Cruzados: Aumento de capital, pero también de espacios

La crisis que hace meses arrastra la UC se mueve en dos dimensiones, indudablemente entrelazadas, pero con soluciones distintas. Los malos resultados deportivos son sin lugar a dudas el aspecto más visible, en un semestre de los peores en el recuerdo de los hinchas cruzados, pero que afortunadamente tras los recesos y con dos victorias consecutivas comienza a ver un poco de luz. Y si bien el juego mucho no ha mejorado, volver a ganar es hoy lo más importante.

Pero el fondo del problema está en el club, y para avanzar no basta con dos, tres, ni cuatro semanas de receso. Aquí no es suficiente el tiempo, ni dejar que la presión se descomprima, la solución pasa exclusivamente por reformular el proyecto institucional y deportivo. En otras palabras, reinventarse, y eso no es fácil, menos cuando las raíces de quienes toman las decisiones parecen estar más arraigadas de lo que deberían.

La rabia de los hinchas, los gritos en el estadio, e incluso los lamentables insultos, responden a eso. La frustración de ver que las decisiones las siguen tomando los mismos que lo han hecho durante los últimos 15 años y principalmente porque la disposición a replantearse el futuro parece ser escasa, aunque este lunes, se dio un primer paso auspicioso.

Los directores de Cruzados SADP se reunieron para analizar la posibilidad de un aumento de capital en la sociedad, y decidieron formar una comisión que estudie su factibilidad. Un paso que puede parecer ínfimo, pero que es importante en la medida de que la decisión responde al interés del Presidente Luis Larraín, pero también a una propuesta y un proyecto formal de un grupo de hinchas de la UC, ajenos al directorio, y que busca aumentar la inversión en el club, pero también sus espacios.

Porque es indudable que la UC hoy necesita nuevos recursos para lograr competir de forma equitativa con Colo Colo y la U, pero también requiere de nuevas ideas. El proyecto, que es encabezado por Juan Pablo Swett y Luciano Cruz-Coke, propone un aumento de capital de US $10 millones, una cifra significativa, cercana a un tercio de lo recaudado al momento de salir a la bolsa, e incluso superior a la cantidad de dinero que a Cruzados le quedó en caja para su gestión tras los pagos respectivos a la Fundación del Club Deportivo Universidad Católica.

Pero lo más interesante pasa por el modelo propuesto para el gobierno corporativo de la sociedad, un esquema que abra las puertas del club a nuevas personas. Es fundamental para eso, primero, que el poder dentro del directorio corresponda a la inversión, como ocurre en cualquier Sociedad Anónima, pero que hoy no sucede en Cruzados donde las atribuciones de la Fundación están sobredimensionadas. Y además de eso, suena alentadora la idea de darle cabida a socios o accionistas minoritarios, en comisiones o asambleas ampliadas, sin voto, pero con voz.

Si hoy la necesidad del club pasa por abrir espacios, incluir a quienes tienen la intención de trabajar por la UC, pero que históricamente se han sentido desplazados por un grupo que ha secuestrado las decisiones sobre el futuro. Porque el aumento de capital, no tiene ningún sentido sin nuevas ideas. Más dinero para que lo administren los mismos y de la misma forma, es sólo perpetuar un círculo vicioso que hoy nos ha llevado a tocar fondo.

Para muchos potenciales inversionistas, la posibilidad de apostar por la UC depende de los cambios que quienes hoy dirigen el club estén dispuestos a hacer. La pelota, otra vez, está en los pies de los actuales directores, quienes ahora se han propuesto determinar si es factible realizar un aumento de capital, aunque tan importante como eso, es decidir cuánto espacio están dispuestos a entregar.