La fórmula para pasarlo bien en el trabajo
La única manera de disfrutar y vibrar con el empleo que uno tiene es hacer aquello que te apasiona. No lo que parece ser un buen trabajo, sino lo que internamente sabes que te haría pleno aunque a primera vista pareciera ser totalmente inviable e imposible de vivir de ello.
Isaías Sharon es Psicólogo organizacional, coach internacional y consultor. Se ha desempeñado profesionalmente en las áreas de minería, servicios, consultoría y gobierno, en diferentes posiciones relacionadas al coaching ejecutivo, los recursos humanos, el desarrollo organizacional, las comunicaciones y las estrategias.
¿La pasas mal en tu trabajo? ¿Cuándo se termina el fin de semana te deprimes por tener que volver a tu empleo? Si la respuesta es sí, entonces créeme que no eres la única persona que se siente así todos los días y fantasea con hacer otra cosa que le permitiera vivir mejor y pasarlo bien.
Muchas veces se ha mostrado a Google como un ejemplo de una empresa con políticas que promueven la creatividad, el esparcimiento y la satisfacción laboral por medio de su infraestructura, libertades y espacios para las finalidades más diversas que pudiéramos imaginar. Entonces, podríamos tentarnos a pensar que la solución es comenzar a postular a ese tipo de empresas e irnos a vivir una vida de película para sentirnos plenos y satisfechos, pero ¿si no es viable esa posibilidad?
Si no están en tus planes integrarte a una de las mejores compañías para trabajar a nivel mundial no importa, porque tú también puedes comenzar a disfrutar de aquello que realizas la mayor parte del tiempo de tu vida. ¿Cómo lograrlo? Es objetivamente sencillo y subjetivamente toda una hazaña.
Siéntate en ese lugar favorito, en aquel espacio que tu cuerpo pareciera fusionarse hallar total comodidad. Cierra los ojos, respira profundo y cuando te sientas listo(a) imagina a todas esas personas que sinceramente no quieres ver más, ni tener que relacionarte o, mejor aún a quienes te hacen sentir mal. Luego trae a la escena de tu mente todas las cosas que haces por obligación, basados en complacer a otros, evitar que se diga o piense algo determinado sobre ti, o porque es lo que “se debe” hacer.
Una vez que tengas todo eso reunido, quémalo, despídete, aléjalo de ti, mándalo donde te haga sentir mejor. ¿Se siente bien verdad? Ahora que ya has sacado lo que no te gusta y hace tu existencia menos placentera, piensa en aquello que te apasiona, olvídate si podrás vivir de eso o ser rico, sino que focalízate en lo que realmente te haría feliz hacer todos los días de tu vida. Si necesitas tiempo, tómatelo, créeme que lo vale.
Ahora que tienes claridad de todo lo que no quieres en tu vida y te frena a sentir plenitud, y también has visto y sentido de forma vívida lo que te motiva y apasiona, la consulta es muy simple ¿Cuándo partes?… usualmente esta es la parte en que la gente pone una risa nerviosa, comienza a mirar para los lados buscando algo que no está y pone el freno de mano, pero si lo piensas detenidamente, es muy simple comenzar a pasarlo bien en tu trabajo y en este momento puedes tomar la decisión de que así sea.
La única manera de disfrutar y vibrar con el empleo que uno tiene es hacer aquello que te apasiona. No lo que parece ser un buen trabajo, sino lo que internamente sabes que te haría pleno aunque a primera vista pareciera ser totalmente inviable e imposible de vivir de ello. Hay personas que viven muy bien haciendo las actividades más diversas y extrañas que uno pudiera pensar. Entonces, ¿a qué le tienes miedo? Pasarlo bien, al igual que sentirse mal es una decisión personal que tomamos a cada instante por medio de nuestras acciones y que hoy puedes modificar en la mejor dirección para ti.
La clave de un empleo feliz, de una alta motivación, una creatividad desbordante y una energía que no termina, es tan sencillo como dedicarse a construir con las propias manos aquello que hasta hoy ha sido tan sólo un sueño guardado en nuestro interior. Entonces, ¿cuándo comienzas?