Beca Uno a Uno: Oportunidad para retribuir
La preocupación por el otro, por sus problemas, por sus faltas de oportunidades, no solo es una urgencia en el ámbito educacional, sino que debe ser un motor global de los cambios que nuestra sociedad necesita.
Pablo Valenzuela es Abogado de la Pontificia Universidad Católica, máster en Derecho Ambiental de la Universidad de Nottingham (Reino Unido) y Director Ejecutivo de Fundación Casa de la Paz.
No es necesario seguir a diario la discusión en materia de educación para darnos cuenta que lo trascendental detrás del problema no radica en más o menos Estado, sino en profundas injusticias que afectan a personas de carne y hueso, y que desde su anonimato, ven cómo el lugar donde nacieron condiciona sus expectativas educacionales, laborales, e incluso familiares.
Gran parte del debate es llevado a espaldas de quienes vivirán las consecuencias de los cambios, sin saber sus realidades ni qué significa tener que pagar créditos universitarios durante muchos años de sus vidas. Son esos mismos “sin nombres” quienes muchas veces, con grandes capacidades, no pueden estudiar por falta de oportunidades y por la irresponsabilidad de una sociedad que queda ajena a sus problemas.
No obstante esa apatía, las respuestas comienzan a salir a flote. Hoy son esos mismos jóvenes que marchan por la educación y por la vida, que van a fiestas universitarias, que estudian de noche y de día, que organizan trabajos de invierno y de verano y que durante muchos años no se empaparon por los demás, quienes creen que la indolencia no es el camino para una sociedad más justa, sino que es necesario un cambio que abra los ojos a la realidad escondida detrás de sus comodidades.
Esos somos nosotros, un grupo de universitarios que se ha convencido que un cambio estructural necesita cambios en las personas, que cree que el trabajo es compartido y no exclusivo de los políticos, un grupo que ha intentado dar una respuesta concreta a quienes hoy comienzan a cargar una mochila de deudas durante muchos años de sus vidas. Estamos seguros que las respuestas deben comenzar desde las propias comunidades, permitiendo que otros vivan nuestras mismas experiencias universitarias sin estar determinados por el lugar donde nacieron.
Desde la Beca Uno a Uno hemos comenzado a trabajar para generar un sentido de responsabilidad y retribución que nos empape a todos. La preocupación por el otro, por sus problemas, por sus faltas de oportunidades, no solo es una urgencia en el ámbito educacional, sino que debe ser un motor global de los cambios que nuestra sociedad necesita.
Abrirles las puertas a quienes hoy comienzan un camino universitario con profundas dificultades económicas, es un primer gran paso. Faltan muchos, pero hoy, esto comienza Uno a Uno.
Si aún no nos conoces, te invitamos a entrar a www.becaunoauno.com