Es hora de incluir deportistas en las decisiones políticas
¿Quién mejor que alguien que entrenó toda la semana durante años, pidió recursos, vivió conflictos con dirigentes, viajó, compitió en Chile y en el extranjero, ganó, perdió y tuvo que arreglárselas para desarrollar su carrera deportiva, para opinar y asesorar a los que finalmente proponen acuerdos y firman las leyes?
Andrés González Zamorano es Periodista profesional, deportista amateur. Postítulo en marketing y gestión del deporte. Dedicado a la comunicación estratégica y digital.
Tras los innumerables reclamos, críticas, descontentos e indignación que surgieron de todos lados producto del presupuesto 2015 asignado al Ministerio del Deporte, y en especial a los deportistas de alto rendimiento que se preparan para los Juegos Panamericanos Toronto 2015 y los Juegos Olímpicos Río 2016, se podría plantear perfectamente la posibilidad de incluir a deportistas o ex deportistas a las mesas de trabajo que toman decisiones políticas o económicas respecto al deporte en Chile.
Si bien hoy en día hay algunos ex deportistas trabajando en federaciones o instituciones como el IND, las labores que estos desarrollan no tienen injerencia directa en las grandes decisiones deportivas del país. Porque si la tuvieran, no ocurrirían cosas como la de la semana pasada.
Los reclamos de todos los deportistas de alto rendimiento, primero por las redes sociales y luego por la prensa, son un reflejo de que no hay ningún “especialista” dentro de las organizaciones que determinan políticas o establecen presupuestos para el país en la materia.
Dentro de la vorágine de reacciones que surgieron en la semana, vi un comentario que decía algo así: “que van a saber éstos (los políticos) si con suerte han jugado a la payaya”.
Algo de razón tiene dicho comentario. Está bien, no puedes poner a un deportista a hacer el trabajo que debe hacer un diputado, un senador, un ministro, un subsecretario, un director, etc. Pero si puedes establecer, por lo menos, asesorías de alguien que “estuvo adentro” y sabe cómo funciona la cosa. ¿Quién mejor que alguien que entrenó toda la semana durante años, pidió recursos, vivió conflictos con dirigentes, viajó, compitió en Chile y en el extranjero, ganó, perdió y tuvo que arreglárselas para desarrollar su carrera deportiva, para opinar y asesorar a los que finalmente proponen acuerdos y firman las leyes?
Si bien los políticos pueden tener habilidades y conocimientos en ciertas materias, no las tienen en el ámbito deportivo. No han estado “in situ” de la vida cotidiana de un deportista de alto rendimiento en Chile, algo fundamental para entender cómo funciona la carrera de ellos.
El llamado no es sólo a las autoridades políticas, también lo es a los deportistas y ex deportistas: atrévanse no sólo a levantar la voz cuando los pasen a llevar, empujen también para formar parte de estas mesas de trabajo de manera constante, independiente del gobernante de turno en el país. ¿O no creen que hoy la experiencia de Gert Weil o Nicolás Massú, y mañana la de Tomás González o Kristel Köbrich, puedan aportar en el diseño de políticas deportivas de Chile? El trabajo en equipo aquí también es la clave.