La UC no pasó agosto
Hace tiempo que nos movemos entre dos emociones. Sentimos pena cuando perdemos o nos detenemos a analizar el presente de la UC, y ésta se transforma en rabia, al darnos cuenta que las señales provenientes de quienes dirigen el club poco parecen apuntar hacia una real solución.
Cristian Steffens Z. es Periodista de profesión, Cruzado de nacimiento. Panelista en @Planeta_UC, todos los lunes a las 19:30 horas por Radio Sport Chile.
Hace algunos meses la frase favorita de nuestros dirigentes era “estamos vivos en los tres frentes”, hoy no podemos decir lo mismo. Ya no nos acompañan los resultados, y la paciencia tampoco. Lo ocurrido el jueves en San Carlos es la muestra más evidente de aquello.
Tras el gol de River Plate de Uruguay, el partido pasó a segundo plano. Todo el estadio fue invadido por esa frustración que hace años nos agobia. Los cantos contra los dirigentes no se hicieron esperar y convirtieron San Carlos en una caldera, cuyo punto más caliente, fue el palco que ellos ocupan.
Primero fueron gritos, pero rápidamente se transformaron en insultos, y pocos minutos después, ya había una decena de hinchas increpando a los directores de Cruzados SADP a pocos metros de distancia. Jamás he compartido la violencia, y agradezco que guardias y carabineros hayan aparecido para evitar que ese episodio pasara a mayores, pero no puedo esconder que comparto los sentimientos que embargan a esos hinchas y a todos quienes cantaban en San Carlos.
Hace tiempo que nos movemos entre dos emociones. Sentimos pena cuando perdemos o nos detenemos a analizar el presente de la UC, y ésta se transforma en rabia, al darnos cuenta que las señales provenientes de quienes dirigen el club poco parecen apuntar hacia una real solución.
Su silencio permanente, y sobre todo en los momentos más difíciles, es la primera de las desilusiones. Cómo empatizar con quienes no asumen públicamente su responsabilidad, pese a que como líderes de un proyecto es su deber hacerlo. ¿No hay autocrítica porque no les interesa hacerla, o sencillamente porque no creen ser los responsables? No sé cuál de los dos escenarios es peor.
Al parecer es más fácil dejarle los micrófonos al capitán Cristian Álvarez y que él termine echándose la culpa del mal momento de la UC. Una crisis, donde al parecer todos, salvo los dirigentes, nos damos cuenta que lo que ocurre dentro de la cancha es sólo el resultado de un proyecto directivo agotado y lleno de errores.
Católica tiene directores que llevan más de una década en el club. Se concesionó el fútbol y siguen allí. La renovación es necesaria y el ejemplo más claro está donde menos nos gustaría que estuviese: en el archirrival. Para la final de 2011, estábamos a tres títulos de la U, hoy estamos a seis y ellos más cerca de duplicarnos (les faltan cuatro), que nosotros de alcanzarlos. La U hizo, y sigue haciendo, una constante renovación en sus liderazgos.
Las nuevas ideas y las visiones divergentes son necesarias para el éxito de cualquier empresa, y bien deberían saberlo quienes dirigen a la UC que destacan por el éxito de cada uno de sus negocios, salvo Católica. El fútbol ha cambiado, pero en la franja casi todo sigue igual.
Hoy Cruzados SADP evalúa un aumento de capital que indudablemente es necesario para volver a hacernos competitivos, pero éste no puede ser sencillamente una inyección de dinero para ser gastado de la misma forma que se ha hecho hasta ahora. Es la oportunidad para que junto al capital lleguen nuevos nombres y con ellos nuevos proyectos y formas de hacer las cosas.
Las dudas son evidentes. ¿La Fundación permitirá que esta vez el dinero se quede para el fútbol? ¿Están dispuestos quienes hoy dirigen el club a abrirse a nuevas personas e ideas? La experiencia dice que no, y probablemente tampoco sea algo sobre lo que estén dispuestos a referirse públicamente. Esperemos que sea esta crisis la que los haga reflexionar, y no la rabia y la frustración de los hinchas, cuya paciencia se agotó y cada vez parece explotar con más fuerza.
Este domingo en Santa Laura otra vez las críticas fueron contra los dirigentes, que tras el partido se fueron a los camarines atravesando por la cancha, para evitar salir de la tribuna y tener que pasar entre los hinchas. Otra vez perdimos. La UC no pasó agosto, se acabaron las chances de ser campeones en el torneo local. Que no nos pase lo mismo en lo institucional, Cruzados SADP, de ustedes depende.