Una apuesta por consensuar la mirada que Chile tiene de la pobreza
"Chile debe iniciar un proceso de reflexión, coordinación y trabajo colaborativo que dé vida a una estrategia país innovadora, potente, participativa y eficaz".
Consensuar y definir qué entenderá el país por pobreza y a quienes considerará en dicha situación, no tiene solo relevancia para las estadísticas o para determinar a qué grupos de la población debieran dirigirse las inversiones o los beneficios del Estado. Nos importa porque tiene que ver con la inclusión, con las relaciones y con el cambio social que Chile necesita para avanzar y dejar de ser una sociedad segmentada, fracturada e inequitativa.
Este 17 de octubre, día internacional para la erradicación de la pobreza instaurado por la ONU, quisimos, junto a varias instituciones amigas con quienes compartimos el trabajo y la preocupación por las comunidades que viven en situación de pobreza, plantear públicamente algunas convicciones comunes que tienen que ver justamente con trazar un plan maestro para abordar desde la comprensión y definición de este fenómeno, hasta contemplar la participación social en las decisiones de invertir los recursos de todos los chilenos en garantizar derechos o focalizar en grupos considerados más vulnerables.
Es así como desde la Fundación Superación de la Pobreza, junto con Hogar de Cristo, Comunidad de Organizaciones Solidarias, TECHO-Chile y América Solidaria, planteamos que Chile debe iniciar un proceso de reflexión, coordinación y trabajo colaborativo que dé vida a una estrategia país innovadora, potente, participativa y eficaz.
Dicha estrategia debiera orientarse a enfrentar la “nueva pobreza” entendida multidimensionalmente, la vulnerabilidad que hoy afecta a un porcentaje significativo de nuestra población, que se estima en cerca de un 50%, así como a la pobreza extrema. Y para comenzar este proceso debemos definir qué entenderemos por pobreza, cómo ésta debe medirse para dar cuenta de sus nuevas características, asegurar su monitoreo permanente bajo condiciones de solidez técnica e independencia política, e instaurar una institucionalidad consistente con esos propósitos.
Nos mueve la convicción de que es hoy el momento de trabajar por la soluciones innovadoras, sustentables y con mirada de largo plazo que el país necesita y reclama, las que a su vez deben definirse con amplia participación de los actores sociales. Por nuestra parte, tenemos la voluntad de trabajar de forma colaborativa y coordinada con las autoridades. Ese es el llamado.