Secciones El Dínamo

cerrar
Cerrar publicidad
Cerrar publicidad
Actualizado el 25 de Noviembre de 2020

Reforma Tributaria a destiempo

el Ejecutivo debe urgentemente corregir su lectura sobre la situación actual de la economía y entender que lo que sentencia el IPOM merece suma preocupación. No debe considerar merito haber “achuntado” que el 2014 sería un año desacelerado, ni menos hacerle creer a la gente que el 2015 será positivo ya que habrá un repunte

Compartir

Más preocupante que el Informe de Política Monetaria (IPOM) entregado hace unos días por el Banco Central, es la reacción que tuvo el Gobierno frente a las proyecciones comunicadas. Si bien las cifras que entregó el organismo son sumamente pesimistas, ya que rebaja la proyección de crecimiento de  2,5%-3,5% a 1,75%-2,5% para 2014 y estimó que la expansión será entre un 3% y 4% para el 2015, declaraciones como “esto confirma las previsiones del gobierno” por parte del Ministro de Hacienda,  demuestran una arrogancia y falta de comprensión sobre el informe sumamente alarmante.

El IPOM es claro en establecer que el panorama futuro es complicado y oscuro. Que la deceleración no es una simple percepción ciudadana, sino que una realidad constatada con números y respaldo técnico, por lo que los extremadamente errados mensajes que está entregando el gobierno pueden ser interpretados como una mala lectura, o un intento por bajar los humos de una situación que no puede ser calificada sino como de preocupante.

El mal manejo de la situación económica es evidente. El crecimiento anual entre el periodo 2006-2009 al 2010-2013, fue de un 3,3% a un 5,3%. La creación de empleo aumentó de 473.000 a 1.017.000 puestos, bajando así la tasa de desempleo de 8,1% a 6,9%. El déficit estructural bajó de un 3,1% a un 0,7%, al igual que la inflación, que bajó de un 4,5% a un 2,4%.

Con estos datos sobre la mesa, resulta difícil entender cómo es posible llegar al punto en el que estamos. La Reforma Tributaria, tal como dijimos en Amplitud meses atrás, es una muy mala idea para el Chile actual. Ha bajado la productividad, el desarrollo, las expectativas y se está llevando al alza el desempleo. Y esta no es una situación inesperada: Hace 18 meses, el entonces Ministro de Hacienda Felipe Larraín, advirtió que Chile iba a entrar en un proceso de deceleración económica, por lo tanto, lo que tenía que hacer el Gobierno era esperar un buen momento para llevar a cabo una Reforma Tributaria.

En este sentido, el Gobierno ha entendido su rol ejecutivo y de iniciativa legislativa de pésima manera. El liderazgo no implica cambiarlo todo, sino tener la autoridad, sensatez y templanza de saber cuándo hay que mantener lo bueno. El líder no solamente es quien guía a la manada por bosques y montañas, sino quien también sabe cuándo esperar a que el río se calme para cruzarlo.

Lamentablemente, el momento ya pasó. Se le dio luz verde a una Reforma mal concebida, en un momento inadecuado, de una manera mal planificada. No supieron separar la ideología de una realidad clara: Que el país se les había entregado de una manera mucho mejor a como lo habían dejado y que el momento para aplicar reformas de tal calibre no era el adecuado.

Por esto, el Ejecutivo debe urgentemente corregir su lectura sobre la situación actual de la economía y entender que lo que sentencia el IPOM merece suma preocupación. No debe considerar merito haber “achuntado” que el 2014 sería un año desacelerado, ni menos hacerle creer a la gente que el 2015 será positivo ya que habrá un repunte. Sería lamentable que piensen que la gente no tiene la capacidad de entender que si a uno le entregan un gobierno creciendo al 5,3% para luego bajarlo al 2,5% y luego aumentarlo a un posible 3% es un logro. Avanzar un paso para luego retroceder dos, nunca, para ningún chileno o chilena será un avance real.

Léenos en Google News

Notas relacionadas

Deja tu comentario

Lo más reciente

Más noticias de Opinión