Central y Hacienda (mal)
El Banco Central al intervenir la economía pro-crecimiento está cumpliendo una función política y dejando de lado su mandato constitucional de velar por los precios, que se están escapando de rangos sanos.
El ministro de Hacienda es responsable del empleo, si este sube es culpa suya, si baja, motivos para celebrar. Para evitar la creación artificial de empleos transitorios, por ejemplo a través de una expansión del gasto desproporcionada es que se le dio autonomía al Banco Central. Si Hacienda regala bonos, gasta dinero, se endeuda trae como consecuencia inflación, ahí entra el Banco Central y detiene la fiesta subiendo las tasas de interés. (función política de la autonomía)
Como un péndulo que se contraponen el Ministro de Hacienda y el Banco Central utilizan sus herramientas, para cumplir con sus objetivos: Empleo, a través del crecimiento económico para Hacienda y una inflación “sana” para el Banco Central, pero ¿Qué pasa si el Banco Central utiliza la política monetaria para crear empleos, ayudando a Hacienda en su rol?
Primero, celebrar el crecimiento económico, que es lo que se ha estado haciendo, es decir, todos contentos con las bajas de tasas de interés, más que mal significa consumo a créditos más baratos, compras de casas con económicos créditos , etc., es decir, ¡La fiesta comenzó!
Junto a la reactivación artificial del consumo se escapan los precios. Estimo una inflación de 4,7% para este año, eso es 1,7 puntos porcentuales por sobre la inflación sana y 0,2% más que el reajuste del salario mínimo, es decir, estos retrocederán el próximo año (en su poder adquisitivo). El Banco Central al intervenir la economía pro-crecimiento está cumpliendo una función política y dejando de lado su mandato constitucional de velar por los precios, que se están escapando de rangos sanos.
Hacienda, está utilizando el escenario actual para solicitar un aumento desmedido del gasto por razones “contracíclicas”, en castellano antiguo, que estamos económicamente mal y seguiremos así. Primero, se contradice en relación a que el 2015 iba ha ser un año bueno, ahora lo da como malo.
Sin duda que Hacienda y el Gobierno son responsables de la situación económica. Primero, la reforma tributaria si afectó los precios, la inversión, es decir, si tienen responsabilidad. La herencia es la institucionalidad ambiental que detuvo los proyectos en el sector energía, minería y otros. También es responsabilidad de ellos haberse “saltado ese capítulo” decir que no a todo lo que podría ser un problema y entre gallos y media noche hacernos volver al gas de Bolivia -que generó la crisis energética actual- Herencia, del gobierno anterior y los anteriores incluyendo el primero de Bachelet es la gestión hídrica, donde celebro los embalses que se crearán, especialmente en mi zona de Aconcagua.
Ad portas a más reformas y los efectos sobre la economía buscarán una mayor expansión del gasto y peor, me temo que dejarán a este país con una deuda fiscal peligrosa, ya que, los cambios requieren financiamiento y la reforma no ayudará y si lo hace será en muchos años más cuando entre completamente en vigencia. Sume a lo anterior inflación, cortesía del Central.