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Actualizado el 25 de Noviembre de 2020

Áreas Protegidas ¿y el presupuesto que tal?

Para este año 2014, el aporte fiscal para CONAF se redujo drásticamente y pasó de ser el 61% a ser el 47% lo que está bajo la media histórica. Esto implica que del 2013 a 2014 CONAF en su presupuesto, pasó de tener ingresos propios del orden de un 39% a un 53%

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Sin duda alguna Chile cuenta con un valioso patrimonio natural, “naturaleza que conmueve”, fue el eslogan que acuñó el Servicio Nacional de Turismo (Sernatur) del gobierno de turno hace algunos años atrás. De alguna forma los habitantes del territorio nacional le asignamos cada vez mayor importancia a la naturaleza, a la vida al aire libre, a tener espacios de contacto con lo “nuestro”, lo que pasa por conocer nuestras plantas y animales. Pero, ¿qué hace el Estado de Chile por la protección de la naturaleza? ¿cuánto sabemos de nuestra biodiversidad y cómo se integra esta en nuestra vida cotidiana?

En Chile al igual que en muchos países existen zonas del territorio que se encuentran bajo protección oficial, esto significa que bajo la normativa del país, se ha determinado que es importante resguardar dicho territorio, estas son las llamadas áreas protegidas, en el caso de conservación de la naturaleza, existen tanto terrestres como marinas y dulceacuícolas. Pero no sólo hay que crear áreas, también hay que velar por su mantenimiento como veremos más adelante.

En relación a las áreas protegidas Chile tiene una situación particular, por una parte no existe un sistema nacional de áreas protegidas públicas y privadas terrestres, marinas y acuáticas. Y tampoco existe una institucionalidad pública única que se preocupe del resguardo de las áreas protegidas.

Es por ello, que uno de los compromisos del Programa de Gobierno de la Presidenta Bachelet, es crear una institución pública a cargo del tema denominado Servicio de Biodiversidad y Áreas protegidas y también un Sistema Nacional de Áreas Protegidas. Para ello, el gobierno envío al Parlamento un proyecto de ley que se encuentra radicado en la Comisión de Medio Ambiente del Senado. En este proyecto se plantea la creación del Servicio y el traspaso de la administración de las áreas protegidas públicas, desde distintas instituciones a este nuevo servicio dependiente del Ministerio de Medio Ambiente. Esto debería ocurrir en un plazo de tres años una vez que se cree este nuevo  servicio público, es decir con suerte al final de este gobierno. Pero ¿y mientras tanto qué?

Actualmente tenemos una institucionalidad dispersa para el manejo/gestión de áreas protegidas públicas destinadas a la conservación del patrimonio natural y cultural, siendo la entidad más importante y con más presencia en el territorio nacional la CONAF (Corporación Nacional Forestal).  En teoría CONAF administra el SNASPE, Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas  del Estado, el que comprende Parques, Reservas y Monumentos Naturales, todos básicamente terrestres. En términos de superficie son del orden 14,6 millones de hectáreas sin contar al Parque Nacional Yendegaia, recientemente donado al Estado de Chile. La mayor parte de la superficie de estas unidades (Parques, Reservas, Monumentos Naturales) está en los Parques Nacionales, lugares por excelencia dedicados a la conservación del patrimonio natural.

Para ejercer la labor encomendada, es decir para resguardar la naturaleza CONAF, cuenta con presupuesto anual del orden de 13.000 millones de pesos, esta cifra está compuesta por ingresos propios y aporte fiscal. Tradicionalmente el aporte fiscal ha superado el 50% de este presupuesto, entre el año 2011 y 2013 superó el 55%, llegando al 61% para el ejercicio 2013. Sin embargo, y aparentemente sin explicación para este año 2014, el aporte fiscal se redujo drásticamente y pasó de ser el 61% a ser el 47% lo que está bajo la media histórica. Esto implica que del 2013 a 2014 CONAF en su presupuesto, pasó de tener ingresos propios del orden de un 39% a un 53%. Lo cual evidentemente puede no ser real,  por lo que cabe preguntarse si logró recaudar la cifra estimada por la administración anterior para el presente año y si no lo hizo, también es necesario saber cuáles fueron las razones.

Sin lugar a dudas el aporte que hace el Estado a la conservación de la naturaleza, tiene directa relación con la importancia que este le otorga al resguardo del patrimonio natural, por ello he de esperar que ad portas de iniciarse la discusión del presupuesto 2015, todas aquellas instituciones públicas que tienen a su cargo el resguardo de la naturaleza, vean sus presupuestos aumentados para el próximo año. Más aun cuando sabemos que según un estudio para Latinoamérica y el Caribe elaborado por el PNUD Y TNC el año 2008, Chile era uno de los países con menos disponibilidad de fondos – lo cual no sólo consideraba el aporte fiscal – para al cuidado de áreas protegidas, ya que sólo aportaba USD 0,60/ha., siendo la media de 18 países, USD 1,95/ha. Aunque no lo crea los países con mayores contribuciones son República Dominicana, Cuba, Costa Rica y el Salvador, mientras que los con menos contribución son Paraguay, Bolivia, Chile y Perú. Realmente una “vergüenza”, si consideramos que somos además país OCDE.

Evidentemente, si existe un real compromiso del Ejecutivo y los parlamentarios con el mandato de la Presidenta Bachelet en fortalecer la conservación del patrimonio natural, deberíamos ver un aumento significativo en este periodo, pues no sólo es necesaria la creación de una institución pública, es también urgente y necesario que aseguremos lo que tenemos con recursos y buena gestión.

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