Energía solar y ciudadanos más libres
Los rebeldes solares deberemos luchar por dos objetivos: Difundir el autoconsumo para hacernos más libres de los monopolios económicos eléctricos; y lograr que se restablezca en Chile el espíritu original de la ley de “Net metering"
Manuel Baquedano es Sociólogo de la Universidad Católica de Lovaina, Bélgica, fundador y presidente del Instituto de Ecología Política, IEP, y autor de La Batalla de Ralco y Tu Huella Ecológica.
A partir del 23 de octubre próximo, debido a una nueva Ley, los chilenos podremos conectar nuestros equipos generadores de electricidad renovable a la red eléctrica pública. Es decir, nuestros paneles solares, molinos de viento, micro-turbinas de pequeñas caídas de agua, ruedas hidráulicas. Toda herramienta que produzca electricidad dentro del domicilio podrá ser conectada a la red general de electricidad de nuestro país.
¿Para qué nos sirve esto?
Esta posibilidad, surgida de una iniciativa generada por el senador Antonio Horvath y sus colaboradores, busca dar la opción a los ciudadanos de convertirse en productores de su energía, en primer lugar para el autoconsumo, y en segundo lugar para vender los excedentes a la red general de electricidad.
Esta es la llamada Ley de “Net metering” o “Balance neto”, que originalmente contemplaba que el valor del kilowatt producido en los hogares sería vendido al mismo precio que la distribuidora de electricidad nos vende a nosotros. Sin embargo, los poderes fácticos influyeron de tal manera en los parlamentarios que sólo lo podremos vender al 50% de su valor.
Una ley similar a esta pero pagada 1 a 1, es decir, en forma igualitaria, permitió que Alemania se convirtiera en la primera potencia eólica-solar del mundo. Una potencia donde 1 millón 800 mil instalaciones domiciliarias y comunitarias permiten que 8,2 millones de alemanes estén libres de pagar cuenta de electricidad y que la mitad del potencial eólico-solar de ese país pertenezca a 730 cooperativas de electricidad ciudadanas.
En Chile, en la Ley original de “Net metering” propuesta al Senado el precio de la venta domiciliaria y de la compra es de 1 a 1. Pero, como el proyecto no salió como originalmente se proponía, ahora solo será posible vender la electricidad domiciliaria al 50% de su valor; por eso se la ha llamado Ley de “Net billing”.
Si bien esta Ley ayuda a que la ciudadanía sea más libre desde el punto de vista energético, obviamente sigue protegiendo los intereses económicos de los dueños de la electricidad en Chile. Por esto, deberemos corregirla a la brevedad siguiendo la propuesta original.
A pesar de lo anterior, podemos comenzar instalando nuestros paneles solares para el autoconsumo, para lo cual no se necesita ninguna ley, sino voluntad y espíritu de rebeldía. Y ya somos muchos los rebeldes solares que estamos dispuestos a llevarlo a cabo. Al respecto un dato: si ponemos una instalación solar en nuestra casa a un costo de 1 millón de pesos, disminuiremos la cuenta de luz entre 25% y 50%. En cambio, si ese mismo millón de pesos lo depositamos a plazo en el banco, nos dará alrededor de 3% anual de ganancia. Es decir, ¡no hay donde perderse!
Los rebeldes solares deberemos luchar por dos objetivos. Primero, para difundir el autoconsumo para hacernos seres más libres de los monopolios económicos eléctricos. Y segundo, para lograr que se restablezca en Chile el espíritu original de la ley de “Net metering”, tal como la concibiera el senador Horvath y su equipo, es decir, que se compre y se venda a igual precio el kilowatt ciudadano. Esto significa que nuestra instalación doméstica solar que tiene una duración de 25 años, se pueda amortizar en los 5 primeros años de uso y no en 10 años, como saldría hoy por la ley de “Net Billing”.
La instalación solar ciudadana a gran escala en los techos de las casas de Chile sólo será posible si creamos un gran movimiento civil organizado en “Cooperativas ciudadanas solares” que impulsen este cambio para que la energía solar llegue y sirva directamente a las personas. Y de paso, terminemos con los monopolios eléctricos que nos tienen reducidos a clientes pasivos de un servicio sucio o contaminante, caro e inseguro.
Esta revolución energética que nos facilita el Sol no necesita ninguna ley para que comencemos a ponerla en acción, solo necesita la voluntad personal y ciudadana.
¡Es el momento de comenzar a caminar por la Ruta del Sol!