaborar con el deporte, incluso en momentos que se discute la reforma tributaria, porque no incorporar un artículo que permita a las empresas que contribuyen al deporte recibir una rebaja por parte del Servicio de Impuestos Internos. Los consumidores a su vez, preferir a las empresas que colaboran con el deporte por sobre otras.

c)       Infraestructura y eventos internacionales. Todo gobierno, independiente del color político debe comprometerse a mejorar la infraestructura deportiva del país (no sólo Santiago), y la organización de eventos deportivos internacionales debe ser una política de Estado, sin egoísmos ni codicia; postular y preparar competencias masivas para los próximos 4 o 20 años. Tomemos como ejemplo a España, que se demoró alrededor de 30 años en ser campeones del mundo en diversas disciplinas, desde la organización del Mundial de fútbol España ’82, los JJOO de Barcelona ’92, recién a comienzos del siglo XXI, verían como lograban medallas y campeonatos mundiales en tenis con la armada española y la figura de Rafael Nadal, el automovilismo con Fernando Alonso, el baloncesto con Pau Gasol, y el fútbol con dos eurocopas y un mundial.