HidroAysén: El Titanic hidroélectrico
Y la verdad es que si uno lo analiza fríamente, no es mucho lo que saca la empresa con ir a los tribunales. Eso, porque ahí puede pasar otro año sin poder avanzar con el proyecto, hacerse mala sangre con el gobierno del que depende para otras iniciativas y si finalmente lograse retrotraer el rechazo ministerial, el Estado aun les puede hacer pasar malos ratos de otras formas.
Peter Hartmann es Arquitecto, fotógrafo y montañista. Dirigente ambiental desde hace mas de 24 años. Actualmente director de CODEFF Aisén, Presidente de la Agrupación Cultural y Social Aisén Reserva de Vida y Coordinador de la Coalición Ciudadana por Aisén Reserva de Vida. Reside en Coyhaique desde 1984.
Complicadas se ven las cosas en HidroAysén. Mientras se anuncia que su vicepresidente ejecutivo estaría abandonando el “Titanic hidroeléctrico”, este lunes 11 se reunió su directorio, sin llegar a tomar la decisión que se esperaba de ellos sobre si recurrirán a tribunales ambientales para revertir el rechazo del Comité de Ministros. Eso es lo que informaba la prensa, mientras, uno días después la realidad se mostró diferente. Indecisión, que según dicen, se debía a que hay accionistas que amenazan con acciones legales a los directores si estos no cumplen con su deber de velar por sus intereses económicos, mientras, por el lado de Endesa, el nuevo jefe máximo de ENEL (su controladora) Francesco Starace es de opinión de que “no se puede llevar adelante el proyecto con el país en contra”.
Y la verdad es que si uno lo analiza fríamente, no es mucho lo que saca la empresa con ir a los tribunales. Eso, porque ahí puede pasar otro año sin poder avanzar con el proyecto, hacerse mala sangre con el gobierno del que depende para otras iniciativas y si finalmente lograse retrotraer el rechazo ministerial, el Estado aun les puede hacer pasar malos ratos de otras formas. Es más, quedarían a más o menos un año de que se venza el famoso estudio de impacto ambiental (que si no se ejecuta el proyecto a 5 años de ser aprobado regionalmente, queda obsoleto). O sea, en ese año o menos, tendrían que empezar a construir y eso teniendo claridad sobre el proyecto de línea de alta tensión para sacar la energía desde la zona de Cochrane hasta el Sistema Interconectado Central, tema en el cual evidentemente también dependen del gobierno e inexistente apoyo nacional al proyecto. Sin la seguridad de contar con esa línea, las represas no sirven de mucho.
Y como si fuera poco, por lo que se ha sabido, HidroAysén estaría a punto de chocar con otro témpano y quedarse sin los derechos de agua adicionales que esta tramitando para su proyecto. Y sin éstos el proyecto así como esta, se vuelve imposible.
Lo que pasa, es que la Contraloría obligó a la Dirección General de Aguas, DGA, a resolver ese asunto pendiente de hace años, y lo que se espera del gobierno (en este caso MOP-DGA), es que sea coherente con el rechazo ministerial al proyecto. Vale recordar, que estos derechos de agua adicionales fueron resultado de una negociación entre HidroAysén y el entonces Ministro del MOP, Eduardo Bitrán, “para reducir el área de inundación”. El problema es que Endesa / HidroAysén ya tienen el monopolio del agua en ambos ríos y solo quedan caudales continuos y permanentes disponibles en dos meses del año, los que tampoco existen si se considera una solicitud de AES Gener aguas abajo. Con lo que los derechos permanentes y continuos adicionales de sobre 200 m3/seg. que pide HidroAysén suponemos los tendrían que sacar de caudales eventuales. Y no serían los primeros derechos de aguas ficticias que conozcamos. Por lo demás, el Estado ya se reservó 5,9 m3 del caudal permanente restante y pareciera estar por reservarse mas aún. En buena hora.
En el intertanto, el gobierno ha estado licitando un estudio para definir que ríos de la zona sur-austral serian utilizables para proyectos hidroeléctricos y en la lista aparecen el Puelo (derechos de Endesa) y “todos los ríos de Aysén”. Otro insumo como para despejar el horizonte. Pero HidroAysén necesita tomar decisiones ahora.
De ahí que entre los accionistas de HidroAysén existan quienes prefieran esperar un poco e ir con todo el lobby a conseguir algo (eso puede ser la carretera eléctrica) en la propuesta de política energética que anunció el Ministro de Energía para el próximo año. Y teniendo esa claridad o mas bien contando con esa carretera, perfectamente pueden reeditar el EIA subsanando los aspectos críticos que llevaron a su rechazo. Eso, mas un “buen trabajo de lobby político ($$$) y con la comunidad”, capaz que consigan revertir la situación actual. De hecho, en los últimos días hemos estando leyendo de cómo el empresariado esta rehaciendo su estrategia para conseguir una mejor llegada y evitar conflictos con las comunidades afectadas, a lo que se agrega alguna iniciativa legislativa para compensaciones económicas ablandadoras de autoridades locales. Este seria un escenario “mas positivo” para la empresa, con futuros gobiernos que les sean mas favorables, escenario que hoy no se aprecia.
En resumen, la mar parece no estar para salvar transeléctricas colisionadas, pero por lo visto, están prevaleciendo los intereses de algunos accionistas y tal vez aquellos de algún abogado y se decidió recurrir a los tribunales ambientales, en una acción que según los analistas se ve sin mucho destino y que probablemente sea tipo orquesta “por cumplir” o por si en este intento desesperado por casualidad logran mantener a flote parte de su “Titanic”.