Llegó la hora del agua
Ulrike Broschek es Químico Ambiental, Universidad Santiago de Chile. Magíster en Ciencias de la Ingeniería Química, Universidad de Santiago de Chile. Profesional multidisciplinario con más de siete años de experiencia profesional en temas hídricos en el área de Medio Ambiente. Especialidad en Saneamiento de Aguas en base a tecnologías de tratamiento aeróbico, anaeróbico, humedales artificiales, oxidación avanzada catalítica, intercambio iónico, adsorción, precipitación y filtración, desarrollo de más de 50 estudios de Factibilidad Técnico-Económica de sistemas de tratamiento innovadores de aguas residuales para diferente uso.
La creciente escasez de agua en el mundo es una problemática que ha llegado a Chile para quedarse luego de siete años de sequía. A pesar de que este período se presentaba como lluvioso por el Fenómeno del Niño, los datos de precipitaciones de los últimos meses han demostrado lo contrario. Esta situación sostenida en el tiempo ha generado varios impactos en el territorio, tales como descensos en los niveles de los acuíferos, embalses y pozos, avance de la desertificación, derretimiento de glaciares, aumento de conflictos por el agua y empeoramiento de la calidad de las aguas utilizadas para consumo humano y riego.
Si bien lo anterior presenta un escenario negativo también es cierto que ha generado una oportunidad de mejora. Muchos países desarrollados debieron pasar por una crisis para reinventarse y lograr el éxito. Este tema que hoy cuenta con mayor apoyo de los diferentes sectores entrega múltiples oportunidades para implementar soluciones que conlleven a un mayor bienestar. Es importante comprender que es necesario hacer las cosas bien, que somos todos responsables en esto y que continuar con la actual forma de usar el recurso no mejorará la situación.
Desde Fundación Chile hemos entendido en el trabajo territorial que ya no se requieren más estudios o diagnósticos, sino que más bien llegó la hora de avanzar en la implementación de medidas concretas. En ese sentido, estamos enfocados en desarrollar conjuntamente con las empresas una serie de proyectos en torno a la medición y reducción de su propia huella hídrica y en la implementación de medidas innovadoras de responsabilidad social empresarial enfocadas a impactar en una mejora del recurso hídrico para las comunidades, lo que hemos conceptualizado como RSEAgua.
Como especialistas consideramos de vital relevancia que las empresas realicen evaluaciones de factibilidad del reuso de las aguas residuales que hoy son vertidas al mar, minimicen las pérdidas de agua en procesos productivos, implementen tecnologías innovadoras para el reemplazo del uso de agua dulce por agua de mar y capaciten y generen espacios transversales de conversación sobre la temática a nivel nacional y a nivel latinoamericano.
En la actualidad, al país se le presentan muchos desafíos y debemos avanzar entre todos de manera colaborativa, entendiendo que finalmente esto es por la sustentabilidad y el crecimiento de nuestro país.